Juanjo Cáceres
«Me la van regalar quan em voltaven, somni dels meus quinze anys…”. Cerca de la medianoche del 23 de diciembre, las primeras estrofas de “Una guitarra” empiezan a sonar por penúltima vez sobre un escenario en la ya cansada y notablemente envejecida voz de Joan Manuel Serrat. Con los músicos ya entre bastidores, todo exactamente igual que como empezó: están en el escenario solamente Serrat y su guitarra. Va a ser la última canción, quedan escasos minutos para que finalice su despedida en el Palau Sant Jordi, pero, repentinamente, el noi de Poble Sec se detiene, incómodo con el sonido de una guitarra que tampoco consigue afinar.
¿Es realmente la guitarra? ¿O tal vez es el darse cuenta de que ahora sí es el final? ¿O quizás no es nada de eso, sino que es el mismo Tiempo el que lo para todo para impedir que Serrat deje de cantar? Sigue leyendo