Aquella primavera

Barañain

Resuelto el enigma del resultado electoral, se confirma que un islamista, Mohamed Morsi, será el presidente de Egipto, el principal país -por su población y peso político-, de los afectados por aquello que dio en llamarse “primavera árabe”. Lo que el presidente electo  vaya a poder presidir – es decir,  cual sea su margen de actuación, con  los militares fijando las reglas del juego-, es otro cantar.

La batalla se ha planteado entre el candidato del viejo régimen y el del islamismo. Del resto, de los sectores que supuestamente encendieron la mecha de la revolución en la plaza Tahrir, no se ha vuelto a tener noticia. Aunque  la plaza Tahrir ha seguido apareciendo absurdamente ante nuestros ojos como si siguiera siendo símbolo de la esperanza democrática, hacía mucho tiempo que era sólo el escenario para la exhibición de fuerza de quienes ningún interés tenían ni tienen en hacer realidad tal esperanza. 

Una queja últimamente muy presente en los medios europeos occidentales es la de la supuesta “traición a la revolución”. Como si en la evolución del proceso político, que ya sólo se dirime entre unos “malos, muy malos” y otros “aún peores”, alguien hubiera maniobrado para apartar a los auténticos revolucionarios, a los que de verdad encarnaban la ilusión por un futuro de libertad y oportunidades para los egipcios. ¡Aquellos jóvenes ilustrados, que manejaban su revuelta desde las redes sociales y contestaban en inglés a los corresponsales -desembarcados en tropel en la plaza Tahrir-, justamente lo que estos deseaban escuchar!

 Pero en realidad ahí no ha habido traición alguna y los acontecimientos se desarrollan dentro de los márgenes que eran más o menos previsibles. Unos márgenes muy estrechos. Quienes erraron son los que empecinadamente se empeñaron en confundir una mínima parte -muy sobrerrepresentada mediáticamente -,  con el todo de la sociedad egipcia, mayoritariamente sumida en el oscurantismo y la miseria. 

 La realidad se impone, incluso a quienes les cuesta reconocer lo evidente. Sobre la tensa espera de los resultados electorales en la plaza Tahrir, una corresponsal de prensa que venía ensalzando el espíritu de la plaza revolucionaria (aunque nunca llegara a explicitar para sus lectores la naturaleza concreta de la revolución que supuestamente se alumbraba allí) nos sorprendía este sábado con una descripción del ambiente sin concesiones al lirismo: la plaza estaba llena de “hordas islámicas” que “gritaban desaforadas”, mientras anunciaban estar “dispuestas para el martirio” y amenazaban con la violencia. Y con singular perspicacia advertía a los lectores  de que la asistencia a la megaconcentración era “abrumadoramente masculina” y con “muchos barbudos y pocos laicos” (El País, 23/06/12). “Hordas islámicas”: por fin una descripción objetiva sobre lo que ocurría en Tahrir.

 De los otros escenarios que vieron brotar la famosa primavera se habla ya poco  en los medios. Lo que no deja de ser significativo. Pero es obligado mencionar el caso de Túnez, allí donde todo empezó. Con un desempleo brutal y unas perspectivas económicas sombrías, en medio de una depresión creciente y con el turismo -su principal fuente de ingresos- en caída libre, el gobierno tunecino de coalición liderado por islamistas, es acosado por la oposición salafista, que no duda en recurrir a la violencia, mientras a duras penas avanza la elaboración de la constitución. Tres meses de debates -con la presión de fondo para que sea la ley islámica (sharía) la que impregne la norma legal-, sólo han dado como fruto, de momento, el preámbulo del texto legal.

 Por si fuera poco, al gobierno le llegan críticas  desde la propia presidencia del país -¡y eso que el presidente de Túnez milita en uno de los partidos que integran la coalición gubernamental!-, en lo que es todo un síntoma del desastre político en el que está inmerso ese país. Con ese panorama, la oposición laica ya reclama un “gobierno de salvación nacional” que ataje el deterioro de la situación política, económica y de seguridad del país. Debe ser un récord plantear esa alternativa tras un período tan corto de rodaje como el que lleva el gobierno actual.

 No es previsible una transición más fácil en Egipto, con esa coexistencia entre militares y clérigos que promete emociones fuertes. Tampoco puede intuirse siquiera cual es la estación final a la que conduce esa transición, aunque hay elementos a la vista para temerse lo peor.

