El horror de Gaza

LBNL

Lo de Gaza es un horror que no cesa. No cesa cuando no hay tiros – pobreza, escasez de agua, racionamiento de energía, sobre-población… – y escandaliza cuando sangran los palestinos muertos y heridos por los bombardeos israelíes. Sangre que lamentablemente tiene que manar en cantidad suficiente para que cese la violencia, también la de Hamás. Es un ciclo viciado conocido. En esta ocasión fue Hamás la que empezó bombardeando las ciudades israelíes con centenares de cohetes. En otras ocasiones fue Israel quien empezó las hostilidades. Tanto da, el resultado es el mismo: destrucción física, palestinos muertos y heridos, alto el fuego pergeñado por Estados Unidos cuando el horror es insoportable para la opinión pública occidental y calma, con Hamás pregonando su triunfo por haber sido capaz de golpear al agresor y resistir su ataque, e Israel pregonando su triunfo por haber sido capaz de infligir un daño considerable a los terroristas fanáticos que pretenden su destrucción. Nada nuevo bajo el sol abrasador de Gaza.

Es inevitable no posicionarse a favor de la población civil palestina e indignarse con su sufrimiento: muchos judíos del mundo entero, Estados Unidos incluido, lo hacen también. Pero conviene también empatizar con el sufrimiento de la población israelí, que en los últimos días ha visto volar sobre sus cabezas más de dos mil “cohetes”, la mitad de los cuales ha conseguido impactar en su territorio. Y también analizar por qué se repite indefinidamente este ciclo vicioso sin que se atisbe solución. Porque despotricar contra la violencia israelí y rasgarse las vestiduras por los derechos humanos de los palestinos reconforta las conciencias, pero un análisis objetivo más amplio es más útil para acercarse a una solución para el futuro. Sigue leyendo