Apuntes sobre el tercer espacio en Catalunya

Lluis Camprubí

Escribo esta entrada mientras finaliza la sesión del martes del Parlament y antes de acabar de saber su significado literal y sus derivadas. Parece que se han frenado máquinas, al menos parcialmente. Ha habido algo así como una DUI no explícitamente declarada y seguidamente suspendida. Esperemos que la inercia, la inercia del reflejo y la respuesta no vayan más lejos de lo quirúrgicamente requerible. Y que pueda ir apareciendo un escenario de frenar, de desescalada y de diálogo futuro. Parece que se ha evitado una modalidad de Desastre severo. Bastante gente ha escrito sobre la ilegitimidad y el drama político, económico, social y convivencial que hubiera supuesto la proclamación dura de la DUI. He intentado ir recopilando en mi Twitter algunos de los análisis y tribunas al respecto: https://twitter.com/lluiscamprubi que invito a leer. Esperemos pues que el conflicto y la tensión se pueda ir desescalando y que quede anulado plenamente cualquier vestigio de DUI (presente o reanimable a conveniencia). Y esperamos también que a la vez que se empiece a producir entre los dos gobiernos algún incipiente diálogo político resolutivo se empiece también el diálogo en el interior de los dos parlamentos.

Es en este contexto, aunque difícil, que se hace más necesario que nunca la salida a la superfície de “el tercer espacio” social y político en Catalunya. Un espacio más pequeño ciertamente que los otros dos, ahora mismo. Oriol Bartomeus en alguna ocasión ya ha entrado en caracterizarlo políticamente http://www.elperiodico.com/es/opinion/20170910/el-tercer-espacio-debate-soberanista-choque-de-trenes-6276990 y anteayer mismo Enric Juliana en una perspectiva más sociológica lo describía muy acertadamente como el de los pingüinos: http://www.lavanguardia.com/opinion/20171008/431878716908/la-espana-de-los-pinguinos.html Un espacio que conceptualmente podemos ubicar entre los otros dos, pero que también podemos pensar como territorio de síntesis y superación.

A modo de complemento a Bartomeus y Juliana quisiera añadir algunos apuntes sobre sus características y necesidad. Es un espacio social y político con unas especificidades y requerimientos en las distintas dimensiones: social, metodológica, política y electoral.

Socialmente es un espacio que no se siente cómodo en las trincheras identitarias de los dos polos. Que huye de la inflamación nacionalista. Y ya que aún no se han roto todos los vínculos con las gentes de los otros dos espacios y aún hay reconocimiento recíproco sería deseable que pudiera jugar un rol activo de distensión, puente y agregante entre ellos. A modo quizás de un Lokarri, adaptado, que fomente el diálogo y cierto reencuentro y reconciliación. Un grupo social que aspira a una vida normal alejada del dramatismo derivado del conflicto político nacional, y con mucha preocupación sobre los costes individuales y colectivos de la situación.

En preferencias de metodología política es un espacio que hace bandera del diálogo y la negociación política. Entendiendo que la ley y el marco institucional-constitucional pueden cambiarse pero no ser ignorados discrecionalmente ni unilateralmente por parte de los actores institucionales. Ahora mismo, en exclusiva, puede facilitar la desescalada y el diálogo, así como la rebaja de la tensión. Tiene aún por resolver el rol que la cuestión referendataria puede jugar. Es posible que el haber experimentado la degradación, alineación binaria, tensión y confrontación que supone transitar un tramo de proceso de autodeterminación como el vivido haga consolidar la preferencia por referéndums que validen acuerdos políticos consensuales y amplios, en vez de referéndums que sirvan para el contaje, la confrontación y la profunda insatisfacción de alguna mitad de la población.

Políticamente, aunque plural en su composición, podemos ver que asume la plurinacionalidad de España, y que de forma difusa, contradictoria y aún sin definir incorpora trazas federalizantes, bilaterales y también autonomistas. Incluye también a a-nacionales y post-nacionales, sea con un marco de aspiración de comunidad europeo, mundial o incluso de repliegue municipal. Seguramente con identidades subjetivas múltiples, duales y/o plurales, eso sí, en una intensidad mayoritariamente no muy marcada. Y con una pulsión tendiente a desconfesionalizar lo nacional de las instituciones. Parece el único espacio consciente que las grandes decisiones de país deberán hacerse con el consenso de los otros dos y ser tomadas transversalmente.

Electoralmente es un espacio que en el horizonte próximo posiblemente tendrá dos expresiones. Debería ser capaz de ofrecer una propuesta superadora de la confrontación hasta la eternidad entre los dos bloques. Pero sin embargo, sus distintos sectores sufren presiones para caer en la subalternidad de los otros bloques, con nuevas y viejas envolventes pre-electorales. Parte de su éxito es que sus distintas expresiones –desde su auto-ubicación- no miren, piensen, interpelen, y actúen sólo para el bloque que tienen más cerca. Nunca ha sido buena idea pensar un proyecto como si el conjunto fuera el 50%.

De su éxito político, extensión social y capacidad de relacionarse con los otros dos espacios depende minimizar el riesgo de una confrontación civil en Catalunya, su ulsterización, y su desertificación económica. Los dos anteriores bloques aún no están solidificados y hermetizados del todo, de manera que son transitables las circulaciones hacia el tercer espacio, especialmente en aquellos sectores que se han incorporado a un bloque instrumentalmente o por rechazo/miedo al otro.

Aún es posible que se asuma la pluralidad interna de Catalunya. Esta asunción debería permitir buscar nuevos consensos para que la sociedad catalana se conlleve mejor y encuentre un marco de articulación con España satisfactorio para amplias mayorías. Un nuevo marco que a la vez sea compatible y complementario a los deseos de cambio. En definitiva, que la asunción de la pluralidad interna y la institucionalidad del nuevo marco permitan una vivencia de lo nacional y lo identitario respetuosa para/con todos.

Un comentario en «Apuntes sobre el tercer espacio en Catalunya»

  1. Llegados a este punto, no veo que espacio le queda al Govern de la Generalitat. ¿Que propondría en un hipotético diálogo? ¿Con qué va a la mesa? Toda vez que la indepe unilateral no es posible ni está respaldada suficientemente ¿Que hay?. Habiendo llegado hasta aquí, no encuentro muy creible que el gobierno vigente ande pidiendo una restitución del estatuto de 2006 o reformas del sistema de financiación, ni siquiera dar los pasos para una consulta legal. Eso le quedo atrás. En mi opinión, agotado el proyecto político de la legislatura, no soy capaz de ver otra salida que una convocatoria de elecciones.

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