¿Cambiará el mundo a mejor?

LBNL

A mí edad es difícil creerlo y más tras las frustradas expectativas de cambio que generó la “gran recesión” de 2008. ¿Recuerdan aquella Cumbre del G20 tras la que Sarkozy dio a entender que el capitalismo iba a cambiar radicalmente? Pero hagamos un ejercicio de ilusión – que tan bien nos viene en estos momentos – y recopilemos las enseñanzas que podríamos intentar poner en práctica colectivamente una vez consigamos domeñar la pandemia. La primera y más evidente es la conveniencia de blindar a cal y canto la inversión en sanidad pública. Y también en I+D+i. Digo bien inversión y no gasto porque una buena sanidad pública es un buen negocio también económico: sale mucho más barato prevenir que curar. Y no digamos la investigación y desarrollo y su vasto efecto multiplicador sobre la economía en general. Quiero creer que al menos, la sociedad española en su conjunto mandará a galeras al primer líder político o social que se atreva a proponer más recortes o privatizaciones en estas áreas.La pandemia es la amenaza más urgente para la Humanidad pero el cambio climático sigue siendo la amenaza más grave para nuestra supervivencia a largo plazo. Incluso si mueren millones de personas por todo el mundo, como me temo, la Humanidad seguirá adelante tras el corona virus. En cambio, si la temperatura terráquea alcanza un punto de no retorno cada vez más cercano, nadie podrá salvarse. Pues bien, el confinamiento generalizado ha provocado una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes sin precedentes. No es, evidentemente, un método sostenible porque acabaríamos muriendo todos de hambre pero ofrece algunas pistas para el futuro.

Lo anterior está ligado con el tele trabajo y la conciliación. La drástica reducción de los desplazamientos en vehículos privados y la práctica paralización de los miles de vuelos de pasajeros diarios ha contribuido significativamente a la reducción de emisiones. El turismo es muy enriquecedor para el que viaja y para los que reciben pero el medio ambiente no puede permitirse que a un sueco le suponga el mismo coste pasar el fin de semana en Ibiza que pasarlo en una ciudad vecina. Las compañías aéreas van a necesitar grandes ayudas para capear el temporal y son absolutamente necesarias pero convendría que su recuperación se basara principalmente en un aumento de tarifas, es decir, que el negocio vuelva a estar basado antes en el margen de beneficio que en el volumen del tráfico.

Por otra parte, habiéndonos visto forzados a tele trabajar y prodigarnos en reuniones telemáticas, cabría seguir privilegiando estas opciones en el futuro en aquellos sectores en los que las circunstancias lo permiten. Y aprovechar para reforzar los transportes públicos y poner trabas a la circulación de vehículos privados por las ciudades. ¿Recuerdan el debate sobre Madrid Central solo hace unos pocos meses? Está todo relacionado indirectamente porque aunque no quepa demostrarlo con pruebas, seguramente si Madrid padeciera un menor grado de contaminación, su población habría resistido algo mejor los embates del corona virus, que aprovecha la debilidad pulmonar de sus víctimas para golpearles con más fuerza.

Puestos a soñar, cabe pensar en una mayor cohesión internacional tras derrotar a un enemigo común. Aún es pronto para hacerlo porque de momento son pocas los países afectados tan gravemente como el nuestro y las muestras de xenofobia e insolidaridad son todavía frecuentes. El virus salió de China pero el material protector que desesperadamente necesitamos, también se produce en China. La globalización está demasiado avanzada para que quepa cerrar las fronteras, como demuestra el consenso para cerrarlas solo para el tráfico de personas y mantener el paso de mercancías.

Sería bonito – y muy eficaz – que algunas de estas reflexiones se abrieran camino tras la pandemia y pudiéramos disfrutar de un mundo más protegido, más saludable y más solidario a nivel internacional cuando pase la pandemia. No tengo mucha fe pero voluntad de intentarlo no falta. Si no lo conseguimos no será por falta de evidencias.

Pero todo lo anterior queda para más tarde, para cuando hayamos conseguido no solo aplanar la curva de crecimiento de la infección, que puede estar a la vuelta de la esquina, sino vencerla y recuperar gradualmente la normalidad. Será entonces cuando convendría revisar la “normalidad” para que sea plenamente sostenible.

15 comentarios en “¿Cambiará el mundo a mejor?

