Arthur Mulligan
Cuando una situación política, no exclusivamente económica o social, se prorroga en el tiempo con tanta intensidad como ofrece la crisis catalana, es que adquiere una autonomía consecuencia por lo general de la inacción de una o todas las fuerzas en conflicto.
El resentimiento de los derrotados en sus aspiraciones halla el consuelo en sus pírricas victorias electorales carentes de acomodo en el sistema jurídico en que compiten, hasta que la inercia de la presión exige -por pura supervivencia del sistema – un acto mayor de sus defensores.
Se indagó en el beatífico Consejo de Estado, un órgano de tertulianos honorables que tienen en mejor criterio de servidumbre y lealtad, sus escrúpulos legiferantes que el servicio al estado al que pertenecen y del que cobran sus nada despreciables honorarios.
Como éste muestra su reserva a pronunciarse sobre hechos que no se han producido, remite a otra instancia, como Herodes a Pilatos, el » marrón» de la defensa del Estado ( que no del gobierno ) al TC, en donde se debate el espesor del papel de fumar : « ¡ A mí con esas no me vengas ! », dicen, a la vez que se convoca a capítulo a Salomón.
Impelidos por la sapiencia equilibrista del florista de los lirios, y protegido por la contundencia jurisprudencial de Carl Schmitt, al final se puso un huevo: sí, pero no; no, pero sí.
Es decir: No sé si vas a hacer lo que parece que quieres hacer, pero quiero que sepas que si lo haces te pasará esto y esto, etc.; no obstante, parece que apuntas maneras y desde ya te digo que antes de que hagas aquello que pretendes, pasa por aquí para darle una vuelta.
O sea, tal y como ya enunció el divino Hobbes: « las leyes no son producto de la verdad sino de la autoridad »
Estos mismos argumentos han sido empleados por los golpistas catalanes en sus delirantes actuaciones.
El TC no podía por menos que salvaguardar el fundamento del estado que lo nombra, no el del gobierno ocasional que lo nombra.
Cuando las situaciones políticas se aproximan a la zona en la que el derecho disponible no se pronuncia a favor o en contra de los bandos en presencia y se crea un espacio ausente de derecho, el gobierno tiene la obligación de decidir (en un sentido o en otro, poco importa) a fin de dotar de derecho lo que anteriormente era un paramo salvaje.
De modo que volvemos a la casilla de salida y continuamos ahogando los pocos movimientos que le quedan al independentismo.
De momento se divide el campo transgresor y se insulta; después -es mi esperanza-, vendrá la traición amable, o mejor, la sensatez de la transversalidad .
De lo que no cabe duda es de que el Estado pueda ser algo neutro. Y si no estamos convencidos, volvamos a Spinoza :
“ El alma, […] se esfuerza por perseverar en su ser con una duración indefinida y es consciente de ese esfuerzo suyo. […] Este esfuerzo, cuando se refiere al alma sola, se llama voluntad, pero cuando se refiere a la vez al alma y al cuerpo, se llama apetito; por ende, éste no es otra cosa que la esencia misma del hombre. […] Además, entre «apetito» y «deseo» no hay diferencia alguna, sino es la de que el «deseo» se refiere, generalmente, a los hombres, en cuanto que son conscientes de su apetito, y por ello puede definirse así: el deseo es el apetito acompañado de la conciencia del mismo. Así, pues, queda claro, en virtud de todo esto, que nosotros no intentamos, queremos, apetecemos ni deseamos algo porque lo juzguemos bueno, sino que, al contrario, juzgamos que algo es bueno porque lo intentamos, queremos, apetecemos y deseamos. ”
O sea, el TC, por definición, no es posible sin Constitución, y por lo tanto, no puede sino protegerla y protegerse de quienes intentan destruirla.
De momento, lo mejor, otra vuelta de tuerca.
En el mantenimiento de la maquinaria de una empresa, en la salud, y en muchas otras facetas de la vida, lo importante son las actuacinoes preventivas que evitan males mayores. El TC está en ese dilema. Esperemos que sepa resolverlo.
Yo pienso que como todo tribunal que juzga un hecho inédito – en este caso las medidas que solicita el Gobierno contra la investidura a distancia como Presidente de Cataluña de un prófugo – el TC ha actuado con sabiduría.