Valladolid, capital de España

Juanjo Cáceres

Cuesta imaginar un país cuya capitalidad no recaiga en Madrid.

Lo ha sido de forma casi ininterrumpida desde 1561, cuando así fue decidido por Felipe II, quien vio en ella un entorno de gran centralidad geográfica, buenos recursos naturales y una débil presencia de las clases nobiliarias y eclesiásticas, lo que podía permitir a la Monarquía Hispánica reafirmarse como centro del poder castellano. Un poder que en aquel momento poseía una dimensión verdaderamente imperial. Sigue leyendo