Bloqueo total

LBNL

La semana pasada no escribí. En principio falté a mi cita semanal “por descuido” pero aunque me tengo por valiente, quizás me traicionó el subsconsciente ante el fracaso de todos mis razonamientos, previsiones y corazonadas electorales. El Rey asumió su responsabilidad disolviendo las Cortes y a mí no me queda otra que afrontar la realidad. El problema es que no tengo ni pajolera idea de qué es lo que va a pasar. Es lo bonito de la democracia, dirá alguno: hasta que el pueblo vota, todo es toro. Ojalá, pero me temo que nos vamos a encontrar más bien frente a los toros de Guisando, esto es, una repetición – escaños arriba, escaños abajo – del bloqueo postelectoral. Dejando de lado el veto de Ciudadanos a Rajoy y su reciente pacto con el PSOE, es harto difícil que PP y Ciudadanos puedan alcanzar la mayoría absoluta indispensable dada la total ausencia de otros apoyos que el PP podría encontrar en el Congreso. Y tanto si se diera finalmente el sorpasso del PSOE por Podemos como si Podemos – con IU o sin ella – volviera a quedar por detrás del PSOE, es muy dificil que Podemos vaya a aceptar en julio la flexibilización de sus condiciones que no ha aceptado en los últimos cinco meses. Y además PSOE y Podemos – incluso con IU – seguramente no sumarán tampoco los ansiados 175 diputados. A diferencia del PP, un gobierno progresista puede buscar apoyo en otros caladeros, pero los de CiU, ERC y Bildu son incompatibles con la flexibilización mencionada, así que el horizonte es también limitado. ¿Y entonces qué, terceras elecciones y así hasta el infinito?

El ultimo barómetro del CIS señala por dónde irán los tiros: ligera bajada del PP, mantenimiento o ligera subida del PSOE, bajada y subida sustanciales de Podemos y Ciudadanos respectivamente y subida importante de IU. Eso si IU va por libre porque la gran incógnita es el efecto que tendría su alianza electoral con Podemos si finalmente consiguen ponerse de acuerdo sobre el reparto de puestos “seguros” en las listas. Sumando los votos de ambos, el 20-D se habrían llevado varios escaños adicionales, quizás diez o incluso quince. Pero no es tan sencillo porque no hay que ser premio Nobel para entender que parte de los apoyos adicionales que cosecha IU en las encuestas post 20-D vienen de votantes desencantados con Podemos, que se lo pensarían dos veces en caso de pacto. Por otra parte, aunque los votos de la coalición fueran menos que la suma de ambos partidos el 20-D, es altamente probable que aumentaran en escaños pero no necesariamente a costa del PSOE, enemigo ideológico primario. Más bien a costa del PP, que según un interesante estudio de Demoscopia (Demoscopia.org 28 de abril), fue el partido que más “últimos escaños” o “restos” se llevó el 20-D, en concreto 19, 7, de los cuales “in extremis” (menos de un 1% de los votos en la provincia en cuestión). Mientras que Podemos fue el partido que más escaños dejó de ganar – en concreto 4 – por menos de un 1% de los votos. Tanto PSOE como Ciudadanos podrían haber ganado más o menos los mismos que podrían haber perdido con una leve oscilación de los resultados. En otras palabras, el pacto Podemos-IU podría resultarle más perjudicial al PP en términos de escaños que a ningún otro partido, especialmente si, como indican las encuestas, una pequeña parte de sus electores deciden dejar de votarle bien por los escándalos de corrupción, bien por la inacción de Rajoy, o por los dos factores al alimón.

