LBNL
No va mal. Maticemos. Por supuesto va fatal para todos los que mueren en el frente, ucranianos y rusos (la mayoría no quería ir), y también para los civiles ucranianos que día tras día son bombardeados por misiles rusos en sus casas, en sus ciudades y en sus pueblos, para los que mueren o son heridos, por supuesto, pero también para los que salen ilesos pero tienen que soportar el frío sin calefacción, electricidad o incluso agua corriente dada la concentración de los misiles rusos sobre las infraestructuras civiles. Dicho lo cual, en términos bélicos o militares, Rusia no está consiguiendo avanzar apenas, ni siquiera para recuperar el territorio conquistado inicialmente y luego perdido (Jersón y los alrededores de Jarkiv). Y Ucrania, con la ingente ayuda militar que está recibiendo del Occidente democrático, consigue derribar muchos drones y misiles rusos y ha alejado la artillería rusa a posiciones desde las que no puede castigar a las tropas ucranianas.
Ambos bandos están preparando sendas ofensivas para dentro de pocas semanas. De ahí el intenso debate sobre los tanques que necesita Ucrania para tomar territorio – con baterías antiaéreas y artillería no se conquista terreno. Rusia intenta reponer la gran cantidad de armamento que ha perdido ya pero tiene grandes dificultades para hacerlo, entre otras cosas por las sanciones occidentales sobre componentes tecnológicos indispensables. De ahí que siga tratando de comprar todo lo que puede a Irán y Corea del Norte (dime con quién andas…). Pero una cosa son drones baratos que, aunque muy dañinos (y costosos de derribar: el misil antiaéreo es mucho más caro que el dron), no sirven para avanzar, y otra bien distinta, tanques que puedan hacer frente a los occidentales que están en camino (NB: Rusia tiene un tanque moderno -nunca probado en combate- casi a punto, pero el casi está resultando mucho más largo de lo esperado). Sigue leyendo