Oscar L. González-Castán
Desde que comenzó a nivel mundial la pandemia del SARS-CoV-2 y los gobiernos de muchos países urgieron a sus ciudadanos a tomar medidas que han alterado, con distintos grados de extensión y profundidad, su vida cotidiana, ha aparecido una nueva forma de vida para muchos de ellos. Es la forma de vida que surge como consecuencia de la necesidad y conveniencia de que permanezcamos en casa todos los que podamos y durante todo el tiempo que podamos mientras dure la pandemia. Dado que la duración de esta última es indefinida, esta nueva forma de vida también es indefinida. Esta es una de sus características. Muchos de estos ciudadanos van a tener que vivir así sin saber por cuánto tiempo van a tener que hacerlo. Tampoco saben sí va a ser una forma de vida “permanente discontinua”, como lo son muchos contratos basura. Cuando las cosas vayan bien dejarán de vivir así, cuando no lo hagan porque la pandemia rebrote, volverán a vivir así. Sigue leyendo