Aún así será muy difícil que el PSOE consiga superar al PP dada la distancia entre ambos registrada el 20-D y la mayor abstención prevista. Pedro Sánchez parece haber mitigado su falta de carisma y de proyecto con su actitud “presidencial” durante los últimos cinco meses, pero también perderá apoyos por haberse negado a pactar con el PP y por haberse resistido a un gobierno “a la valenciana” por más que sea Pablo Iglesias quien más votos va a perder por haberlo hecho imposible. No es extraño por tanto que el PSOE no acabe de despegar. Muy probablemente evitará descender un peldaño más en la historia electoral del partido, pero incluso ganando diez escaños y perdiendo otros tantos el PP, Sánchez no conseguirá superar a Rajoy. Y pese a la previsible subida en votos y escaños de Ciudadanos, la suma de ambos podría llegar como mucho a los 160 diputados en el mejor de los sueños.

Es decir, como anticipaba Fernando Garea en El País el pasado jueves, a mes y medio de la repetición de las elecciones, corremos un serio peligro de que tengan que volver a repetirse las próximas navidades, tras varios meses de repetición de negociaciones post electorales basadas en las mismas líneas rojas que han presidido las de los últimos meses.

Las opciones para evitarlo son variadas pero todas malas y, además, fallidas hasta la fecha por más que algunos hayamos querido creer que alguna de ellas saldría adelante. No quiero caer ahora en un fatalismo contrario, pero pensar que el PP se abstendría para facilitar la investidura de Sánchez es tan irreal como que el PSOE pueda aceptar investir a Rajoy Presidente del Gobierno por muchas vicepresidencias y carteras ministeriales que pueda llevarse a cambio.

Sólo se me ocurren dos opciones mínimamente sensatas. De una parte, que Podemos le vea las orejas al lobo el 26-J y abandone sus pretensiones maximalistas, aviniéndose a un gobierno de coalición presidido por el PSOE sobre la base de un programa de gobierno progresista pero realizable tanto en términos sociales – gasto público – como políticos – no autodeterminación unilateral. De otra, que el PSOE se avenga a apoyar conjuntamente con el PP y Ciudadanos un programa de gobierno tecnócrata presidido por un independiente de reconocido prestigio. El problema es que llevo semanas tratanto de imaginar quién podría encabezar semejante solución y no se me ocurre quién podría hacer las veces de Mario Monti. Profesionales de la economía tenemos a punta de pala y algunos con prestigio internacional, pero o bien están demasiado comprometidos con alguna opción política o ganan demasiado dinero con su actividad empresarial como para abandonarla. En el pasado también teníamos a varios juristas y jueces que podrían haber asumido una función semejante – por ejemplo Tomás y Valiente – pero me temo que la politización de la justicia no ha dejado a una sola figura incólume. Además, un gobierno tecnócrata dejaría a demasiados “delfines” sin cartera ministerial.

En fin, termino por donde empecé. Me equivoqué. Pensé que no se repetirían las elecciones y ya estamos en campaña de nuevo. No sé todavía a quién votaré. En las anteriores habría votado por Podemos, pero gracias a un problema administrativo no tengo que arrepentirme. En las de junio tendré que ver si PSOE o Ciudadanos, dependiendo de la campaña y los debates principalmente pero también de por dónde vayan las encuestas, porque si hay alguna posibilidad de que Ciudadanos y PP sumen mayoría absoluta, no estaré dispuesto a correr ese riesgo. Y dada mi incertidumbre he decidido dejar para después del verano lo de a quién votar en la repetición de la repetición…

12 comentarios en “Bloqueo total

  1. Poco se agradece a LBNL el esfuerzo de publicar con la frecuencia que lo hace.

    Dicho esto, equivocarse se ha equivocado prácticamente todo el mundo. Como siempre algunos lo reconocen y otros no (veanse por cierto y sin que venga a cuento, los análisis de la crisis y post crisis económica como ejemplo de proceso similar.)

    Lei otro dia una artciculo en eldiario donde se calculaba casi voto a voto, a part de dodne estaba el baile de escaños más disputados, el posible efecto dela confluencia. Me sorprendíó ver que, descendiendo a las circunscripciones provinciales, la cosa se queda en cuatro o cinco escaños más. No es poco, pero no es un vuelco.

