Hoy me proponía no hablar de IDA

Carlos Hidalgo

De verdad, que quería hacerlo. Porque España es mucho más -y mucho mejor actualmente- que Madrid. En Asturias la pandemia se mantiene bajo un estricto control, en Andalucía las cifras no son tan temibles como se pensaba. Canarias, viniendo de décadas de destrucción y venta a pedazos de la sanidad pública, está lidiando con todo admirablemente bien y lo mismo puede decirse de Valencia. Aragón parece que va domando el rebrote brutal que experimentó y en Extremadura la atención primaria se ha reforzado, como primera barrera que es ante cualquier problema sanitario.

Nos quedan Cataluña y Madrid como faros de lo que no ha de hacerse. Ambas comunidades tienen gobiernos regionales que se precian de no obedecer la autoridad del Gobierno de España, ambas tienen partidos conservadores hegemónicos que han sido condenados por financiación ilegal, por conceder a dedo muchas cosas a unas pocas empresas. Y ambas tienen en su presidencia a políticos que mezclan la chifladura con la violencia y la xenofobia más repugnante en sus discursos. En ambos casos, además, criticar a esos partidos corruptos se quiere equiparar a insultar al conjunto de los habitantes de sus pobres territorios. Y en ambos casos, se apoyan para gobernar en gente que mitifica la violencia, la xenofobia y, en general, montar numeritos a medio camino entre una algarada futbolera y un desfile de camisas pardas. Sigue leyendo