La respuesta esperada

Carlos Hidalgo

El otro día pedí a Aída Dos Santos que escribiera para este, nuestro querido blog. Aída, que como mujer joven se enfrenta cada día a varias situaciones que los hombres no vemos, ni siquiera concebimos. Para decepción mía (y de Aída) los comentarios que recibió su artículo fueron los mismos comentarios que reciben todas las mujeres que se quejan de ser tratadas injustamente: exageras, son cosas puntuales, ya será menos. Entiendo muy bien esa clase de comentarios porque, como hombre, sé que vivimos en un mundo muy diferente al de las mujeres. Aunque mi decepción (que no extrañeza) vino más por el alto concepto que tengo de los lectores (y de las lectoras) de este blog.

Los hombres vivimos en un mundo injusto, sí. Todos sufrimos alguna clase de injusticia a lo largo de nuestras vidas. Pero, de verdad, no vivimos el grado de acoso y menosprecio habituales de las mujeres. Y, sí, es verdad que no todos los hombres incurrimos en esos comportamientos, pero dejadme que os diga una cosa: todas las mujeres los sufren. Todas. Todas. Y si no, preguntad a vuestro alrededor. Sigue leyendo