    Acabo de oir a Fernadez vara en la Ser, tengo la impresión de que antes daba más con la tecla que ahora. Si uno acaba diciendo que tiene uno mas que ver con el PP porque se comparte un proyecto de país…pues esta muy bien, si uno es lo que piensa, pero no le extrañe que a otros se nos caiga la mandíbula al suelo.

    A menor escala , muy menor, y respetando las opiniones de todo el mundo me pasa cuando oigo las loas a Cs hasta el punto de confundir las preferencias con pronosticos demoscopicos. No se me alcanza como del desanimo con Podemos va a venir un ascenso de Cs que lo supere (es que se llevan 29 escaños).

    Desánimos varios.

  2. Buen lunes:

    En mi opinión los bloqueos se producen cuando se juega permanentemente con las cartas marcadas. El articulista señala que «Sólo se me ocurren dos opciones mínimamente sensatas. De una parte, que Podemos le vea las orejas al lobo el 26-J y abandone sus pretensiones maximalistas aviniéndose a un gobierno de coalición presidido por el PSOE sobre la base de un programa de gobierno progresista pero realizable tanto en términos sociales – gasto público – como políticos – no autodeterminación unilateral. De otra, que el PSOE se avenga a apoyar conjuntamente con el PP y Ciudadanos un programa de gobierno tecnócrata». En la primera opción se descarta la posibilidad de que Pablo sea presidente en lugar de Pedro, no se sabe muy bien por qué, como si se hubiera votado ya, y a los partidos nacionalistas ni se les menciona. En la segunda se habla de un pacto a tres, como si no fuera más fácil numéricamente conseguir una gran coalición.

    La filosofía de ambos planteamientos es volver a hacer acuerdos de los de toda la vida, nada nuevo bajo el sol, ninguna oportunidad de abrir el melón de los grandes temas tabú. Si esa es la cuestión, no hacía falta montar unas nuevas elecciones, en serio, bastaba con hacer la Gran Coalición ya y dejarse de historias. Pero además es que les gusta vivir peligrosamente y cómo que les parece que Pablo no hizo bastantes estragos en la última campaña, ahora quieren un nuevo choque con él y que además se presente con un pacto reforzado por la entrada de IU en su candidatura.

    Pues bien, prepárense para el próximo varapalo.

  3. Interesantes reflexiones de LBNL que le llevan al agnosticismo. Lo más sorprendente de su artículo es su mención de Demoscopia(28 de abril, Demoscopia.org), análisis que lleva a la conclusión de que «el pacto Podemos-IU podría resultarle más perjudicial al PP en términos de escaños que a ningún otro partido, especialmente si, como indican las encuestas, una pequeña parte de sus electores deciden dejar de votarle bien por los escándalos de corrupción, bien por la inacción de Rajoy o por los dos factores al alimón.» Me encantaría que fuese cierto.
    Si yo fuese un ser exclusivaqmente racional y quisiera que España tuviese gobierno en las próximas elecciones, pienso que votaría a Ciudadanos o al PSOE. Me apoyo en creer que la evidencia de corrupción metastática del PP hará que muchos de sus votantes anteriores le pasen sus votos a Ciudadanos. Por otra parte, LBNL duda que Podemos + IU vayan a conseguir los 15 escaños más posibles por coaligarse, ya que cree que muchos anteriores votantes de Podemos dejaran de votarle. Suponiendo que pasaran a votar al PSOE, es posible que el pacto C ´s y PSOE consiga casi los escaños necesarios para formar gobierno. Por tanto, mi postura es que si fuesemos totalmente racionales, los que votaron a Podemos, mareas y similares deberían votar al PSOE y los que votaron a PP por miedo a un frente de izquierdas que pasen a votar a C´s. O sea, más que buscar una figura de prestigio neutral para formar gobierno, lo que los votantes deben hacer es, en aras de formar un gobierno estable, renunciar a sus afanes de pureza política y votar a los dos partidos de centro.