 La dificultad de instaurar un sistema democrático no es exclusiva por supuesto de los pueblos árabes. (En un territorio bien distante y distinto del egipcio,   la “vía paraguaya al golpe de estado” nos ha vuelto a demostrar que la marcha atrás siempre es posible). Ni los egipcios ni el resto de los árabes  están condenados a vivir en las condiciones en que lo hacen por los siglos de los siglos. Pero hoy por hoy debe reconocerse que allí la democracia ni está, ni estará a corto/medio plazo ni, lo que es más importante, se la espera. Como no la esperan la  mayoría de las poblaciones afectadas por aquel brote primaveral. No se aprecia  aún en el seno de esas sociedades la masa crítica de demócratas necesaria -entre otras condiciones-,  para que tal aspiración sea una realidad y no la proyección idealista de observadores ajenos por muy bienintencionados que sean. Porque, dicho a la manera castiza, lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.

10 comentarios en “Aquella primavera

  1. Tres PIGS contra Alemania… Me da igual quién gane, con tal de que le den un revolcón a los alemanes… Quién sabe, igual los italianos dan alguna sorpresa en la semifinal..

  2. Un poco decepcionante la parte final del artículo de Barañain. Después de una interesante y clarificadora explicación sobre lo que ocurre ahora en Egipto o Túnez, remata con cuatro generalidades, como si de repente le diera pereza profundizar más en el asunto.

    ¿Qué condiciones se tienen que dar para que en un país se instaure y se consolide un régimen democrático? Se ha escrito una biblioteca entera sobre el tema. En el caso del mundo áraba, a veces se centra en exceso el foco en factores culturales y religiosos, y aunque no digo que no tengan su relevancia, se obvian, equivocadamente, cuestiones de carácter más económico y social, como la pobreza o la desigualdad social. Y ya no digamos el analfabetismo o la ignorancia. Perfecto caldo de cultivo para el islamismo. Pero nada de eso es nuevo, ni es exclusivo del mundo árabe…

  3. Es lo que tiene la democracia «comodiosmanda» : a ganan los míos o me llevo la pelota. Se ve que en los 30 años de Hosni Mubarak a sus aliados no les dio tiempo de construir una masa crítica. Y claro, la terminaron jodieron los perroflautas de Tahrir…

    En la demócrata Europa hemos asistido a una variante (más) de la democracia «comodiosmanda» con la victoria de ND. Afortunadamente en Grecia sí había «masa crítica» y la gente votó «comodiosmanda». ¿Que han ganado los mismos que nos engañaron y formaron el lío? Por favor, maduren un poco y sean europeos «comodiosmanda». ¿O hubiera sido mejor que ganasen los rojos esos de Syriza?

    En el plano provincial asistimos a una vuelta de tuerca más de nuestros demócratas de toda la vida: ¿Que el Constitucional legaliza Sortu?: entonces lo suprimimos. ¿Ven qué fácil? Si está clarísimo, por favor. ¿Cómo vamos a dejar que la gente vote independentistas «radicales» como si fueran personas? ¿Estamos locos o qué?

    La democracia es para gente sensata y con masa crítica. Sobre todo, crítica. Es una suerte que siempre haya quien esté dispuesto a repartir certificados de calidad para indicarnos el camino correcto. Porque ya se sabe que lo que no puede ser, se prohibe. «Comodiosmanda».

    Ay señor, llévame pronto.

  4. Comparto de pleno todo lo escrito hoy por Polonio (y, en general, con lo escrito por él en el resto de días)…

    Algo raro me sucede, no sé si será grave… Dice nuestro peazo de president que «el crédito fluirá a las familias solventes y la empresas viables» con eso del rescate. ¿Por qué me chirría tanto lo de las familias solventes y las empresas viables? Hay algo que me huele mal…

    Y seguimos sin Debate del Estado de la Nación…

  5. Ministro de Economía y Competitividad….. No sabía lo de la Competitititititividaz…. jejejeje

    Por otro lado, lo que cuenta Marta, si las familias son solventes y las empresas son viables ¿para qué necesitan el dinero? si ya deben estar yendo bien sin ayudas externas. ¿No se trata de ayudar al que no puede?? No sé, pregunto…..

    Saludos!

