Keynes y Roosevelt: precursores del Estado de Bienestar

Magallanes

El capitalismo sufrió muchas crisis antes de la Gran Depresión de 1929, pero ninguna tan terrible como esta última. Roosevelt fue nombrado presidente después de las primeras consecuencias de destrucción del tejido normal de funcionamiento de una economía capitalista. Hasta entonces se consideraba que el gobierno de un Estado debería, como cualquier empresa privada, mantener sus gastos en equilibrio con sus ingresos. Otra cosa eran las guerras, pero aquí la solución era la emisión de impuestos extraordinarios y empréstitos a los bancos para mantener con dificultades ese equilibrio. El patriotismo justificaba el endeudamiento a largo plazo.

Pero la gran depresión puso al borde de la destrucción total el funcionamiento de la economía con sus consecuencias de desórdenes públicos, hambre, guerras civiles y, sobre todo, una revolución comunista, como la que intentaron los espartaquistas alemanes que fracasó, y como la que triunfó en Rusia en 1917. La idea de que el capitalismo era funesto y que, al igual que sustituyó al feudalismo, tenía que ser sustituido por el socialismo, prendió en muchos intelectuales del mundo occidental que se afiliaban a los partidos comunistas de sus respectivos países. Sigue leyendo