Algo pasa con Boris

 

Carlos Hidalgo

Ayer dimitieron dos ministros del gabinete de Boris Johnson, Primer Ministro del Gobierno de Su Majestad británica. Concretamente los ministros de Sanidad, Sajid Javid y el de Hacienda y Finanzas, Rishi Sunak. ¿Los motivos? Según Sunak, “el pueblo espera, con razón, que el Gobierno se comporte con corrección, seriedad y de manera competente” – y añadió – “puede que esta sea la última vez que esté en un ministerio, pero creo que merece la pena luchar por esos valores y es por ello que dimito”.

Teniendo en cuenta que Boris Johnson llegó a la jefatura de Gobierno el 24 de julio de 2019 y que lo hizo tras una campaña por el Brexit llena de descaradas mentiras, que fue alcalde de Londres igualmente mintiendo y marulleando, que cuando fue periodista le despidieron porque se inventaba las noticias… diría que Sunak y Javid han tardado mucho en darse cuenta. Si además pensamos en que ambos ministros defendieron a Johnson hace menos de un mes de una moción de censura, alegando que era “una imparable máquina de ganar elecciones”, pues uno no tiene claro que los motivos sean tan nobles. O no los que nos están contando.

A Johnson se le acumulan los escándalos como Primer Ministro. Si bien la denuncia y la exposición de sus mentiras no parece haberle hecho un daño excesivo. Tampoco los efectos nocivos del brexit que tanto defendió (y por el cual derribó a su antecesora, Theresa May), parecen haberle hecho mella. Ni el desmantelamiento progresivo del sistema de salud británico, el NHS. Ni sus propios escándalos personales. Curiosamente, sí las fiestas que organizaban en Downing Street mientras el mundo estaba confinado y los británicos, como nosotros, como todos los demás, se sacrificaba para enfrentarse a la pandemia. También le ha desgastado la crisis económica subsiguiente. Y, para colmo, el escándalo de acoso sexual protagoniado por el encargado de la disciplina en su grupo parlamentario, el parlamentario conservador Chris Pincher, al que se sospecha que Johnson encubrió.

Como dijo un periodista conservador, no deja de ser curioso que el escándalo sexual que podría acabar con Boris Johnson, ni siquiera sea suyo.

Por lo que parece, a Johnson se le está acabando la impunidad de la que ha disfrutado durante toda su vida adulta. Y los que más le apoyaron es posible que sean ahora sus ejecutores.

De las dimisiones que ha ido encadenando el gobierno británico, tantas que los periodistas ya las siguen a través de una hoja de cálculo, podría decirse que sólo las primeras pueden tener algo que ver con la ética y que las de ahora quieren combinar lavarse las manos de las acciones de Johnson antes de que las manchas no se vayan, y debilitar a su líder para poder proponerse ellos mismos como sucesores.

Lo que pasa es que, desde que Johnson llegó al poder, el partido conservador se ha modelado a su imagen y semejanza y no está claro que quien le pueda sustituir vaya a ser mejor que él.

¿A qué huele Johnson ahora? Sin duda, los dimisionarios de ayer creen que a cadáver político, pero si algo ha demostrado la combinación de caradura y de privilegios de clase alta del Primer Ministro es que nunca hay que darle por muerto y que toda su vida se resume en la impunidad. Puede que todavía no se le haya acabado ese filón.

3 comentarios en “Algo pasa con Boris

  1. Primero felicitar al articulista por su capacidad de reacción ante las noticias. Justo ayer a la noche.

    Lo de Johnson supera a nuestro emérito la verdad. Es increíble tanto descaro, cómo dice el articulista debe haber mucho de elitismo y doble vara de medir.

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