  6. He pedido a mi pueblo natal ,Civicalendek ,en Ganimedes,que me mamden un «Contradictor»,es un aparato luminotecnico que mediante impulsos electricos pareados que se convierten en haces de luces psicodelicos ,me advierten de cualquier contradiccion feaciente en las explicaciones politicas de los: concejales,alcaldes,presidentes.autonomicos,diputados ,senadores ,ministros y presidente del gopbierno popular……y tengo que decirles que he dejado las drogas psicotropicas,ya no me hacen falta ,pues he recibido el aparatejo de marrras via lactea-express y funciona de maravillas.
    Solo me tengo que poner ante el televisor o pantalla de internet o coger cualquier periodico de papel,darle al On y el Contradictor empieza a mandar multitud de variantes fractales psicodelicas que me envuelven como el humo que ciega mis OJOs.
    Y es que no hay otro lugar en La Tierra que se pueda flipar mas que en España oyendo,viendo y leyendo de que pasta está hecha la diarrea mental de los politicos y acolitos mediaticos populares.
    Aunque estoy seguro que muchos de ustedes se preguntaran si El Contradictor funcionara con las declaraciones de Rubalcaba….pues No ,NO funciona…..pero si con las de Tomas Gomez .este tio si que demuestra ser un verdadero «tonto de los cojones».
    Ante mi doy fe.
    AC/DC.
    firmado:
    JAJAJA….que nervios.

  7. Perdon quisiera rectificar:
    No creo que Tomas Gomez sea un verdadero «tonto de los cojones»,pero hasta el momento siendo «un toca pelotas»,ha hecho que El Contradictor» funcione…JAJAJA….que nervios.

  8. Lo de las hordas islámicas me recuerda mucho la prensa en tiempos de Franco hablando de las hordas marxistas que dominaban la república en la guerra civil. A mi me parece sorprendente y admirable que en Tunez y Egipto hayan caido 2 dictadores porque el pueblo lo haya exigido y no simplemente por haber sido repuestos por otros dictadores. ¿Qué instaurar una democracia es muy difícil? Obviamente, sobre todo en pueblos muy incultos. No nos olvidemos de ¡Vivan las cadenas! que gritaban las hordas fernandinas al paso del monarca que se cargó la naciente democracia española. Y en los pueblos muy incultos la religión es el referente de lo que debe imperar en la sociedad. Pero como ya comenté en un artículo en este blog, los hermanos musulmanes han evolucionado muchísimo desde que hace muchos años eran un grupo terrorista. No es un accidente que el presidente electo, Musi, se haya educado en EEUU. Es que los círculos rectores de los HHMM estan dominados por una clase media empresarial y relativamente culta. Por algo los salafistas se han enfrentado a los HHMM. Estos últimos son semejantes a los ayatolas de Irán y pretenden imponer la Sharia a lo bestia. ¿Cuanto tiempo tardó la sociedad española en acabar con la mentalidad carlista que quería mantener la supremacía de la religión sobre lo civil? Se podría decir que siglo y medio si incluimos al régimen franquista. Pero lo cierto es que en pleno nacionalcatolicismo, los obispos se quejaban de la ola de modernidad que nos ha invadido y los seminarios se fueron quedando vacios. Se acabaron las piscinas de sexos separados y se impusieron los biquinis. Dice Barañaín respecto a larevolución egipcia: «Quienes erraron son los que empecinadamente se empeñaron en confundir una mínima parte -muy sobrerrepresentada mediáticamente -, con el todo de la sociedad egipcia, mayoritariamente sumida en el oscurantismo y la miseria.» Pues esa mínima parte sigue allí y dia a dia se impondrá en las costumbres y en la libertad de la mujer. La modernidad es imparable, aunque no hay duda que en tiempos de crisis económica va mas despacio que en tiempos de bonanza económica.

  9. No crea ,Barañain que he dejado de leer su articulo.
    Gracias por el articulo.
    Yo estoy realmente alucinado-dolorido con las noticias que dicen que los Musululma’s Bros,van a desarrollar una politica «neoliberal» (sic).
    Tengo que decirle que tengo un buen chichón en la cabeza por haberme caido de espaldas de la risa al leer esta noticia.
    ¡¡¡Si Mahoma levantara la cabeza!!!……JAJAJA…que nervios.

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