Legalidad y legitimidad (y III)

Arthur Mulligan

Los motivos por los cuales se atribuye legitimidad a un ordenamiento son muy diversos, el más antiguo y general, y también más eficaz modo de legitimación de un cierto orden es el que tiene lugar por la tradición. En este sentido se habla por los teóricos del Estado con bastante razón de la “fuerza normativa de lo fáctico”. Dentro de varias representaciones de ordenamientos, presenta, sin duda, siempre singular relieve aquel que puede pretender la santidad de lo que siempre ha sido así; como su santidad se halla, para la mayoría, fuera de toda discusión, la legitimidad que se basa en la tradición no aparece, por lo regular, ni afirmada ni negada por la conciencia. La validez legitimada por la tradición aparece, casi siempre unida a una validez basada en la creencia de raíz sentimental de que el fundador de tal o cual ordenamiento era un elegido y poseía una gracia especial o singulares capacidades. A medida que progresa la cultura racional se apela, para legitimar los resultados a principios morales, siendo un ejemplo clásico de esto el que ofrece, ya desde los estoicos, el derecho natural.

La legitimidad de un orden social institucionalizado tiene carácter decisivo para las pretensiones de validez y de poder de aquella autoridad político social que lo instala y actúa. Un orden social constituido por reglas cuya observancia es exigida, es la forma de manifestación necesaria de toda dominación permanente. Lo que desde arriba aparece como dominación, visto desde abajo se presenta siempre como ordenación normativa. Ninguna organización autoritaria puede asegurar su poder y sus normas exclusivamente con su aparato coactivo. Precisa siempre buscar una legitimación, es decir, esforzarse por integrar a los súbditos en una comunidad de voluntad y valores que ennoblezca sus pretensiones de poderío; lo que significa que debe intentar justificar sus pretensiones de dominación mediante contenidos ideales y hacer que los súbditos las acepten interiormente como una obligación normativa. Sigue leyendo