Juanjo Cáceres
Hay debates que son auténticos caballos de Troya y que una vez han atravesado los muros de la ciudad, no sabes muy bien lo que puede salir de ahí dentro. Unas veces son griegos. Otras, discusiones bizantinas sobre la producción de carne en España y su calidad. En el primer caso, es posible que el resultado sea la caída de la ciudad. En el segundo, la banalización del debate y su instrumentalización para otras batallas, lo que en mi opinión hace mucho más difícil, por un lado, situar sus puntos clave, y por el otro, abordar con cordura aquellos retos que tenemos como sociedad.
La última víctima del caballo ha sido, en efecto, la carne, un tema sobre el que vendría bien no banalizar, ya que su relevancia económica es muy importante. En 2010 España producía algo más de 5.500 millones toneladas de carne, pero una década después, en 2020, había superado los 7.600 millones. En tanto que actividad industrial, la industria cárnica agrupa a casi 3.000 empresas, que generan una cifra de negocio de 28.000 millones de euros. Eso supone el 22,2% de todo el sector alimentario español y el 4,2% de toda la industria española. En 2020 dicho sector batió todos los récords en exportaciones, sumando 3,07 millones de toneladas de carnes y despojos y 200.000 toneladas de productos elaborados, unas cifras que hacen de España una de los mayores exportadores de carne del mundo o uno de los tres principales países exportadores de carne de cerdo – junto a Estados Unidos y Alemania. Sigue leyendo