Un año más

LBNL

Un año más en nuestras vidas y un año más de Debate Callejero, y ya van la tira (desde 2006… para quién no lo sepa). ¡Y menudo añito! Esperemos que el próximo sea un poquito más relajado, aunque no parece… Porque a decir de los últimos acontecimientos políticos, la crispación no solo no parece aflojar, sino que amenaza con tornarse en crisis institucional seria… Esperemos que el agua no llegue al río y que en pocas semanas – previa subsanación de la inconstitucionalidad procedimental alegada por el Tribunal Constitucional – tengamos renovados no solo a los dos magistrados del TC que nombra el Congreso sino también a los dos que debería nombrar el Consejo General del Poder Judicial. Y ya de paso, nombrados también a los nuevos vocales del CGPJ, que también llevan varios años de prórroga a cuenta de la cerrazón del PP para pactar su nombramiento con la excusa de que Pedro Sánchez quiere apoderarse de las instituciones o de que hay comunistas en el Gobierno o vaya usted a saber. Manda narices…

Y si no, pues seguiremos funcionando a media velocidad, al menos en lo que se refiere al poder Judicial, pero lo que más importa es que el Gobierno siga gestionando los muchos frentes abiertos y especialmente el económico. Porque la guerra en Ucrania no va a remitir y las tensiones económicas – primordialmente energéticas, pero no solo – tampoco. España ha liderado y, aunque timoratamente y desde luego tardíamente, la UE ha adoptado varias medidas que limitarán la factura energética si vuelve a desbocarse. Y mientras tanto, seguirán llegando los 70 mil millones de subvenciones a fondo perdido a cuenta de la crisis del COVID y, noticia reciente, más de 80 mil adicionales en créditos “blandos”, que el Gobierno no contaba con pedir pero que, tras la subida de los tipos de interés, resultan más atractivos que acudir a los mercados. Sigue leyendo

Mi 2022 en Debate Callejero: un año de furia

Juanjo Cáceres

Cuando llega el final de año, hay gente que elige echar la vista atrás y otros que prefieren mirar hacia adelante. En mi caso me siento en la necesidad de hacer diversos balances y de los mismos no está excluido Debate Callejero, espacio al que he contribuido durante 2022 con 24 textos, que culminan con el que tienen ante ustedes, el vigésimo quinto. En mi caso, mirar hacia atrás me sirve para revisar cuáles han sido los ejes temáticos que me han llamado la atención y para comprobar en primera persona si lo aquí redactado han sido ocurrencias puntuales, simples disparates o bien ha quedado alguna idea relevante sobre el papel.

Creo que la guerra de Ucrania ha sido en buena medida el centro de gravedad sobre el que ha basculado todo. En El mundo después de Putin y Paradojas bélicas la he abordado como tema central, pero cuando la guerra reaparece en Europa, creo que lo más necesario es recuperar la perspectiva histórica (quizás debido a un sesgo de itinerario, dados los numerosísimos años que dediqué a formarme en la materia). Este 2022 lo he hecho en varias ocasiones: en Miradas 104 años después (Primera Guerra Mundial), El último soviético (Imperio soviético) y, fuera de la temática ucraniana, en Exilio a cuerpo de rey (sobre la monarquía borbónica). También en otro texto más reciente, Una vida cualquiera, donde recurriendo a la falsa biografía y con escaso eco, traté de poner en perspectiva algo más de cuarenta años de historia reciente, para evocar lo que para mí es una de las claves del presente: un profundo, impreciso y a veces intangible malestar civilizatorio. Sigue leyendo

Dos malos no hacen uno bueno

Carlos Hidalgo

El Partido Popular lleva más de cuatro años bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuya composición aún refleja la mayoría absoluta conseguida por Mariano Rajoy en 2011. Ese mismo Poder Judicial, aun siendo consciente de que se está saltando los plazos fijados por la ley y la Constitución, no sólo no da un paso atrás, sino que ahora obstaculiza igualmente la renovación del Tribunal Constitucional.