  4. Bueno todos estamos un poco igual, a ver q pasa. Solo comentar q en la union entre P y IU se olvida del efecto politico de tal union, de la ilusion q va a generar tb entre muchos votantes del PSOE e incluso de C’s me atrevo a decir.

  5. En cierta forma hemos vuelto a la casilla de salida anterior al 20D. Lo previsible es un triunfo del centro derecha ( PP+Podemos) frente a una izquierda dividida y debilitada. Pero estos meses han dejado algunos elementos correctores: el envejecimiento de Podemos. Las formas y maneras del líder de Podemos, cuyo egotismo patológico de izquierda rancia ya reconocen hasta los suyos, ha dejado muchos pelos en la gatera a una formación que no es extraño haya pasado de humillar a IU a necesitarla como el comer. Tampoco son pocos en IU los que se oponen a terminar en las manos de alguien que no admite prisioneros y entiende la política como un todo o nada donde el eje es siempre él. Y eso sin hablar de su programa. El PSOE, supongo, intentará salvar los muebles repitiendo sus mediocres resultados y procurando volver a ser decisivo en cualquier quiniela. Volver a la casilla de salida y con los mismos fantasmas. Su dilema seguirá siendo el mismo: o con el centro derecha o con el populismo de Podemos. No hay más. Lo que sí le pediría a Pedro Sánchez es que aclare muy clarito en esta campaña si piensa pactar con Podemos. Si lo piensa hacer me quedaré en casa y no volver a votar a su partido el 26J.

  6. ¿Será posible que mi desentusiasmo sea tal que se me pase por la cabeza votar en blanco?

  7. Se entienden bien los desánimos y desencantos. Yo también he votado en blanco y me he abstenido de votar en algunas de las elecciones recientes.
    Una cosa que contribuye al desánimo es ver como las actitudes no cambian. Los responsables de la repetición electoral ya están diciendonos que van a seguir en su discurso, en su táctica y en sus vetos. Y no parece que los ciudadanos estén por la labor de corregir ese desaguisado corrigiendo a su vez su actitud electoral previa (es decir, premiando o castigando en función de la que haya hecho cada actor político con los resultados en estos tres últimos meses). Leí hace unos días un reportaje en El Correo con un grupo de ciudadanos que expresaban su parecer sobre lo ocurrido. Las críticas podían ser razonables (incluso en algunos casos, hacia los partidos por los que decían haber votado) pero, cuando llegaba la útlima de las preguntas, la de si pensaban cambiar ahora su voto, la respuesta casi unánime era que de eso nada, que repetirían papeleta. Pues que bien.
    Los que sí expresarán su enfado o hastío serán los que se abstendrán muy conscientemente.

    Senyor_G confía en el efecto ilusionante para una parte del electorado de la posible unidad entre Podemos e IU. En teoría debería ser así pero la práctica nos ha enseñado, en bastantes ocasiones, que en polkítica 2+3 no son 5 sino a veces 4.

    Yo en esta tesitura appoyaré a C´s, aunque en mi circunscripción lo más seguro es que ese voto no se traduzca en escaño. lo prefiero a hacerlo en banco y además, si Rivera mejora sus resultados (y creo que lo hará) eso, siempre redundará al menos en un reequilibrio a mejor en el centro-derecha español. En el otro extremo del arco político creo que, a corto y medio plazo, no hay posibilidad de cambio alguno a mejor .

  8. Gracias por los parabienes Laertes.
    senyor-j: Luego decía que la tercera opción, propiciada por la abstención de CiU y ERC y hasta Bildu, es incompatible con la flexibilización del tema autoderminación que el PSOE necesita para poder pactar con Podemos. Ergo, no existe. Y sí, si Podemos+IU suma tanta ilusión que 1+4 pasan a ser 5, 6 ó 7, se consuma el sorpasso y el PSOE baja todavía más, Iglesias encabezaría el posible pacto. Pero no sería porque entonces no habría flexibilización ninguna y el PSOE no entraría. Que no le guste, vale, pero pensar que el PSOE podría apoyar una autodeterminación unilateral de ningún territorio de España es ciencia ficción.

