El tablero del fútbol global

Juanjo Cáceres

Casi sin que nos diéramos cuenta, fueron asentándose en nuestros comedores. Venían con fuerza, pero la pandemia les dio el impulso definitivo. Desde entonces, buena parte de los hogares españoles quedaron conectados a Netflix, como muchos otros ya lo estaban a Movistar. Estar suscritos a streamings diversos, llámense Disney+, HBO, Apple TV, Filmin, Amazon Prime, DAZN y un larguísimo etcétera, se ha convertido en algo tan habitual en las familias, como unos años atrás era descargar productos piratas en redes P2P o con torrents – que, por cierto, no por ello han dejado de existir. Pero la noticia no es que ahora aceptemos de buen grado pagar un servicio de streaming por ver series y partidos en nuestras televisiones de altísima definición, cuando antes, ni pudiendo, lo hacíamos, sino lo que ello representa: que las grandes empresas globales se han colado en casa. Y si las llamamos globales, es porque ese servicio de streaming que recibimos, tiene básicamente el mismo catálogo que ofrecen en Londres, Budapest, Nueva Delhi, Hong Kong y Los Ángeles, lo que implica que son servicios dirigidos a audiencias globales, entre las que cada uno de nosotros no somos mucho más que un átomo. Sigue leyendo

Disparates en los libros de texto

David Rodríguez

Los libros de texto que caen en manos del alumnado español ya han sido objeto de polémica en más de una ocasión, pero el problema está lejos de ser resuelto. Quería destacar aquí una joya que aparece en el libro de “Economía de la Empresa” de segundo curso de Bachillerato, y que hace referencia a la primera característica que según la autoría del libro presentan las pequeñas y medianas empresas: “Poca formación empresarial. El empresario tiene pocos conocimientos técnicos, que frecuentemente ha adquirido en la gestión de la misma empresa. Al gestionarla, se mueve más por impulsos y ganas que por una formación académica adecuada”.

Más allá del mantenimiento del lenguaje sexista en pleno año 2023, las afirmaciones que se realizan son completamente disparatadas, ajenas a la realidad y totalmente prejuiciosas hacia las pequeñas y medianas empresas de nuestro país. Además, destilan un cierto clasismo simplista, ya que parecen reducir las pymes al tejido comercial de nuestros barrios, donde resulta que las personas que las gestionan no tienen la formación adecuada para atender a la clientela, como si las grandes multinacionales prestaran un magnífico servicio en este sentido. Sigue leyendo

Terra baixa (Reconstrucció d’un crim)

Senyor G

No sé si conocen el argumento de Terra Baixa (Tierra Baja), obra del Ángel Guimerà (1845-1924), entre otras cosas dramaturgo catalán nacido en Las Canarias dentro del movimiento de la Renaixença (el resurgimiento de la lengua y cultura catalanas de finales del siglo XIX). Creo que no he visto esta obra de teatro pero sí que la leí durante el bachillerato.

De lo que me queda en la memoria, el argumento de Terra Baixa, que al estilo de la convención revolucionaria francesa, contrapone las tierras altas de la naturaleza, la pureza y la bondad a la tierra baja de las malas pasiones y las cosas de los hombres. De la tierra alta baja un pastor llamado Manelic para casarse en la tierra baja con la amante del señor de las tierras, de las de arriba y de las de abajo y todo lo que se mueve por ellas, incluso las personas. Ese matrimonio es para que “l’amo” mantenga su estatus dentro de las convenciones sociales y su voluntad. Se contrapone también el carácter del hombre sencillo y bueno contra el del señor dominado por las bajas pasiones y su voluntad de poder, que acaba dramáticamente con la muerte, no me atreveré a decir que justa, del malvado señor. Sigue leyendo

La chica del flequillo

Julio Embid

Hace tres semanas estuve en tu casa de Las Águilas, en el quinto pino, desayunando. Te llevé palmeras de chocolate, que sabía que siempre te habían gustado las marranadas dulces para comer. Me preguntaste si te veía más flaquita y te dijo que no, que desde que nos conocimos hace trece años en un segundo piso de la calle Zurbano currando en la misma Fundación Alternativas, siempre te había visto más flaquita que yo, alimentándote exclusivamente de risketos, triskis y coca-cola light. Nos reímos mucho, muchas veces estos años. Y siempre te tuve mucho cariño porque eras energía pura, una gran jefa de prensa que leía sin parar y que era capaz de vender un paper en el desierto. Allí donde trabajaste: en la FAPE, en Reporteros Sin Fronteras o en Alternativas, dejaste buen recuerdo.

