3 comentarios en “Barra libre

  1. El independentismo vive uno de los momentos mas álgidos de una experiencia religiosa.
    Junqueras actua y habla como un enviado de Dios , con sus arengas patrioticas para salvar la democracia universal del yugo del estado español.
    Y La Moreneta desconcertada está viendo como El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, se ha posicionaba en defensa del plan secesionista del presidente de la Generalidad, Artur Mas, animando a ir a votar para poder saber quiénes están a favor del «proceso» independentista
    Y recientemente viendo como jovenes de la CUP se morreaban :a tutti plein» ante el altar y en su presencia.
    Y es que cuando se vive una experiencia religiosa con la independencia como Dios manda es que no hay estado opresor que pueda con ella.
    Y es que los independentista estan anclados en su historia pasada y en los desagravios sufridos en la dictadura y se han olvidado por completo de las victimas que ha dejado en España la defensa de nuestro estado constitucional ante la amenaza del terrorismo de ETA.
    Siempre he pensado que cuando desapareciera el terrorismo de ETA se pondria en cuestion al estado español….y asi ha sido.
    iValgame Dios!.

  2. Tiene mucha razón en la transferencia de religiosidad entre la Iglesia y el nacionalismo ( yo añadiría también el montañismo ). El caso es pastorear el rebaño hacia una tierra prometida.
    Resulta enternecedor el discurso de Junqueras ante una representación del empresariado catalán- ya de por sí muy inquieto- ofreciendo datos macro de sobrecumplimientos asombrosos a la vez que reconocía la pérdida de tejido industrial por traslado de empresas.
    Ante este panorama y para mostrar de que pasta está hecho , el nuevo equipo de Sánchez llega con el raca-raca de la plurinacionalidad , que es plurisentimental y acomodaticia ( « los españoles y los catalanes deben encontrarse cómodos » )
    Sigue la escalada de tensión y la estrategia de ahogar a la Generalitat en sus discursos y fracasos.
    Vamos a perder mucho tiempo con el intento de Sánchez por recuperar el centro por la izquierda , la agitación concurrente de los empoderados y los juicios cósmicos para la trama corrupta del PP.

  3. Bueno, algún «cebo» para pescar a tanto merluzo independentista habra que encontrar ya que otros han tirado sus redes y han pescado en rio revuelto mientras los socialistas estaban a la deriva en un mar revuelto de indignaciones.
    Por eso soy de la misma opinion que la que expuso mi apreciado Ziluminatius en un debate sobre sus declaraciones

    El debate, en cuyo manejo el presidente del Senado, Javier Rojo, se mostró generoso con los tiempos, especialmente con García-Escudero, comenzó con la expresa apelación de éste a Ziluminatius para que «ratifique o desmienta su afirmación acerca de que no hay diferencias entre nación y nacionalidad». Ziluminatius respondió que «como no podía ser de otra manera, el Gobierno considera plenamente vigentes los conceptos constitucionales en todos sus preceptos», pero añadió que el Ejecutivo tiene la «obligación intelectual» de constatar que «en algunos casos estamos ante conceptos discutidos y discutibles, afortunadamente, para el objetivo de buscar una convivencia compartida en un proyecto común, que es España, que se rige por la Constitución y que busca que sus pueblos, sus identidades y sus singularidades estén cómodas en él».

    No convenció la respuesta a García-Escudero, que atacó en la réplica a un Ziluminatius preso de «hipotecas» con los nacionalistas por «especular» y atribuir al concepto de nación un significado u otro «en función de los intereses particulares que se deseen en cada caso». «Sin la nación española tal y como viene en la Constitución, el propio Estado de las autonomías sería de difícil comprensión -dijo-. En la Constitución la diferencia entre nación y nacionalidad es muy clara. La Constitución no es un pacto entre otras soberanías».

    Pero Ziluminatius contestó que ni siquiera García-Escudero distingue «entre nación y nacionalidad», un concepto este último «innovador» en la Carta Magna de 1978 para «buscar un gran lugar de encuentro para ese proyecto común de convivencia, que es la esencia de la Constitución». «Hay un derecho incuestionable a la autonomía de pueblos y de entidades, nacionalidades, o como usted quiera denominarlas», concluyó.

    En fin…plurinacionalidad es una palabra mas que no tiene sentido si no conlleva un acuerdo de convivencia constitucional.

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