  1. Gracias, LBNL. Tu reflexión de hoy no es voluntarista. Sería la salida más inteligente, si queremos conservar el planeta y, consecuentemente, a nosotros mismos. Quizás esta pandemia nos fuerce a pensar en ese sentido, puesto que ha evidenciado el absurdo de nuestra «normalidad».
    Es posible, quizás, en otro orden de cosas, que Trump no saliera reelegido en las próximas elecciones de noviembre, si la economía USA se embarrancara como consecuencia de la pandemia. Si el mundo pudiera quitarse a ese canalla de encima, el planeta, el medio ambiente y toda la humanidad, saldria muy beneficiada.
    En cualquier caso, tu artículo de hoy no me parece una utopía. Marx ya dijo hace muchos años que el progreso no es consecuencia inevitable de los avances tecnológicos. Simplemente tenemos que hacerlo posible con nuestras decisiones políticas. Y esta pandemia en las sociedades avanzadas nos da la oportunidad de repensar y actúar sobre nuestra «normalidad» previa.
    Gracias de nuevo por tu frescura.

  2. El mundo occidental patas arriba por la pandemia que lleva ya varios miles de muertos. ….. los nuestros.
    De Ruanda, Kosovo, etec parece que no nos acordamos. Las bolsas apenas se movieron entonces.

  3. Miraré la prensa digital a las tres de la mañana, por si ha habido cambios en la norma. ….. y a las cinco también, por si acaso.

  4. El decreto finalmente poco tiene que ver con lo que dijo Sanchez del confinamiento total. No es la primera vez que dice una cosa y se redacta otra en esta crisis.. Retiro mi bien Sanchez.

  5. Por cierto, es la segunda vez en esta crisis que el Consejo de ministros aprueba una norma antes de redactarla.

  6. Estoy convencido de que no era su intención pero el articulista con sus deseo de subida de tarifas aéreas , como antes Carmena en su almendra central ( en donde vive ) , parece que entiende la movilidad como cosa de privilegiados.
    Además , el propio título es una abstracción : ¿ mejor para quién ? Para los antitaurinos significaría la prohibición de la caza ; para los antipopulistas , entre los que me encuentro , la expulsión de Sánchez y los de Podemos del Gobierno, que habría de ser de unidad para afrontar la crisis con exclusión de extremistas ; para los verdes otra cosa y , así hasta agotar la casuística de las buenas intenciones .
    Si se trata de una mejora de la moralidad en un sentido religioso en donde se hace axioma que los intereses generales se antepongan a los particulares , como dice la rígida Ministra de Trabajo y Trabaja , que se traduce en que el interés general lo defino yo y vais a comportaros como yo diga , no será mejor, porque con su torpeza genera una contestación radical y no colaborativa del empresariado., que es el encargado de organizar la producción.
    A mí me gustaba como éramos antes de la crisis , me gusta en la crisis y espero que sigamos siendo gente normal que disfruta de la vida después de la crisis.
    Naturalmente la alegría y emoción de los abrazos dejará su profunda huella. pero la fuerza de la costumbre quedará reducida al intenso ámbito familiar.

  7. A ver si Sánchez sigue las reflexiones de Felipa, que sigue siendo una voz que hay que escuchar.

  8. Interesante siempre la voz de Felipe y más si cabe cuando le entrevista I. Torreblanca ( expulsado malamente de la redacción de EL PAÍS por Soledad Gallego )
    En esta ocasión me parece muy retenido y lo explica al final. Estoy convencido de que es conocedor de la crisis política en el seno del gobierno y de las dificultades enormes de Sánchez para llevar el timón con un Podemos extremista .

    ::
    Mientras que en Asturias se activa la industria el PNV negocia directamente con Industria.

  9. En mi modesta opinión, el juicio sobre la gestión del Gobierno español de la crisis vendrá determinado por el daño que cause la pandemia en los países de nuestro entorno. Si Francia, Alemania, Suecia, Polonia, etc, acaban teniendo una cifra muy inferior (per cápita) de fallecidos, será impepinable que España reaccionó muy tarde y no eficazmente y la excusa de que fuimos los segundos más afectados no servirá de mucho. Si por el contrario en las próximas semanas la situación se descontrola por todas partes, será evidente que la imprevisión y la lentitud en reaccionar ha sido generalizado.
    Dejando de lado a España, lo que es absolutamente alucinante es que, viendo lo que estaba pasando en Italia y en España, Boris Johson, Trump y Bolsonaro hayan reaccionado tan irresponsablemente como lo han hecho. No lo puedo entender…

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