Iván Redondo y los poderes ocultos

Arthur Mulligan

Este Rasputín incombustible, este asesor que lo ha sido todo en los gobiernos de Sánchez, y no solo de Sánchez, tiene una columna en La Vanguardia con el título genérico de The Situation Room (sala de situación) en la que explica, más que nada, su propia situación.

Cualquier persona sensible puede comprender la desazón y el desgarramiento interior de quien ha sido rechazado por el jefe al que tanto amó y del que tanto recibió, pero en razón de esa sensibilidad, también comprende que fuera de los pasillos del poder, el frío es glacial en la lejanía del foco y solo queda el ataque canino simultáneo de los amigos y enemigos vejados por tanta incomprensión. Sigue leyendo