¿Da para un VOX de extrema izquierda?

Senyor G

Así a bote pronto a mí también me sorprende lo que se intuye en la pregunta, aunque sea yo quien la haga. Se supone que cuando uno escribe tiene que tener muy claro lo que va a decir pero, una vez más, no es el caso sino más bien una exposición de inquietudes e intuiciones. Allá vamos.

Noto cierta fragua de organizaciones y personajes que se me van mostrando con cierto desacomplejamiento respecto a ciertos temas que en las últimas décadas en España iban más ligados a las derechas que a las izquierdas, o a mis izquierdas por lo menos.

La pregunta del título daría para mucho ya solo en explicar las definiciones de algunas de las palabras que uso, como cuando le preguntaron a Unamuno si creía en dios. Pero hemos venido a debatir como se iba al 1,2,3 a jugar. No sé si hoy el único que se ha ido topando en algunos espacios, no grandes, no de mayorías mediáticas ni organizativas, donde se muestra una izquierda (a la izquierda del PSOE) desacomplejada en el tema nacional, crítica con ciertos feminismos con más apogeo mediático, reivindicación de la familia, no incómoda con la jerarquización orgánica pero posicionada desde las élites, vuelta a propuestas organizativas “duras” del pasado… Sigue leyendo

Derecha extrema

Juanjo Cáceres

Desde el primer minuto sabemos que Vox no es un partido que pueda homologarse al resto de partidos parlamentarios. Sus mensajes se sitúan mucho más allá de lo aceptable. Al menos más allá lo que hasta ahora hemos considerado que encajaba dentro de las fronteras éticas comúnmente aceptadas. Pero lo cierto que buena parte del objetivo de Vox ha sido poner a prueba esos límites, hasta el punto que el viernes día 23 abril se produjo un importante salto cualitativo, cuando Rocío Monasterio, durante el debate de la Ser, rechazó condenar las amenazas de muerte contra Pablo Iglesias, entre otros.

La tensión vivida en el debate y todo lo acontecido después ha abierto en canal la campaña y ha producido cascadas de mensajes cuestionando la tolerancia hacia Vox, su “blanqueamiento”, la relación que deben mantener con ellos el resto de partidos… Pero probablemente para la extrema derecha fue tan solo una prueba de estrés, un nuevo intento de romper las reglas más elementales de la confrontación política y de tensionar un clima social fuertemente perturbado ya por más de un año de pandemia. Quizás también un intento de seguir escorando hacia la extrema derecha a sectores cada vez más amplios del Partido Popular, cuya deriva quedó bastante en evidencia por el tuit emitido por el Partido Popular de Madrid: “Iglesias, cierra al salir. 4 de mayo”. Sigue leyendo

Echar horas

Carlos Hidalgo

En mi breve pero feliz etapa en El País Negocios, me dejaron escribir sobre un tema que nunca me ha dejado de llamar la atención. Los llamados “precarios de cuello blanco”. Los chicos y chicas que, recién licenciados, son carne de cañón de las grandes auditoras, los grandes bufetes y en general cualquier empresa que se precia de su influencia. Ya sabéis, esas empresas que lo mismo te hacen la investigación “forensic” del BBVA para ver si Villarejo espió para ellos (sí), te deciden si Bankia debió salir a Bolsa (dijeron que sí, pero era que no), que te redactan los proyectos para conseguir fondos europeos.

El caso es que parece que mucho de ese prestigioso trabajo se cimienta en jornadas de 80 horas semanales y en sueldos de 24.000 euros anuales a “juniors”. Permitiréis que no me sienta muy tranquilo al saber si el que una empresa haga un ERE o no, o si nos van a llegar 1.000 millones de Bruselas depende del trabajo de un veinteañero que ha dormido tres horas en tres días y que se alimenta a base de cafeína y sándwiches de máquina. Sigue leyendo

Juana y Dolores

Alfonso Salmerón

Son algo más de las nueve de la noche. Juana y Dolores se disponen a cenar. Sobre la pequeña mesa de fórmica de la cocina, el papel abierto de la charcutería muestra media libra de mortadela que las dos comensales van cogiendo con las manos y poniendo sobre pedacitos de pan del que van dando cuenta muy despacio. Hay un completo silencio, apenas roto por el tintinear de los vasos cuando se acercan a la botella de agua del grifo para ser llenados.

