Todo tiempo pasado no fue mejor

Carlos Hidalgo

Rusia vuelve a quedarse sin McDonald’s, como en tiempos de la URSS. Pero que en el caso de la URSS era porque la economía del régimen soviético era incompatible con los negocios del capitalismo occidental. Y, además, porque consideraban a McDonald’s como un símbolo de cómo el capitalismo uniformizaba todo y vendía comida basura al proletariado. Ahora McDonald’s se va, no por un regreso del sistema económico soviético, sino porque el exceso de capitalismo descontrolado ha convertido a Rusia en una plutocracia mafiosa que se envuelve en el nacionalismo imperialista para sobrevivir. Y es ahora cuando la cadena de hamburgueserías, símbolo del capitalismo occidental, tiene que hacer a su vez una declaración política y rechazar el autoritarismo mafioso de Vladimir Putin. Irónico.

Tampoco el ejército ruso es lo que era, la verdad. Las temidas divisiones de tanques rusos y sus grupos de armas combinadas resulta que se estrellan una y otra vez contra un ejército más pequeño, más motivado y más flexible. Y, para colmo, la Rusia de Putin ya no fabrica e investiga como la URSS, porque la mafia no produce, sino que revende las cosas que roba, explota a los que producen cosas hasta que les echan y, en general, actúa como una rémora. Y el ejército ruso estaba lleno de mandos corruptos que vendían las piezas de sus armamentos a chatarreros y que vendían su combustible a agricultores. Los proveedores del ejército, a su vez, o eran empresas extranjeras o eran empresas controladas por mafiosos rusos que revendían máquinas y tecnología hechas en la República Checa, por ejemplo, como si las hubieran fabricado ellos mismos. Sigue leyendo