Tranvías y pistas de tenis

Julio Embid

Voy a abrir con una sentencia que igual el Julio Embid de 2040 no me perdona: “No me gusta el tenis”. Me parece aburridísimo. Nunca he podido ver un partido completo. Me quedo dormido al segundo saque. No entiendo que primero se cuente 15, luego 30 y luego 40 en lugar de 45. Sé quién es Rafa Nadal o Roger Federer, pero nunca he visto un partido completo excepto en la Game Boy o en la Wii. Me alegro de que gane Rafa Nadal, igual que si gana la selección española de balonmano a la selección francesa de balonmano, pero tampoco deseo que pierda ni mucho menos. Esta opinión, personal e intransferible, igual choca con la de otros de nuestros lectores que probablemente no les guste ver vídeos de Youtube de cocina, ver First Dates después de cenar o jugar a Battlemech una vez por semana. Tres actividades que debo confesar que, a mí, me gustan bastante pero por las que no tengo ninguna intención de hacer apología.

A nadie intento convencer de mis filias y de mis fobias personales y como liberal (en el buen sentido, no en no pagar Impuesto de Sucesiones por los locales de tu tía la soltera a la que veías una vez al año) entiendo que cada uno es libre de pasar su tiempo libre como quiera siempre y cuando no moleste a los demás. Fácil y sencillo. Sigue leyendo

Voces transtemporales

Juanjo Cáceres

A menudo se menciona a Podemos, a Sumar, a Pablo Iglesias y a Yolanda Díaz como siglas y personas que parecen mostrar más dificultades de la cuenta para alcanzar acuerdos. Muchos aseguran no comprender por qué no existe aún una vía de entendimiento entre todos ellos, como si fuera una cosa inexplicable y no una prueba más de que existen pocos misterios de la vida, pero sí mucha vidilla cuando surgen misterios. ¿Y cuál es el misterio aquí?

Pablo Iglesias y Yolanda Díaz son lo mismo, pero viven su existencia con casi diez años de diferencia. Pablo Iglesias existe única y exclusivamente en un universo cuyo calendario marca permanentemente 2014 y es desde ahí desde donde habla a Yolanda Díaz y al resto de la humanidad. Por su parte, Yolanda Díaz vive y ha vivido siempre en 2023. Esa voz suya de este 2023 es la misma que hemos oído todos desde el día en que Pablo Iglesias anunció que se marchaba a las trincheras madrileñas para enfrentarse a Ayuso, en ese lejano febrero de 2021. Y como las normas de la física son siempre iguales, la voz de 2023 de Yolanda, que ya existía en 2021, será también la misma voz seguiremos oyendo en 2024, 2025, 2026… Sigue leyendo

Sumar, Podemos y restar

Carlos Hidalgo

Cuando Pablo Iglesias Turrión se retiró de la política, tras movilizar a toda la derecha en las elecciones a la Comunidad de Madrid, dijo que lo hacía porque era consciente de que “restaba más de lo que sumaba” y dejó la política señalando a Yolanda Díaz como la sucesora del proyecto político de Podemos.

Todas esas palabras se las ha llevado el viento. Iglesias sigue haciendo política y dicta doctrina desde su podcast y su programa de youtube con aspiraciones a ser televisión. Y aunque ahora no ostenta cargo orgánico alguno en Podemos, lo que él dice suele ser repetido con las mismas palabras y casi con la misma entonación por Ione Belarra e Irene Montero.

Ahora todo son dificultades para Yolanda Díaz, las insinuaciones de que es una traidora con dos caras son constantes y las negociaciones para ver si se suman a su plataforma, “Sumar” son inacabables. Y muy del método de Pablo Iglesias. Sigue leyendo

