Anonimato y fascismo preventivo

Carlos Hidalgo

Anonimato en las redes, ¿sí o no? A la gente le inquieta los anónimos y a la vez todo el mundo se ve tentado por ellos. Es como ponerse una capa de invisibilidad y poder hacer y decir lo que uno quiera. El anonimato es impunidad para unos y liberación para otros. Para todo credo, régimen, estado de las cosas o comunidad, el anonimato supone un desafío. ¿Qué se hace con él? Las redes no dejan de ser una comunidad humana y este debate existe desde el momento en el que los usuarios descubrieron que pueden usar seudónimos.

 En este mismo blog, algunas de las mejores entradas corresponden a personas que no desean admitir directamente quiénes son. El anonimato estimula la libertad de expresión, pone sobre la mesa temas que nadie se atreve a sacar en un debate o permiten hacer una reflexión más honesta, libre de los condicionantes de tener que dar explicaciones sobre ella con tu nombre y apellidos.

 El PP está barajando medidas legales para acabar con el anonimato en las redes. Por lo que yo sé, no son mucho más amenazantes que las que se tomaron para la compra de tarjetas prepago de móvil, pero la idea de que tu nombre, tu verdadero nombre, esté disponible en algún sitio, listo para ser consultado, inquieta a algunos de los usuarios más activos de las redes.

 La semana pasada, “Esparroquí”, un activista anónimo de Podemos, desenmascaró a “Pastrana”, otro activista de derechas en las redes. La salida del armario forzosa de Pastrana indignó a muchos y regocijó a otros. Pastrana es querido y odiado con la intensidad que dan las masas (y el anonimato que sientes al formar parte de una). Como era tristemente de esperar, surgieron voluntarios para ir al domicilio de la persona detrás de Pastrana para hacer “darle un susto”, una expresión que es graciosa cuando tienes seis años, pero siniestra cuando eres un adulto. En otro triste paso lógico, los activistas de la derecha tuitera procedieron a desenmascarar a Esparroquí. También mediante un perfil anónimo.

 Ante las protestas de Pastrana, los simpatizantes de Esparroquí reaccionaron diciendo que era una actitud hipócrita, dado que simpatiza con el partido que defiende acabar con el anonimato. Y cuando los indignados por el caso Pastrana quemaron el anonimato de Esparroquí, se justificaron en que el anonimato permite la aparición de toda clase de indeseables en las redes. Tampoco hay que olvidar que fue Gabriel Rufián quien se apresuró a señalar a Pastrana como objetivo, diciendo que sería muy interesante saber quién era, deseo que el activista de Podemos se apresuró a cumplir.

 En los dos casos pienso que difundir así los datos personales de alguien es acoso e incitación al acoso. Puedo llegar a entender que algún cuerpo policial investigue en caso de un delito, pero no el que masas enfurecidas difundan tus datos personales, tu trabajo, tu dirección, porque tus opiniones les irritan. Recuerda mucho a prácticas parecidas hechas por alguien de quien os he hablado antes: los “gamergaters”. Ese colectivo misógino, movido y amparado por Steve Bannon y por Milo Yiannopoulos, se dedica a querer expulsar a las mujeres del mundo de los videojuegos y de Internet. Una de sus prácticas, precisamente, es esa: el llamado “doxxing”. Rastrear y difundir datos personales para ponerte en el punto de mira de todo el mundo. Al “doxxing” le siguen prácticas siniestras como el “swatting” (dar aviso a los GEO con tu dirección), el acoso, las amenazas de muerte y, en algunos casos, agresiones. 

A mí me parece la típica práctica de ataques en grupos fascista. Y, por mucho que se crean de izquierdas los que destaparon a Pastrana, lo que hicieron, lo que hacen, no se libran de ese tufo fascista. Y por muy de derechas que Pastrana sea, no anula en nada el fascismo del “doxxing” hecho por motivos políticos.  

No puedes hacer algo parecido al fascismo preventivo. Porque no lo previene y lo único que consigues es atraerlo con más fuerza. Y lo de Pastrana ha animado a fascistas y aledaños a replicarlo en Esparroquí. Y unos y otros se van a enzarzar en desenmascarse hasta que se cansen o hasta que alguien llegue con la siguiente tontería y comience un nuevo ojo por ojo. 

Tal vez tengas perdón si robas a un ladrón (yo no lo intentaría), pero no hagas el facha con un facha, porque el fascismo se suma, no se anula.  

2 comentarios en “Anonimato y fascismo preventivo

  1. No es lo mismo anonimato que impunidad. Este mismo blog contiene seudónimos pero con control. Por desgracia no es el caso de otros cientos de miles; o bien sólo hay control , como en China , o todo impunidad , como centros deslocalizados con propósitos criminales de toda índole.

  2. Creo que el articulo toca dos puntos bien diferenciados y que solo en este caso, concurren juntos.

    El anonimato es una practica habitual en redes sociales, y esencial en algunos otros aspectos no trivieles de las sociedades democráticas, como las investigaciones periodisticas, los testigos protegidos, los denunciantes etc. Además de sobra se ha comprobado quee s perfectamente para las fuerzas policiales, detectar quien es cada cual, aunque se llame fulanito 38. Ya hay mas de uno y más de dos tuiteros o en la carcel o condenados. No se me alcanza con facilidad la razon para prohibir el anonimato a todo el mundo, si, parece ser, en los casos de «delitos» o «faltas» la tecnologia permite perfectamente desvelar.
    La prihibición dela anonimato principalemnet hace que hay menos opiniones (y me nos insultos tb, y menos chorradas, pero vamos, basicamente baja el nivel del mar, independientemente de los peces)

    El otro debate, solo para muy tuiteros, es el de que se puede hacer con un tuitero faltón , amenzante, mentiroso, vamos, una joyita, por lo visto era el tal tipo «revelado». Como conducirse con gente que se conduce mal con uno, o con los demás, siempre es un tema delicado, y desde luego abierto a varios puntos de vista. En mi caso particular , como siempre ha funcionado el hombre desde que el hombre es hombre, es que para lo grave, el codigo penal, para lo menudo, que los grupos sociales se apañen. O sea, que no esta tampoco tan mal que los «gilis» sean razonablemnte disciplinados por sus pares. La esfera twitter tiene , o tenemos, la mala costumbre de considerarnos a veces «el mundo» , o «la sociedad», cuando solo es una vasta comunidad de usuarios en un bar global con cientos de millones de personajes, no todos recomendables. ¿Que se hace cuando un individuo en un concierto, en un bar, en donde sea se conduce de manera asocial? Pues a veces que se le pone de patitas en la calle, no por una autoritas, sino por los propios usuarios, o de alguna manera se le reconviene, se le chista etc. Desde luego, no se le glorifica o se convierte en un mártir. No es sencillo a veces desenvolverse en un mundo complicado tratando de seguir el imperativo categorico kantiano «obrar según la máxima que pueda siempre y en todo lugar convertirse en regla de conducta» y a veces hay que conceder cierta holgura dentro de unos límites.
    El señor «pastrana» una vez desvelado usará losmismos insultos? Probablemente no ¿Se conducira de una amnera mas consicente y respetuosa? probalmente si ¿Ha perdido libertad? Incuestionablemente ¿la han ganado los demás? Indiscutiblemente.

Deja una respuesta