Evolución de las economías y estrategias contra la pandemia
David Rodríguez
Mucho se está debatiendo sobre el efecto del coronavirus sobre la economía de las naciones, pero algo menos se discute acerca de cómo afecta la estrategia anti-covid adoptada por los distintos países sobre el crecimiento de los mismos. Todavía es pronto para llegar a conclusiones definitivas, pero tenemos algunos datos que nos proporcionan algunas pistas de gran relevancia.
En enero de 2021 el FMI publicó una actualización de las perspectivas de la economía mundial, a partir de datos estimados para 2020 y proyecciones para 2021. En la tabla adjunta se incluyen algunos de los datos más significativos, teniendo en cuenta que no se proporcionan estadísticas de todos los países del mundo.
Estimaciones y proyecciones del crecimiento del PIB
Antes de entrar en el análisis de la tabla, debemos recordar las limitaciones que caracterizan este tipo de estudios. En primer lugar, las estimaciones y proyecciones tienen siempre un margen de error, por lo que son aproximaciones que con el paso del tiempo habrá que constatar. En segundo lugar, sabemos que el PIB es una variable muy cuestionada para medir el bienestar de las naciones, pero es la única que disponemos de manera actualizada y, en todo caso, no hay distorsiones en la serie histórica de su evolución. Finalmente, hablamos de un indicador que no tiene presente la distribución de la riqueza, sino la producción global de bienes y servicios. Acerca de las desigualdades que provoca la pandemia, se puede consultar el artículo que publiqué aquí el mes pasado.
Una de las mayores falsedades que se han difundido durante los últimos meses es que solamente los países ricos disponen de recursos para combatir la pandemia de manera adecuada, hecho que queda desmentido con un rápido vistazo a la tabla y que también he comentado en alguna otra ocasión.
Pasando a una observación más atenta de la tabla, vemos que el país con el mayor incremento acumulado del PIB entre 2020 y 2021 es China, con más de un 10%. A nadie se le escapa que Wuhan ha sido el origen de la pandemia, pero tampoco que el gigante asiático ha aplicado desde el primer momento una estrategia agresiva de covid cero. Otras naciones que han adoptado políticas similares también aparecen en la parte alta de la tabla, como es el caso de Corea del Sur, Australia y los países que conforman la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático). En todos estos territorios puede comprobarse como el aumento previsto de la producción en el conjunto del bienio es siempre positivo.
En la otra cara de la moneda tenemos a las principales potencias económicas de Europa. España es el país que sufre una caída más fuerte durante 2020, seguida de cerca por Gran Bretaña (en negrita por estar fuera de la zona euro), Italia y Francia. Como hemos repetido hasta la saciedad, la obsesión por salvar el verano provocó el hundimiento del turismo, la operación de rescate de la Navidad ha ocasionado un desastre similar y, dado que no aprendemos, la relajación de medidas en Semana Santa tampoco va a ayudar en absoluto. Lejos del discurso oficial, que propone políticas de desescalada precisamente para relanzar la economía, en el caso de España y los países de su entorno se observa justamente el efecto contrario, con una fuerte contracción del crecimiento.
Tal como la mayoría de expertos y científicos han asegurado durante todo este tiempo, economía y salud no sólo no se contradicen, sino que van de la mano. La adopción de medidas contundentes contra el coronavirus puede suponer un mayor esfuerzo a corto plazo, pero representa una indudable ganancia a largo plazo. Aunque los datos de la tabla han de analizarse la cautela indicada, la tendencia de los mismos es bastante clara.
Finalmente, es fundamental recordar cuáles han sido las incidencias y las víctimas mortales por habitante en todos los países mencionados. Aunque este ya no es el objetivo central del presente artículo, hay evidencias abrumadoras de que la estrategia de covid cero ha salvado muchas vidas humanas1. Ahora podemos afirmar que también ha beneficiado al crecimiento económico. Y eso que en todo este análisis no se ha puesto sobre la mesa un elemento que entiendo imposible de calcular desde una concepción mínimamente ética de la ciencia económica: ¿cuál es el valor de una vida humana?
1Según datos del 28 de marzo de 2021 de la OMS, las víctimas por cien mil habitantes fueron de 0.5 en Nueva Zelanda y de 186 en Gran Bretaña