Una primera llamada a trabajar por la decadencia de la iglesia es el resumen de este texto de Francisco Bergoglio que , como siempre ocurre con esta santa institución , llega tarde y mal.
Sin llamas y espadas no existiría el estado Vaticano y , sin éste, la Iglesia Católica no hubiera podido ejercer su vocación de influencia universal.
Ahora, después de los cincuenta años transcurridos desde que abandoné el colegio de los compañeros de Bergoglio, ahora resulta que no existe el castigo para siempre, la sexualidad es un regalo de Dios y , lo que es peor todavía « Es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado, se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda creer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia»
Una situación objetiva de pecado es , por ejemplo , la sala de corte del polvo de cocaína en un burdel de Thailandia en donde las operarias trabajan desnudas mientras esperan la llegada de un cura redentor.
Con la descripción alucinante de los confesionarios como posibles «salas de tortura moral » ( ¿ por qué no físicas ? conozco a compañeros a los que tocaron los huevos así , sin más ) , Amoris Laetitia se postula como un hito en la decadencia de la Iglesia del mismo modo que mutatis mutandi, la aparición de figuras como Pedro y Pablo lo son de la izquierda española y de la democracia en general.
No se puede estar en todo. Comprendo bien la intención lampedusiana de Francisco y los riesgos de arrojar el bebé por el sumidero . Ese es su drama. Jamás olvidaremos el retorcimiento de nuestra conciencia en las primeras etapas de nuestra juventud ni su colaboración activa con las dictaduras latinoamericanas.
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Les cuelgo este interesante artículo de Lucía Méndez:
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/lajauladelosleones/2016/04/08/la-realidad-atropella-a-pedro-sanchez.html
Amoris Laetitia
Una primera llamada a trabajar por la decadencia de la iglesia es el resumen de este texto de Francisco Bergoglio que , como siempre ocurre con esta santa institución , llega tarde y mal.
Sin llamas y espadas no existiría el estado Vaticano y , sin éste, la Iglesia Católica no hubiera podido ejercer su vocación de influencia universal.
Ahora, después de los cincuenta años transcurridos desde que abandoné el colegio de los compañeros de Bergoglio, ahora resulta que no existe el castigo para siempre, la sexualidad es un regalo de Dios y , lo que es peor todavía « Es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado, se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda creer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia»
Una situación objetiva de pecado es , por ejemplo , la sala de corte del polvo de cocaína en un burdel de Thailandia en donde las operarias trabajan desnudas mientras esperan la llegada de un cura redentor.
Con la descripción alucinante de los confesionarios como posibles «salas de tortura moral » ( ¿ por qué no físicas ? conozco a compañeros a los que tocaron los huevos así , sin más ) , Amoris Laetitia se postula como un hito en la decadencia de la Iglesia del mismo modo que mutatis mutandi, la aparición de figuras como Pedro y Pablo lo son de la izquierda española y de la democracia en general.
No se puede estar en todo. Comprendo bien la intención lampedusiana de Francisco y los riesgos de arrojar el bebé por el sumidero . Ese es su drama. Jamás olvidaremos el retorcimiento de nuestra conciencia en las primeras etapas de nuestra juventud ni su colaboración activa con las dictaduras latinoamericanas.