Juanjo Cáceres
Múltiples son las esperanzas de dejar atrás de una vez por todas este amargo 2020, que quedará grabado en nuestro recuerdo dentro del abanico de años funestos. A veces un año aciago lo es para todos, porque suceden cosas que nos castigan como sociedad: por eso todos recordamos que 2008 fue el principio de una etapa dolorosa para miles y miles de personas o para nosotros mismos. Otras veces es la pérdida de un ser querido lo que nos ha golpeado y un año determinado queda grabado en nuestra intimidad como un momento de dolor.
Lo terrible de este año 2020 es que nos pueden haber sucedido las dos cosas a la vez: que hayamos sufrido una terrible pérdida, que la enfermedad haya castigado a nuestros seres queridos y que nuestras circunstancias personales hayan empeorado como consecuencia de la crisis derivada de la Covid-19. Sigue leyendo