¿Han ido demasiado lejos?

Carlos Hidalgo

La semana pasada, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidió anular una de sus sentencias históricas “Roe versus Wade”, cuya interpretación hacía del derecho al aborto un derecho constitucionalmente protegido por los Estados Unidos. Nueve jueces conservadores – contra tres más liberales – han decidido que la Constitución de los Estados Unidos ha de ser interpretada en el siglo XXI de acuerdo con las doctrinas en vigor en el siglo XVIII. Así lo han dejado claro en su exposición de motivos y en el voto particular de uno de los más conservadores de todos ellos, el juez Clarence Thomas. Si uno supiera que esto es algo que se quedará sin más en los Estados Unidos, pues podríamos encogernos de hombros, despotricar acerca de la afición que tienen los estadounidenses a interpretar todo de manera literal y a la omnipresencia de las versiones más retrógradas de la cristiandad en un país que se dice consagrado a la libertad de culto.

Sin embargo, como este parece un paso más en la ola de involuciones reaccionarias que vivimos hoy en día, es preocupante porque las ondas creadas en los Estados Unidos nos van a llegar de una manera u otra. Sigue leyendo