Agnes Heller

Melinda

Teniendo en cuenta fachadolid y todos los machismos que nos ocupan a pesar de la labor realizada recientemente por este gobierno en contra de ellos, se me ocurre publicar en DC esta magnífica entrevista a Agnes Heller,  aparecida en el periódico Clarín de Buenos Aires en agosto. Con foto incluida de 81 años. Me parece una mujer revolucionaria. .

TERMINAR CON LAS TRADICIONES ES UNO DE LOS DESAFÍOS MÁS GRANDES

16/08/10  PorAdriana Carrasco, ESPECIAL PARA CLARIN

Agnes Heller sostiene que la revolución de la modernidad es la de las mujeres porque implica un cambio de formas de vida.

Sobreviviente del Holocausto y de la represión estalinista en Hungría, lo que a Agnes Heller más le llama la atención de Buenos Aires son las viejas construcciones.

Le resulta maravilloso estar en una ciudad que nunca fue tocada por la guerra. Sin embargo, no le interesa hacer filosofía urbana. Caminar le permite escaparse un rato de los cafés universitarios y de las discusiones sobre el uso de los términos en la ética contemporánea.

Heller pasó muchos años enseñando en Australia y en Nueva York, y desde hace un tiempo se instaló nuevamente en Hungría. A los 81 años sigue corriendo con la ventaja de que no pueda ubicársela más que fragmentariamente en alguna de las corrientes filósoficas del siglo XX. Durante algunas décadas ella misma se consideró una intelectual marxista . Perteneció a la Escuela de Budapest (que se propuso ejercer un pensamiento crítico para “reconducir” al socialismo hacia su democratización) y fue discípula y ayudante de György Luckács, destacado filósofo y crítico literario marxista.

Después llegaron el desarraigo obligado y los destellos de la posmodernidad. Pero no hay forma de confundirse. En su irónica manera de martillar las palabras aún se esconde cierta pasión de barricada.

¿Cómo se le ocurrió estudiar filosofía y, particularmente, ética?

Fue por accidente. Estudiaba Física, pero mi novio era estudiante de Filosofía y me convenció de que lo acompañara. Me llevó a una clase de Luckács pero yo no entendía una sola palabra de lo que estaba diciendo, así que pensé que eso debía ser ciencia y no puramente blablá. Pensé: “esto es lo que necesito entender, mi vida depende de que yo entienda esto”. Así que dejé las clases de Física y me metí en Filosofía.

¿Cuál es la diferencia entre la filósofa marxista de antes y la actual? ¿La actual está más cerca de los liberales?

Solía describirme a mí misma como marxista, pero después de un tiempo encontré mi teoría de la Historia. Abandoné el punto esencial del discurso marxista: el concepto del progreso histórico, la gran narrativa. Si una se rehúsa a la gran narrativa, toda su filosofía va a quedar reorganizada. Puedo decir que mi filosofía cambió, pero no puedo hablar de una ruptura.

¿Este cambio tiene que ver con la irrupción de la posmodernidad?

Desde ciertas experiencias históricas empezamos a entender la modernidad de manera diferente. Ya no aceptamos una única y exclusiva verdad. Desde la posición moderna todos sabían exactamente cómo eran las cosas. Ahora sería: “Yo creo esto, esto es la verdad”, pero eso es una seguridad personal.

¿Se sigue considerando una filósofa de izquierda?

Sí, pero no creo que la Filosofía sea de izquierda o de derecha. Soy una ciudadana y estoy del lado de la izquierda. Pero la Filosofía no tiene un sitio en el parlamento.

Agnes Heller llegó a Buenos Aires para participar en el III Workshop de Metaética organizado por el espacio cultural Garrick y el Centro de Estudios Filosóficos y Fenomenológicos Avanzados, que termina el miércoles.

¿Podría hablarse de una ética en sentido universal?

La pregunta es siempre cuál es el contenido del bien y del mal. Este contenido cambia según las culturas. En la cultura europea republicana democrática moderna se acepta el punto de vista universalista sobre la ética. Pero la ética no es empíricamente universal.

Estoy pensando en un personaje de su generación. El Che Guevara y usted tendrían hoy casi la misma edad. Su modelo de acción en algún punto sigue vigente para muchos jóvenes latinoamericanos y no parece tener mucho que ver con la adscripción a los valores de la cultura europea republicana.

El Che Guevara es un aventurero interesante. Él hizo en política lo que otros hicieron al descubrir el Polo Sur o el Polo Norte. Concretó una gran aventura al unirse a la Revolución, como médico era muy útil. Provoca gran admiración que no se haya trenzado en las luchas por el poder. Ha sido un hombre que vivió una buena vida, muy interesante como tema para una novela. Una suele enamorarse de los hombres que se exponen al peligro. Pero políticamente para mí no quiere decir absolutamente nada.

Muchos jóvenes aún piensan como ideal en una revolución marxista-leninista de corte guevarista.

El leninismo es lo peor que le pudo haber pasado al marxismo. Lenin inventó el partido totalitario, modelo que fue seguido incluso por los nazis. Marx habría sido el primero en protestar, porque él como persona era un anarquista. Lenin tampoco habría aceptado a Guevara, porque el Che era su propio modelo.

