Manuel Lobo
Hace unos días escribía por aquí sobre una de mis pasiones, relacionada con mi trabajo, rompiendo una lanza a favor del uso de la madera… en esa ocasión intentaba romper un mito que tenemos en nuestro país, acerca de la supuesta deforestación que provoca el uso de madera, cuando la realidad es justo la contraria, como así también lo indicaba uno de los comentaristas.Hoy, permítanme que hable también del uso de la madera, pero desde un punto de vista más sentimental.
El título del artículo, he de decir que no es mío… está extraído de una charla TED de un arquitecto canadiense que está desarrollando proyectos de rascacielos con madera… Sí, han leído bien, rascacielos con estructura de madera.
En esa conferencia, lanzaba una pregunta…¿a alguien se le ocurriría abrazar una columna de acero o de hormigón? Mediten unos segundos… estoy casi convencido que la respuesta será no. En cambio, manifestaba haber visto a una persona que, al entrar en unos de sus edificios proyectados con estructura de madera, abrazarse a un pilar….
Esto tengo claro que es exagerado, pero, ahora, les hago otra pregunta para reflexionar… ¿quién no acerca su mano a tocar algún objeto de madera que tenemos cerca? Si se paran a observar, verán como un pequeño movimiento casi involuntario hace que las yemas de nuestros dedos rocen este material.
La madera es un material que siempre nos ha acompañado en nuestras vidas de una forma u otra, generando casi siempre buenos recuerdos y sensaciones… la cuna donde dormimos de bebés, los primeros juguetes que nos permitían aprender, las pizarras de los colegios donde aprendimos, los parques y bosques donde jugábamos, hasta ahora como el sofá donde nos relajamos al llegar a casa, o los muebles de la cocina donde nos preparamos el desayuno cada día…
Al margen de todo esto, la realidad es que en España se consume poca madera comparado con los países de nuestro entorno.
Esta afirmación llama la atención cuando en superficie forestal, somos el cuarto país europeo tras Rusia, Finlandia y Suecia y además tenemos un sector de mueble y carpintería muy activo en exportaciones.
Aparte de los problemas del sector, que en próximas entradas hablaré de ellos, hay una realidad que marca la diferencia… el uso de la madera en el sector de la construcción, donde su uso es testimonial y dónde además puede aportar grandes ventajas a algunos de los problemas que tiene por delante el sector.
El incremento del uso de madera tiene efectos más allá de la propia industria… quizá los más interesantes sean los efectos sociales que provoca. Y es que la extracción de madera no se realiza en grandes núcleos urbano o industriales, sino en el monte y en zonas rurales.
Entonces, incrementar el uso de madera, ¿no puede ser parte de la solución a la despoblación de muchas zonas de nuestro país y ser un motor para el reequilibrio territorial?
Yo así lo creo y lo defiendo.
Próximamente más…
Se agradece la temática. Muy interesante
¡¡¡¡¡El lobista maderero!!!!!!»
Por supuesto, es una broma de viernes. No sabe Manuel lo que se agradecen la inclusión de temas nuevos y refrescantes. Ahora bien, estaré en guardia por si alguna vez pasamos a hablar de la empatia con la madera a frases tipo «por eso es fundamental la modificación de art. x de la Ley tal que esta impidiendo xyz »
muchas gracias y un abrazo