  9. Yo tengo una gran curiosidad para ver como Pablo Iglesias defiende que una coalición con IU es «nueva política» y «ni de izquierdas ni de derechas».
    Fantástico, el PCE es un partido nuevo y transversal sólo por contacto osmótico con el amado líder. Es que me encanta…..

  10. Buen acto de contrición.
    __
    Dos millones de españoles dejarán de votar. No van a ser los forofos de la asociación con fines delictivos que opera bajo las siglas PP, porque las fechorías de los dirigentes de la banda ya eran de sobra conocidas. ¿Qué novedad hay en que ministros y ex ministros salgan ahora en los papeles de Panamá? Después de «Luis, sé fuerte», ya sabemos que hay 7 millones de españoles que están dispuestos a ser conducidos por un ladrón.
    El perfil de quien no va a votar el 26-J es, me parece, claro; gente moderadamente progresista como la que abunda por este blog, que era el soporte tradicional del PSOE y que hoy mismo manifiesta aquí sus dudas. Desde 2008 el PSOE ha perdido 5 millones de votantes. Parece que va a perder a algunos más en junio. Sumamente torpe por parte de Sánchez en las circunstancias actuales decir que «en ningún caso» pactará con el PP. ¿Qué necesidad, a estas alturas? Pero nadie hay para suplirlo: si prospera el delirio de que Susana es el futuro regenerador del socialismo, que echen ya el cierre.
    IU va a ser la muleta que le permita a Iglesias disfrazar sus fracasos múltiples. (Por cierto, me ha llamado la atención la escasa cobertura mediática en España de la huelga general de 3 días contra los recortes aprobados por Tsipras -menos pensiones, más impuestos- este domingo).
    Y Rivera subirá algo.
    Con lo que mí me sale un gobierno de la derecha. Sumará al PNV y llegará a la mayoría absoluta, o casi. Tal vez sacrifiquen a algunos de los delincuentes más conspicuos. Eso será lo único que saquemos.

  11. No me parece que el error de LBNL se circunscriba a un montaje desordenado de las piezas que a trancas y barrancas mostraba el escenario político después del 20 D y mucho menos a un deseo de cambio, por otro parte muy justificado.
    Es solo que «la gente» es así , impredecible, inmadura, inconstante. Como los niños. Para consuelo del articulista hay que decir que nadie -hasta dónde llegan mis lecturas- ha elaborado una lectura que pida mármol. La inercia de los analistas profesionales llevó la combinatoria a un terreno de juego político en rápida descomposición, con un PSOE que esperaba cobrar los réditos de sus préstamos locales y no obtuvo nada que no fuera el desprestigio entre sus propias filas, el desconcierto moral por sus elecciones y la torpeza en el manejo de los tiempos.
    Si como bien se ha repetido en este foro , los resultados del 20 D situaban al PSOE en una posición de ventaja para la maniobra florentina, ahora , en buena lógica , su torpeza y vanidad deberían ser castigadas con una nueva ración de insignificancia ( en Euskadi parece que definitivamente el PSE se ha bebido la cosecha entera y espera ingresar en el PNV , partido al que elogia el líder de Podemos )
    Este discurso de ni ellos ni los otros que practica Pedro, es estéril.
    Y por eso ganará el centro derecha , porque sabe lo que quiere y lo que no quiere. Como muchos millones de españoles.
    En lugar de llevar al partido a un centro productivo de reformas , el torpe de Pedro y su raquítica Ejecutiva , un tanto pija , se han perdido en un momento histórico desestabilizante por su ausencia de carácter. Una pena.

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