Hace una noche fría de invierno en la cocina amarillo fluorescente de Dolores. Una cocina llena de vida antaño a estas horas. Esa alacena vivió durante más de tres décadas un trajín de abrir y cerrar de puertas ahora inimaginable, tres servicios al día para seis personas. En su interior, todavía resiste la vajilla verde de duralex, el pequeño bol de cristal que la abuela llenaba cada día con las aceitunas negras que tanto gustaban a la sobrina pequeña, y el recipiente de latón donde siempre hay café recién molido. Pero de eso hace ya demasiados años, cuando en la casa vivían los padres de Dolores, su hermano José y su marido Ángel, y los fines de semana se llenaba de sobrinos que venían de visita. Tardes de sábado de risas y televisión, cola-cao para los pequeños y el cubata de Larios para los mayores. Ahora apenas hay visitas, salvo su hermano Manuel, que se quedó a vivir en el mismo bloque tres pisos más arriba cuando se casó con la hija pequeña de la familia del segundo cuarta, su tutor, como a ella le gusta llamarle, el mismo que se encarga de los bancos, las compras, la compleja agenda de los médicos y la paga semanal de las cuidadoras. Sigue leyendo

El bueno, el feo y el malo

Meritxell Nebot Pedrol

Llego tarde. La suerte ya está echada y yo con estos pelos. Y es que la vida a veces no da para más y aunque querríamos evitar errores a nuestros seres queridos, darles nuestra opinión o aconsejarles pausadamente, el tiempo se nos escapa calle abajo y por más que corramos no nos dan las piernas para pararlo con dignidad. Así que aquí estoy, con el manual definitivo para elegir escuela bajo el brazo y las pre inscripciones ya cerradas. Así que de poco va a servir mi propuesta a los concursantes de este año, lo siento amigos.

Elegir centro educativo no es tarea fácil, lo sé. Las que tenemos hij@s lo sabemos. Todas queremos lo mejor para nuestros retoños y cuando digo lo mejor digo lo último, lo más, lo que no nos deje atrás ni a nosotras ni a nuestra prole. Queremos que aprendan, se formen, crezcan como personas, sean críticos, tengan un buen futuro y sean felices. Y con esa lista de la compra salimos a buscar escuela. Empieza la peregrinación de jornadas de puertas abiertas, visitas a centros, reuniones on line… Un via crucis que tiene lugar a eso de las 18h cuando termina nuestra jornada laboral y nuestro cerebro empieza a fallar. Porque no sé el vuestro, pero el mío a partir de media tarde, flaquea. Y así, con poca agilidad atencional y algo de nervios nos lanzamos a la reunión de turno. La que la providencia elija para esa tarde, porque claro, queremos ver ocho coles en tres días y echando cuentas así al tun-tun nos sale a más de una reunión por jornada. Y ahí empieza lo difícil, señoras y señores. Porque asistir a dos reuniones a la vez no es lo realmente difícil. Eso ya casi lo tenemos dominado con el ritmo de vida que llevamos… No, lo que supondrá la mayor dificultad es separar el grano de la paja, pescar lo relevante, no dejarnos embaucar por promesas milagrosas escogiendo entre los ocho colegios candidatos. Tanto que al final de la semana ya no sabremos ni siquiera emparejar la cara del director o directora con el centro bueno, el feo y el malo. Sigue leyendo

Dos finales y un principio

Arthur Mulligan

En algún momento de la niñez es raro que no aparezca una relación conflictiva con el balón, esa esfera inaprensible y artificial que no existe en la naturaleza; los paneles de cuero que lo forman son hexágonos y pentágonos dispuestos en forma de icosaedro truncado, una variante de los sólidos platónicos. Pura magia cuando se infla en el patio de un colegio y toma la forma esférica regular. Después vienen los pasos de dos niños al encuentro hasta que uno dice solemne señalando su pie “monta y cabe” y comienzan a elegir por turno a los compañeros de equipo.

Recuerdo haber jugado con otros chicos en la calle con dos jerséis a modo de portería móvil durante muchas tardes pero nunca en el colegio porque algún compañero insinuó que yo tenía unas piernas que parecían palos de golf y que además carecía de toque de balón mientras un hermano jesuita (de los que no sienten la llamada al sacerdocio ministerial como Arzallus o Bergoglio), un atleta de aldea, asentía complacido con su cabeza selectiva. Sigue leyendo

Culer democracy (y 2)

Senyor Barba

No hubo sorpresa, y se cumplieron los pronósticos. Joan Laporta ganó las elecciones a la presidencia del Barça con más de 30.000 votos y un 54% sobre el voto emitido. Tras él, un Víctor Font que irrumpió con fuerza en el escenario electoral blaugrana con casi un 30% de votos, y cerró Toni Freixa con algo más de un 8,5% de votos, consiguiendo, esta vez sí, más votos que avales, algo que no ocurrió en 2015, cuando Freixa presentó 3.289 firmas de aval para poder presentarse y a la hora de la verdad obtuvo solo 1.750 votos. Esto es algo que él atribuye, aún a día de hoy, a la aglutinación de voto útil anti-Laporta en la figura de Josep Maria Bartomeu. Quien sabe.

