Nuevo curso, nuevos vientos

LBNL

Espero que hayan tenido, o mejor aún, todavía estén teniendo, un buen verano. Por mi parte no me puedo quejar: sol, playa, familia, tiempo con los niños… en fin, lo típico y sin incidencias graves, lo cual es de agradecer porque cuando uno menos lo espera, surge un problema serio y los planes se van al garete, especialmente si los planes son complejos, que lo eran, pero afortunadamente no fue el caso. Toca ahora, pues, descansar de las vacaciones superando la depre de la vuelta al curro, para la que, al menos yo, no he tenido tiempo porque ha sido casi pasar de cero a cien en nada, incluidos vuelos y noches en hoteles de negocios, todo ello siempre interesante pero también cansado. Y encima, se nos echa encima el otoño con el consabido peligro de recesión a lomos de la inflación galopante y la amenaza del corte total del gas ruso.

Especialmente porque, como se esperaba, Ucrania ha lanzado su contra ofensiva y está consiguiendo resultados aceptables, pagando un alto precio pero infligiendo pérdidas todavía mayores al invasor ruso. También buena noticia es que han ido saliendo los primeros envíos marítimos de grano ucraniano, lo cual ayudará a atemperar la grave carestía del pan en otros lares, señaladamente África, reduciendo también el riesgo de inestabilidad y revueltas de las que los más pobres siempre salen peor librados. Sigue leyendo