El gobierno de Feijoo en manos de Pablo y Yolanda

LBNL
Así dicho parece un poco fuerte pero, si lo piensan un poco, Feijoo solo puede llegar a la Moncloa si Pablo y Yolanda optan por suicidarse acudiendo a las elecciones generales de (muy probablemente) principios de diciembre. Pablo reclamaba primarias para sumarse a Sumar, valga la redundancia, y Yolanda, que ha anunciado la presentación (¡finalmente!) de su proyecto político el próximo 2 de abril, ya ha aceptado que las haya pero aún así Podemos se mantiene firme en no acudir al acto – al que sí han confirmado asistencia Izquierda Unida, Más Madrid, En Comú Podem, Compromís y la Chunta Aragonesista, entre otros – si antes no se cierra un acuerdo bilateral entre ellos y Sumar. Es decir, Podemos reclama un status especial entre las demás formaciones de izquierda, quizás sobre cuestiones programáticas y, de seguro, sobre cómo será el proceso de primarias: censo – ¿las militancias de las diferentes fuerzas o abierto?, circunscripción ¿por provincias o única?, sistema de voto ¿online o presencial?…

Pablo designó a dedo a Yolanda como su sucesora en la vicepresidencia del gobierno, incluso a espaldas de ella, como él se encargó de difundir y ella ha reconocido. Y, conociéndole, lleva muy mal que la Vicepresidenta pretenda erigirse en líder de toda la izquierda a la izquierda del PSOE sin la tutela de su “padre político”. Como lo llevan mal las dos lideresas de Podemos dentro y fuera del gobierno: la ministra Irene Montero y la secretaria general Ione Belarra. Yolanda ha declarado – una de cal y una de arena – que las negociaciones – con todas las fuerzas políticas llamadas a participar, incluido Podemos (es decir, Podemos como una más) – están en curso y que no ve ninguna razón para que Podemos no acuda al acto de presentación (es decir, que no acepta que el acuerdo bilateral sea una pre-condición). Así las cosas, es altamente improbable que Sumar sume todo lo que sería deseable el día de su presentación. Y a lo peor no lo haga nunca, lo que pondría la Moncloa en bandeja a Feijoó. Sigue leyendo

No escribir de Tamames ni del Banco de España en Barcelona

Senyor G

Escribo esto justo hoy que está la moción de censura, de la que debería hablar si me acompañase el don de la oportunidad, pero me parece demasiado complicado de afrontar ahora mismo. Quiero decir que me sabe fatal, pero cuando veo al señor Ramón Tamames solo veo un señor muy mayor y especialmente atribulado para la situación. No le daré la razón a Feijoó en aquello de “Si fuese mi padre, no le dejaría hacer esto”, no se la daré en la posibilidad de prohibir un hijo a un padre incluso en esta situación. En que las cosas del cuidado en general de la familia siempre hay más consejos que manos. Sí que se la daré en el sentimiento y sensación que creo que le acompaña al decirlo.

Sí que me sorprende la reiteración en la ex filiación comunista de Tamames, creo que sí que es una cosa a decir, pero no sé si tan reiterada dados los cambios de vinculación política que ha tenido. No podemos hacer el experimento y que alguien le diese por presentar a Verstringue desde la izquierda o así, y ver cuánto se destacaría su secretaría general de Alianza Popular o todo lo que vino después. Sigue leyendo

¿Preparados para el circo?

Carlos Hidalgo

Esta semana ya podemos ir acaparando palomitas, buscar un sitio agradable y una tele moderna para ver el lamentable espectáculo que se desarrollará los días 22 y 23 de marzo en forma de moción de censura. Tamames, el candidato propuesto por Vox, el partido proponente, parece no ser muy consciente del sainete que protagoniza y, encantado, se deja entrevistar por todo aquel que se le acerque, dejando claro que le da igual Vox, que le da igual el gobierno de Pedro Sánchez, que le da igual lo que se piense de él, que él lo único que quiere es subirse a la tribuna del Congreso para quedarse a gusto, soltando una filípica que, según se ha filtrado, tiene más retorica que sustancia.

Mi compañera Lara Hermoso, con una dosis considerable de puntería y mala leche, ja definido su intervención como “un discurso con estructura de conferencia del Club Siglo XXI”. Esto es: pretenciosa, pedante y anticuada. Sigue leyendo

Del gótico a la ciencia ficción: cambio de género al final del camino

Arthur Mulligan

Víctor Frankenstein representa un típico genio loco, un genio que rompe con toda barrera moral, social, científica y, en cierto modo, religiosa, al padecer de una megalomanía y un narcisismo exacerbado. Al igual que en la novela gótica se abren muchas preguntas sobre la ética humana, el monstruo que recrea Mary Shelley con la técnica del traspaso de órganos y tejidos es un símbolo de que todos podemos llegar a ser malvados porque la maldad vive dentro de nosotros junto a la bondad y el mundo irracional; es por eso que en su forma política moderna el gusto por la aparición de cadáveres de malvados (Franco, Queipo); viajes en el tiempo (la II República, la Guerra Civil Española) o sátiros excarcelados con pulsiones sexuales intactas, renuevan el género.