Tras una larga precampaña debido a los aplazamientos a causa de la pandemia, llegó la campaña y fue, como era de prever, flojísima, a imagen y semejanza de las campañas de todo pelaje a las que nos tienen acostumbrados en este país, y con el agravante de que se trata de un club deportivo, y con un cuerpo electoral de poco más de cien mil personas. Sigue leyendo

Alcanzar el tren

Carlos Hidalgo

Mientras siguen las salidas de tono en la política madrileña, entre una IDA llamando despreciativamente “subvencionados” a las personas de las colas del hambre y un Vox, que hace carteles electorales que copian a los del partido Nazi de hace un siglo y la Superliga, resulta que hay otras ruedas girando.

Una de ellas es de la economía. Resulta que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pese a ser considerado por todo el mundo como un miembro gris del sistema político de Washington, está haciendo varios movimientos un tanto revolucionarios. El primero es el de impulsar los gigantescos planes de estímulo de la economía, a un nivel incluso mayor que los que se pusieron en marcha durante la crisis -también de hace casi un siglo- de 1929. Saltándose las tradicionales recetas monetaristas, Biden apuesta por una fuerte inyección de dinero público en la economía. Y no solo a los bancos y grandes empresas, sino con ambiciosos programas de mejora de las infraestructuras, ayudas directas a la ciudadanía y un impulso muy decidido a las energías renovables. Para ello cuenta con la ayuda a regañadientes del Partido Republicano, que ahora no quiere quedar como el partido que se niega a dar ayudas a un sector económico muy magullado por la pandemia. Sigue leyendo

Para una mayor producción de vacunas mejor ampliar capacidades productivas y asegurar la transferencia tecnológica y de conocimiento que levantar patentes

Lluís Camprubí

En el debate público no hay cuestión más relevante que ver cómo aceleramos y aumentamos la producción de vacunas contra la COVID-19.

La relevancia de la cuestión y de explorar todas las opciones

Es una urgencia tanto sanitaria (llevamos más de 3 millones de muertos en el mundo y centenares de millones de afectados y sin vacunas las proyecciones son catastróficas) como económica. Una reciente estimación publicada en The Economist situaba la reducción de PIB global del bienio 2020-2021 en unos 10 Billones de euros lo que dicho de otra manera significa que cada mes que no controlamos la pandemia se pierden varios centenares de miles de millones de euros. Sigue leyendo

Tensión internacional disparada

LBNL

Puede que, como afortunadamente suele ser el caso, la sangre no llegue al rio pero la cosa se está poniendo muy fea, principalmente con Rusia, pero también con China. Rusia ha desplazado más de diez mil soldados a la península de Crimea y la frontera Este de Ucrania. Por otro lado, la salud del encarcelado activista anti-corrupción Navalny empeora. Además, a finales de la semana pasada Estados Unidos adoptó represalias de calado contra Rusia responsabilizándola del grave ataque informático (Solarwinds) de diciembre pasado. Y finalmente, el sábado Chequia expulsó a 18 empleados de la Embajada rusa en Praga por su vinculación con la explosión de un depósito de explosivos en 2014, de lo que informará en detalle durante la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores que está teniendo lugar hoy. En resumidas cuentas, Rusia sabotea, hackea, no respeta los derechos humanos de sus ciudadanos y amenaza a sus vecinos violando la Carta de Helsinki. Y Occidente – EE.UU., el G-7, la OTAN y la UE – está tomando medidas para hacerle frente. Incluso si la cosa no llega a mayores, China estará frotándose las manos, aprovechando para terminar de aplastar la democracia en Hong-Kong en violación de su compromiso de respetarla durante 50 años según el acuerdo con el Reino Unido por el que éste le cedió la soberanía en 1998. E incrementando también sus patrullas aéreas en los cielos cercanos a Taiwán y su presencia militar marítima por todo el litoral de islas artificiales que ha construído en el denominado mar del sur de China, sobre el que reclama soberanía completa frente a la irritación y protesta de todos sus vecinos. Sigue leyendo