El Manual de Resistencia sigue vigente

Carlos Hidalgo

El Incidente Ábalos se considera como una gran prueba para el Gobierno de Sánchez y la prensa desafecta y la oposición se lo plantean como una gran oportunidad de cobrarse una primera cabeza del Gobierno, como en su día pasó con Maxim Huerta en el llamado “Gobierno de la Dignidad”.

El caso es que ese primer Gobierno, nacido de una moción de censura, debía dejar claro que Sánchez no era Rajoy. Y que, si el pontevedrés cayó por Gürtel, a ese Gobierno monocolor del PSOE no le pasaría lo mismo.

Pero es que el Gobierno actual es diferente. Es un Gobierno de resistencia contra el ascenso de la derecha y -sobre todo- de la ultraderecha. Y que el que está siendo atacado no es un ministro-estrella fichado de fuera del PSOE para dar prestigio a un Ejecutivo improvisado, es una de las personas más rocosas y cercanas a Sánchez y parte imprescindible de su estrategia. Y no va a caer así como así.

Sánchez pasó de ser repudiado por su propio partido a ser presidente del Gobierno. Y no lo hizo solo. Entre quienes estuvieron con él estuvo siempre José Luis Ábalos, una de las pocas figuras del “pedrismo” originario capaz de combinar la ciega lealtad a Pedro Sánchez con la capacidad de lidiar con posturas contrarias. Ábalos es el negociador de confianza de Pedro. Y por eso mismo se ha metido en un lío, pero por eso mismo tampoco va a caer por él.

 Si tras la moción de censura se trataba de demostrar que era posible ofrecer una alternativa a Rajoy que fuera presentable y capaz de gobernar España, ahora, superado eso, se trata de demostrar que este Gobierno, acosado por muchos flancos y el primero de coalición, está dispuesto a durar y a resistir. El manual de resistencia que impidió que Sánchez dejara para siempre la política y le llevara de la marginación orgánica a la presidencia del Gobierno, está más activo que nunca.

 Y Ábalos es parte de esa resistencia.

Puede que Sánchez se vaya librando de algunos de sus fieles que han demostrado ser buenos acompañantes en el camino a la secretaría general, pero un lastre político en el Gobierno. Gente que no entiende bien lo que es gobernar, ni saben salir de la dinámica de enfrentamientos orgánicos creada por los acontecimientos del 1 de octubre de 2016 en el PSOE. Pero el ministro de Fomento no es uno de ellos.

Así que me temo que la rocosa resistencia que se va a ofrecer a las críticas hará que éstas se estrellen y se terminen agotando. Además, creo que Venezuela a estas alturas no hace ganar, ni perder votos. Y estamos al inicio de la legislatura.

 Bienvenidos al Gobierno de la resistencia.

Un comentario en «El Manual de Resistencia sigue vigente»

  1. Es evidente que a usted no le importa que le mienta un gobierno con la desfachatez que lo hace el de Pedro Sánchez. Me temo que para la propaganda se basta con la alambicada maquinaria creada por el consultor político Ivan Redondo para , entre otras cosas , encapsular a Podemos y pasar lista en el abigarrado Consejo de Ministros.

    Gobierno de la resistencia es un perfecto oximoron, como el sol de medianoche.
    Nadie en España , salvo un tal Carlos Hidalgo, ha creído una sola palabra de las sucesivas explicaciones balbuceantes del Ministro de Fomento subiendo y bajando de aviones en la madrugada de un Lunes en busca de Alíen , el octavo pasajero, haciéndolo todo tan mal que no ha podido ocultar el simple y claro giro de la posición del gobierno sobre la Venezuela de Maduro.

    Que el gobierno mienta es algo que le irrita hasta Jordi Sevilla que no puede menos que desmentirle cuando afecta a su persona. Dimite por las muy serias discrepancias que mantiene con la Vicepresidenta Ribera y su matraca para imponer los puntos de vista de su marido en una empresa privada.

    En conjunto , el maltrato de este gobierno con la prensa , con los medios , con los periodistas y , por supuesto , con la opinión pública es detestable , bronco , maleducado y ramplón.

    No repreguntas , malos modos , abuso del principio de autoridad , apagones informativos , manipulación grosera al estilo de Podemos y un largo etc. , no consiguen imponer que se hable de su agenda.

    Veremos quien se estrella contra qué , pero esto que hace el que hasta ahora era el rostro humano del Sanchismo es inaceptable y debe dimitir.

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