¿Es posible seguir pensando en una revolución?

Si vamos a hablar de revoluciones, la única gran revolución en la modernidad es la de las mujeres. No es una revolución política sino un cambio constante de formas de vida. Terminar con las tradiciones es uno de los desafíos más grandes.

Y atreverse a ser una chica mala.

Claro. Si eso quiere decir una chica que va siempre por su propio camino.

11 comentarios en “Agnes Heller

  1. Terminar con las tradiciones es un proceso evolutivo y requiere tiempo. Intentar acelerarlo es una tradición de izquierdas, que se ha terminado convirtiendo en manía, y que interfiere en el proceso, al enfrentar al normal desarrollo evolutivo el rechazo de los no adaptados aún.

  2. El tiempo resuelve, el hombre provoca.
    De joven se pretende ser mayor y de mayor se desea mantenerse joven ……. los años son los que son.

  3. De tradición a traición solo hay una letra de diferencia, o se asume el cambio, o el hombre transforma el término y actua en consecuencia.

  4. Saludos Melinda

    Con la revolución rusa tenía que llegar el nuevo hombre pero éste no llego y se continuaron con las mismas tradiciones. «Terminar con las tradiciones es uno de los desafíos más grandes» así como el crear nuevs tradiciones como podría ser incorporar al sistema el valor de la vida como fuente fiduciaria de riqueza para la supervivencia sotenible.

    http://www.youtube.com/watch?v=jcvd5JZkUXY

    saludos postradicionales

  5. Buenos dias Melinda,caballeros callejeros y cabelleras al viento:

    Hoy abro esta pagina de encuentro y debate democratico y me encuentro con una entrevista a una mujer con un increible parecido con alguien que todos conocemos ,mas abajo me dopy de bruces con cuatro catilinarias de Fernando «El breve» ,cuatro veces breve mejor que ninguna.
    Y extrañamente no tengo nada que decir….bueno si.
    Estoy hasta las narices de escuchar a las mujeres del PP,despreciar cualquier desapego a las politicas de los hombres y su curiosa forma de ver las cuotas en los partidos y en los gobiernos,hasta tal punto de tener que escuchar a Celia Villalobos decir que Ziluminatius se ha cargado a La Vice De la Vega para que «un hombre» como Rubalcaba le salve,contraviniendo sus contundentes cuotas,para renglon seguido decir que un gobierno no debe poner a una mujer como Leire Pajin ,por el sistema de cuotas y no por su capacidad politica.

    En fin no se si me he explicado ,pero Plauto decía, hace 2200 años: Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit, lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro.

    «La mujer es la loba de la mujer».

  6. Dignifica sólo el matrimonio heterosexual y carga contra el aborto y la eutanasia
    El Papa reivindica, en una homilía rancia, la “realización de la mujer en el hogar”

    En fin que se puede esperar de un Papa que compara nuestra situaciuon politica con la justificacion del golpe de estado de Franco…

    Si Dios existe ,esta sordo,ciego y no tiene sentimientos.

  7. Cuando leí esta entrevista en agosto pasado me impresionó bastante por varias razones, entre las que se encuentra la edad de la entrevistada, teniendo en cuenta su lucidez, modernidad y relevancia actual de su pensamiento. Pensé: quisiera ser como ella cuando sea mayor.

    Respecto a los parecidos que ves, Amistad, con esa persona de todos conocida, admito que puede haber algún parecido en el porte, pero poco más. Para mi Agnes Heller destila frescura e inteligencia, especialmente. No olvides, además, que, salvando otras distancias importantes, la entrevistada tiene veinte años más.
    Estoy completamente de acuerdo con esta pensadora en que «si vamos a hablar de revoluciones» (palabra que menciona la periodista y no ella), la gran revolución en la modernidad es la de las mujeres. En Occidente estamos enfrascados en ella no sin sufrir grandes avatares, avances y retrocesos (véase la homilía del Papa citada por Amistad), pero ahí estamos de forma imparable, parece ser. En otras partes del mundo, aún está por llegar. ¿Llegará?

    Si duda la «realización de la mujer fuera del hogar» conlleva desajustes importantes en la familia tradicional y constantes cambios en las formas de vida. Desde ese punto de vista, entiendo su reflexión sobre el gran desafío que supone acabar con las tradiciones.

    Comparto igualmente su juicio sobre el leninismo.

  8. Off Topic…

    Adios, adios. Si, vuelva cuando quiera Jospeh, si… Y recuerdos a Cañizares cuano le vea, si,… Apa siau

    BLAM!!! (portazo)

    JOderrr, esto es como los parientes plastas, a los que no tienes ganas de ver, pero has de invitar por Navidad y te alegran, sobre todo, cuando se van.

    Por finnnnn!!!

  9. Impresionante la mujer. Una santa laica. A ver si no es milagro sobrevivir al Holocausto y al estalinismo.

    Y en lo que toca al leninismo, vale, pero… No has de ser más cabrón que los cabrones zaristas (o lo que toque) si quieres que la revolución trinufe?

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