Pero como siempre ocurre en los gustos anacrónicos (uno de ellos el marxismo político) o sencillamente en la ausencia de gusto – lo kitsch o lo hortera nacional – la historia se repite, primero como drama y luego como farsa. Lo novedoso, aunque no tanto en la naturaleza (véase la capacidad mutante de los virus), es la rapidez de los cambios y de la previsión de su inmediatez, de la supervivencia de los participantes y sus clases. Sigue leyendo

Pensiones, jóvenes, autónomos, edadismo e inclusión

Juanjo Cáceres

Se anunciaba la semana pasada semana la nueva propuesta de acuerdo para el sistema de cómputo de las pensiones, que tiene como principal gancho el mantenimiento durante los próximos veinte años del cálculo de las mismas sobre los últimos 25 años trabajados, completado ahora por la alternativa de que sean 29, con el beneficio de eliminar los dos peores. Esto implica que es probable que los que, como yo, andamos cerca del medio siglo y los que lo sobrepasan ampliamente, nos jubilemos con ese modelo, si es que vivimos bastante tiempo como para conseguirlo. O como diría Batman, si vivimos suficiente como héroes del trabajo para convertirnos en villanos pensionistas.

No es mi intención revisar las entrañas de dicho acuerdo, que tal y como se ha señalado va a suponer un esfuerzo aun mayor de coste sobre las rentas del trabajo y que ya ha puesto de morros a la patronal, pero no es exagerado considerarlo la reforma menos regresiva de las que se han producido en las últimas décadas, ni puede negarse que entraña incluso elementos de progresividad. Sigue leyendo

El Silicon Valley Bank y el pánico de los megarricos

Carlos Hidalgo

Hace tan solo unos meses los bajos tipos de interés y el aumento de capital tras superar la crisis de 2008 hacían que hubiera bancos y fondos de inversión que tuvieran tantísimo dinero que realmente no sabían qué hacer con él. Los muy ricos pasaron a ser megarricos porque esos mismos fondos sobrecapitalizaron sus empresas sin ver si realmente había valor detrás de ellas o no y las criptomonedas pasaron a ser una inversión aceptable porque, qué demonios, había tanto dinero que por qué no probar.

Ahora, tras una pandemia, una crisis mundial de inflación provocada por unas redes de suministro rotas y unas empresas que no quieren bajar el ritmo de años anteriores, el dinero ha vuelto a ser tan cobarde como siempre ha acostumbrado a ser y, tras huir de las criptomonedas, empieza a huir de las inversiones mal llamadas “disruptivas”. Sigue leyendo

Disparates en los libros de texto

David Rodríguez

Los libros de texto que caen en manos del alumnado español ya han sido objeto de polémica en más de una ocasión, pero el problema está lejos de ser resuelto. Quería destacar aquí una joya que aparece en el libro de “Economía de la Empresa” de segundo curso de Bachillerato, y que hace referencia a la primera característica que según la autoría del libro presentan las pequeñas y medianas empresas: “Poca formación empresarial. El empresario tiene pocos conocimientos técnicos, que frecuentemente ha adquirido en la gestión de la misma empresa. Al gestionarla, se mueve más por impulsos y ganas que por una formación académica adecuada”.

Más allá del mantenimiento del lenguaje sexista en pleno año 2023, las afirmaciones que se realizan son completamente disparatadas, ajenas a la realidad y totalmente prejuiciosas hacia las pequeñas y medianas empresas de nuestro país. Además, destilan un cierto clasismo simplista, ya que parecen reducir las pymes al tejido comercial de nuestros barrios, donde resulta que las personas que las gestionan no tienen la formación adecuada para atender a la clientela, como si las grandes multinacionales prestaran un magnífico servicio en este sentido. Sigue leyendo