Ardores guerreros

Carlos Hidalgo

Escribo mientras Santiago Abascal presume de estar ya en Ceuta, donde el líder de Vox, seguramente, haga una de sus representaciones marciales y se intente disfrazar de algo que nunca ha sido: un militar.

El vecino Reino de Marruecos tiene algunos problemas internos. Aparte de la pobreza y la desigualdad que lo atenazan desde hace demasiado tiempo, Marruecos también se enfrenta a una crisis económica y sanitaria, como el resto del mundo. Esto ha elevado la tensión en el reino alauita, con tímidas manifestaciones contra la corrupción que han sido enérgicamente reprimidas.

El rey Mohamed VI, que gusta de ser llamado por su corte como “El Rey de los Pobres”, compró en noviembre una mansión en París (a donde viaja frecuentemente) por valor de 80 millones de euros. Un hecho del que se habla en voz baja en el país vecino. También se censuran algunas de las amistades del monarca, que se dicen relacionadas con tramas de corrupción o de crimen organizado. Todo ello, sumado al contexto de crisis, no sólo ha provocado que aumenten las oleadas de marroquíes que pretenden salir de su país, sino también que el Gobierno alauita y su monarca busquen maneras de aliviar la presión interior.

Una de ellas ha sido precisamente el abandonar el control de la frontera con Ceuta, provocando la entrada masiva de personas que querían huir de Marruecos. Marroquíes, personas de otras partes del Magreb y subsaharianos que malviven en campamentos improvisados cerca de la frontera tras un viaje de pesadilla en el que son explotados y maltratados por mafias y autoridades por igual.

Esto respondería, según deja ver Marruecos, a que España hubiera atendido por razones humanitarias a Brahim Ghali, líder del Frente Polisario que está ingresado en Logroño para ser atendido del cáncer que sufre, más el Covid-19.

Normalmente España ha tenido gestos con el Frente Polisario sin que hubiera habido mayores muestras de indignación por nuestros vecinos marroquíes que tibia desaprobación por canales diplomáticos. Pero la pandemia ha aumentado la presión, no sólo en España, sino en el resto del mundo.

El caso es que esta oleada de personas que trata de llegar a Ceuta de cualquier manera ha despertado la alarma entre la ultraderecha, que clama contra la “invasión” denunciando una nueva “Marcha Verde”, y entre los habitantes de Ceuta.

Como era de esperar, parte del PP (concretamente el de Madrid) se ha apresurado a culpar al Gobierno de Pedro Sánchez de la situación. Y Vox ya se ha dedicado a difundir bulos sobre los inmigrantes (en su mayoría niños), advirtiendo sobre olas de crímenes que no existen y hasta inventándose el incendio de un colegio.

Marruecos, conocedor de esta tensión, trata así de obtener ventajas diplomáticas, como mayor dinero de la UE para “vigilar sus fronteras” o un reconocimiento de su soberanía sobre el Sáhara Occidental.

Seamos claros, Marruecos camina por un delicado equilibrio. Por mucha alarma que se haya creado, militarmente no es ninguna amenaza para España y, sin embargo, debe crear la suficiente tensión como para forzar su ventaja en cualquier mesa de negociaciones.

Pero la repuesta española está siendo, de momento, bastante más firme de lo que se podría esperar y seguramente Pedro Sánchez esté valorando todo tipo de opciones para resolver esta crisis. Y puede que Sánchez tenga muchos defectos, que los tiene, pero uno de ellos no es el arrugarse ante un desafío. Por lo que la escalada de tensión puede rebotarles perfectamente a nuestros vecinos. Y también a quienes se llenan de ardor guerrero para arañar unos miserables votos.

Un comentario en «Ardores guerreros»

  1. Verá , si alguien no tiene nada que ver en esta crisis es la ultraderecha , y mucho menos la ultraderecha de Madrid ( otra cosa es como se muevan en ella ) ; tampoco el Mosad ni Al-Fatah.

    Desde luego no es una dejación de funciones de control de la frontera por parte de Marruecos tal y como dice sino de un movimiento consciente organizado por su gobierno para el acarreo de miles de personas hacia Ceuta -como si se tratara de ganado – para irritar al gobierno de España , por no ocuparse de manera suficiente de los intereses de Marruecos , cosa que si hace por ejemplo Francia , en cuya capital el rey se ha comprado una mansión.

    Es un vecino muy incómodo , que juega con cartas marcadas -algo ya sabido – y por eso mismo se debe atender sin dar coces como las de un excitado Iglesias o las argucias de una incompetente como la Ministra de Asuntos Exteriores que ayer mismo declaraba , contra toda evidencia , lo magniiiiiiiíficas que eran nuestras relaciones.

    Y me parece normal la reacción de Casado de apoyo crítico por no haber tenido en cuenta sus advertencias .

    ¿ Qué pasa con el CNI ? ¿ Acaso carece de un presupuesto ?

    Hay otros mundos pero están en éste.

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