Carta abierta a los socialistas madrileños: bajad las espadas

Ignacio Escribano

Las elecciones generales del pasado domingo arrojaron un resultado inaudito en la Comunidad de Madrid: los socialistas fuimos la cuarta fuerza política elegida por los madrileños, por detrás de dos partidos políticos que se presentaban por primera vez a unas elecciones generales: Podemos y Ciudadanos.

Apenas un 18% de los madrileños (643.158 personas) han confiado estas elecciones en nosotros, los socialistas, y una idea planea sobre muchas conciencias: cuando los ciudadanos creen que has dejado de preocuparte por ellos, dejan de preocuparse porque seas tú quien les represente en las instituciones.

Lejos de diagnósticos sesudos y rigurosos, lejos de hacer autocrítica y buscar soluciones a la difícil situación que atraviesa nuestra federación, es triste ver cómo las espadas vuelven una vez más a lo alto, tras la tregua de la campaña electoral, en busca de responsables. Pensando más en el próximo congreso regional que en volver a ser una alternativa real de gobierno. Seguimos justificando los errores propios y menospreciando los aciertos ajenos.

Muchos socialistas nos afiliamos un día al PSOE porque entendíamos que era una herramienta útil para transformar la sociedad, para llevar la igualdad y la libertad a todas las esferas de la convivencia. Porque entendíamos que el PSOE era un medio, y no un fin en sí mismo. Porque un socialista no antepone sus intereses personales a los de la sociedad. Y, sin embargo, nos encontramos una federación sumida en continuas guerras cainitas, con posiciones casi irreconciliables por hacerse con el poder orgánico, importando poco –o nada– (o eso parece) el fin último: la transformación de la sociedad.

Bajad las espadas. El hartazgo para con el Partido se manifiesta entre ciudadanía, pero también entre la militancia. Cada vez son menos los votantes y somos menos los militantes y simpatizantes. De esta forma no lograremos recuperar la confianza de la mayoría social que un día nos permitió alcanzar grandes éxitos.

Esta es una carta de esperanza. Esperanza en que, quienes van a tomar decisiones en los próximos meses, entiendan que las cosas tienen que cambiar para que el PSOE vuelva a ser fuerte en Madrid. Que hay que bajar las espadas. Porque solo con un Partido unido, en el que importen más las ideas que los cargos, en el que los intereses del Partido y de la sociedad primen sobre los personales, seremos capaces de salir adelante.

Salud, y felices fiestas, compañeras/os.

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