Malos tiempos para los abusones

LBNL

A la derrota – en las urnas y en los tribunales – de Trump el mes pasado se sumó anoche la humillación de los xenofo-populistas líderes autoritarios de Hungría y Polonia en Bruselas, donde el miércoles también se dió de bruces contra la realidad el nacionalista Boris Johnson, que la Unión Europea no va a ceder. Tiene hasta el domingo para elegir entre el salto al vacío – el Brexit sin acuerdo – o el suicidio político – aceptar seguir parcialmente “sometido” a la legalidad de la UE para seguir disfrutando de parte de sus beneficios. Yo apuesto por la primera opción pero me encantaría equivocarme, en bien de todos pero también para disfrutar contemplando lo que sería un complejísimo ejercicio de equilibrismo sobre una cuerda cada vez más floja. Y para que ningún matón se vaya de rositas, el Consejo Europeo le soltó también un nuevo sopapo al cada vez más enloquecido sultán turco, acordando la adopción de nuevas sanciones y citándose para adoptar sanciones adicionales de mayor calado en marzo si sigue en sus trece. Más mirar a su aliado/rival ruso al que sus agresiones en Crimea y resto de Ucrania le llevan costando entre un 1 y un 2% anual en términos de PIB. La EU no es el paraíso y actúa muy lentamente pero, eso sí, una vez que actúa es muy difícil de someter. Cuatro largos años ha resistido el desafío de Trump y en pocas semanas estará en capacidad de volver a actuar conjuntamente con Estados Unidos para fortalecer el multilateralismo, actuar contra el cambio climático y promover la democracia y los derechos humanos por el mundo entero, incluida la propia Unión Europea en la que húngaros, polacos y demás líderes autoritarios deberán andarse con ojo si quieren seguir recibiendo el maná de las subvenciones europeas. Sigue leyendo