Tras años de negativas, principios de acuerdo que quedaban en aguas de borrajas e interminables excusas del PP, parece que el PSOE, en un movimiento que parece un tanto desesperado, se propone cambiar las mayorías necesarias para ambas renovaciones introduciendo de urgencia una enmienda en una ley que no tiene nada que ver, sino que es una transposición de normas europeas. Un mecanismo que el propio PP usó en 2003, que fue denunciado por el PSOE como anticonstitucional y que, de hecho, fue declarado inconstitucional posteriormente. Sigue leyendo

Sin ti no soy nada

Arthur Mulligan

 

Una de las consecuencias primeras de la supresión del delito de secesión (un antigualla al decir de los doctos espontáneos) es la inexistencia de secesionistas por su elevación automática a la muy noble categoría de soberanistas, en la cual, de algún modo respetable, quien más o quien menos todo el mundo se reconoce incluido. Más aún, la consideración del Tribunal Supremo sobre los sucesos acaecidos en Cataluña en Octubre de 2017 se ratifica como resultado de una ensoñación y por lo tanto carece de sentido especular sobre el tipo de delito aplicable a esos sucesos porque los sueños tienen una matriz calderoniana bien expresada por nuestro clásico: todo en la vida es sueño y los sueños, sueños son.

 

“Pedro ¿qué es una nación? “preguntaba el saduceo atolondrado de Patxi López sin saber que su sueño de alcanzar la secretaría del partido era eso, un sueño, como el de ser lehendakari algún día con la ayuda del PP. Sigue leyendo

Los personajes y las personas

Juanjo Cáceres

Una persona puede ser muchas cosas a la vez, cosas que incluso resulten contradictorias en apariencia. Puede ser, por ejemplo, un genio, y a la vez un embaucador. Puede ser humilde, pero a la vez generar a su alrededor un personaje de ficción chulesco y provocador. Puede incluso ser tímido, pero vivir permanentemente en la arena de la disputa dialéctica, sin hacer ascos a las embestidas, ni rehuir el cuerpo a cuerpo. Ejemplos de seres capaces de aunar características tan dispares hay muchos, siendo dos de ellos especialmente famosos: el político mutado en periodista, Pablo Iglesias y el jugador mutado en entrenador, Luis Enrique.

Cuando nos encontramos ante personajes así, se producen inevitablemente algunos efectos: que se generen legiones de seguidores y detractores a su alrededor, que la forma como se les juzga tenga más que ver con el grado de filia o fobia que cada individuo siente hacia ellos y también que a las personas que les toca interpretar el personaje les cueste saber cuándo han de volver a ser ellos mismos. Ese volver a ser ellos mismos no tiene que ver solo con el cargo que ocupan en un momento determinado, pues el personaje puede seguir existiendo más allá del mismo, debidamente reconvertido. El caso de Pablo Iglesias, que ha transitado desde tertuliano hasta impulsor de un canal televisivo, pasando por secretario general, presentador, vicepresidente del gobierno y titular de un podcast, es un caso paradigmático de cuan variopinta puede ser la reinvención de un personaje en un corto espacio de tiempo. Sigue leyendo

La (in)competencia digital en las escuelas

David Rodríguez

Hace unos meses, la Conferencia Sectorial de Educación, que agrupa al ministerio y a los gobiernos autonómicos, aprobó la evaluación de la competencia digital de todo el profesorado. Se ha llegado al compromiso con la UE de que al menos un 80% de los docentes serán evaluados antes del curso 2024-2025. La idea tiene como objetivo la mejora de las destrezas digitales de los profesionales educativos, y el aprovechamiento de las mismas para un incremento de la calidad a la hora de impartir la docencia.

Como suele ser habitual por estos lares, el deseo del gobierno y de las autonomías choca de frente con la cruda realidad de muchas escuelas, que carecen de los recursos suficientes para hacer llegar la tecnología digital al conjunto del alumnado. De hecho, en ciertos lugares el uso de estos medios para el ejercicio cotidiano de la docencia tiene una calidad que deja mucho que desear, e incluso algo tan sencillo como mostrar al alumnado un sencillo contenido audiovisual se convierte en una odisea de dimensiones colosales. Sigue leyendo

¿Sí, se puede?

Carlos Hidalgo

Tal vez recordéis un tiempo en el que, durante unas elecciones municipales, la gente salió a la calle gritando “¡sí, se puede!”. Y se pudo. Esos fueron los años de los llamados “Ayuntamientos del cambio”, en los que candidatos y agrupaciones relacionados de alguna manera con Podemos se hicieron con varias alcaldías importantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Cádiz…

En Madrid el cambio duró solo una legislatura. La lista de la exjueza Manuela Carmena era tan dispersa y tan inexperta, que la carismática alcaldesa rápidamente pasó de emprender cambios en la ciudad a defenderse del fuego proveniente de su propio bando; unas veces en forma de acusaciones de no representar correctamente a la izquierda más pura y prístina, otras en forma de pirotécnica incompetencia de algunos de sus concejales. Sigue leyendo

Lecturas recientes sobre la pandemia, Ucrania, Europa y la crisis del neoliberalismo

Lluís Camprubí

Sobre estas cuatro cuestiones (y algunas de sus intersecciones) he ido apuntando cosas en las últimas columnas. En esta ocasión, para actualizar, me gustaría recomendar algunas lecturas recientes sobre ellas.

Sobre la pandemia, saludar la aparición de un consenso científico internacional sobre cómo acabar con la covid-19 como amenaza para la salud pública.  En este sentido, conviene no olvidar los riesgos de la minimización/normalización/conllevancia de la pandemia, nos recuerda Jessica Wildfire. Así mismo, saludar la aparición en prensa generalista de cada vez más tribunas alertando del riesgo del long covid/covid persistente para la salud pública, como esta de Gorka Orive. En clave actualización científica, importante este estudio que nos alerta del riesgo acumulativo de las reinfecciones para el long covid y la exacerbación de distintas patologías crónicas, así como la evidencia creciente del impacto del long covid en niños y adolescentes, población muchas veces ignorada al respecto. Finalmente, de interés la recopilación de fuentes que hace Adam Tooze para ilustrar la complejidad del reto (sanitario) que tiene por delante China. Sigue leyendo

Una vida cualquiera

Juanjo Cáceres

Naces irrumpiendo en los años 80. Tus padres contemplan cómo las llamas encienden un pebetero en Moscú y das tus primeros pasos en un país que se dispone a celebrar un Mundial de Futbol. ¡Qué gran acontecimiento y qué pequeño eres como para recordar después algo de todo aquello!

El atentado de Hipercor y la nominación a los Óscar de Almodóvar te alcanzan en la escuela. A punto de salir de ella disfrutas del mayor espectáculo del mundo en tu ciudad: unos Juegos Olímpicos. Es un año mágico, de orgullo y satisfacción, en el que tus padres no dudan en viajar hasta Sevilla para visitar la Exposición Universal, donde descubres una forma de imaginar el mundo que pone un broche de oro a esa infancia que ya termina. Sigue leyendo

Tranquilícese, caballero

Carlos Hidalgo

Estos días se ha comentado bastante en las redes un artículo de “The Economist” titulado: “Los españoles son demasiado gruñones con su política”. Y de subtítulo: “La verdad es que las cosas están marchando bastante bien”.

Y es que, a los españoles, como buenos latinos, nos gusta el drama y echar pestes de nuestro país. Pero tenemos más motivos para estar orgullosos de nosotros mismos además de la selección de fútbol o de los tenistas que coloquemos en la clasificación ATP.

España era un país del llamado “Segundo Mundo” a finales de los años 70. La esclerosis institucional y la mediocre economía eran más propias de la Polonia de Jaruselzsky que de un país desarrollado. Durante la transición, los españoles, conscientes de cómo éramos, nos pusimos las pilas e hicimos un esfuerzo de país por poder sentarnos en la mesa de los mayores en Europa. Sigue leyendo