Cuando llegué a tu casa me sorprendió la luz que tenía, brillaba a través del ventanal del salón. Y tus dos gaticos dando vueltas alrededor de nosotros subiendo por encima de la mesa que casi nos tiran los cafés y hablamos de cómics, de libros, de Carmen (Es di-vi-na dijiste el día que la conociste), de nuestro amigo Carlos y de tantas cosas que, estos años, desde que me había ido a Zaragoza a vivir, no nos habíamos podido contar con tanta frecuencia. Sigue leyendo

El otro lado de Welles

Juanjo Cáceres

Cualquier persona nacida hace más de cien años se nos hace extraña a todos los que ni siquiera hemos vivido la mitad de esa cifra, pero las personalidades más importantes de nuestro pasado reciente no deberían de sernos desconocidas, ni quedar en el olvido. Es inevitable, no obstante, que ello suceda, salvo que las cosas del presente hagan que se rescaten de algún modo y que con ello descubramos parte de lo que fueron e hicieron.

Puede que esto último le haya estado sucediendo a Orson Welles, un personaje del que probablemente en nuestro país no hacemos demasiada memoria. Más aun cuando hace solo unos pocos años que reapareció mágicamente ante nosotros con un producto “nuevo”, Netflix mediante. No diremos que fuera un éxito de audiencia, porque no lo fue, ni tampoco que el hecho sirviera de excusa para redescubrir todo su legado cinematográfico, que tampoco. Y no precisamente porque no sea necesario reivindicar al autor intelectual de la considerada por algunos la mejor película de la historia, Ciudadano Kane, su gran obra maestra: una composición que por el inevitable paso del tiempo es probable que resulte cada vez menos conocida entre el público más joven y que para otros no tan jóvenes duerma el dulce sueño del olvido. Sigue leyendo

Mi 2022 en Debate Callejero: un año de furia

Juanjo Cáceres

Cuando llega el final de año, hay gente que elige echar la vista atrás y otros que prefieren mirar hacia adelante. En mi caso me siento en la necesidad de hacer diversos balances y de los mismos no está excluido Debate Callejero, espacio al que he contribuido durante 2022 con 24 textos, que culminan con el que tienen ante ustedes, el vigésimo quinto. En mi caso, mirar hacia atrás me sirve para revisar cuáles han sido los ejes temáticos que me han llamado la atención y para comprobar en primera persona si lo aquí redactado han sido ocurrencias puntuales, simples disparates o bien ha quedado alguna idea relevante sobre el papel.

Creo que la guerra de Ucrania ha sido en buena medida el centro de gravedad sobre el que ha basculado todo. En El mundo después de Putin y Paradojas bélicas la he abordado como tema central, pero cuando la guerra reaparece en Europa, creo que lo más necesario es recuperar la perspectiva histórica (quizás debido a un sesgo de itinerario, dados los numerosísimos años que dediqué a formarme en la materia). Este 2022 lo he hecho en varias ocasiones: en Miradas 104 años después (Primera Guerra Mundial), El último soviético (Imperio soviético) y, fuera de la temática ucraniana, en Exilio a cuerpo de rey (sobre la monarquía borbónica). También en otro texto más reciente, Una vida cualquiera, donde recurriendo a la falsa biografía y con escaso eco, traté de poner en perspectiva algo más de cuarenta años de historia reciente, para evocar lo que para mí es una de las claves del presente: un profundo, impreciso y a veces intangible malestar civilizatorio. Sigue leyendo

Una vida cualquiera

Juanjo Cáceres

Naces irrumpiendo en los años 80. Tus padres contemplan cómo las llamas encienden un pebetero en Moscú y das tus primeros pasos en un país que se dispone a celebrar un Mundial de Futbol. ¡Qué gran acontecimiento y qué pequeño eres como para recordar después algo de todo aquello!

El atentado de Hipercor y la nominación a los Óscar de Almodóvar te alcanzan en la escuela. A punto de salir de ella disfrutas del mayor espectáculo del mundo en tu ciudad: unos Juegos Olímpicos. Es un año mágico, de orgullo y satisfacción, en el que tus padres no dudan en viajar hasta Sevilla para visitar la Exposición Universal, donde descubres una forma de imaginar el mundo que pone un broche de oro a esa infancia que ya termina. Sigue leyendo

Gerard Piqué no tiene quién le escriba

Juanjo Cáceres

El próximo año hará dos décadas que el inolvidable Manuel Vázquez Montalbán diseccionaba toda una época en uno de sus personalísimos ensayos: “La aznaridad”. El trabajo revisaba con una perspectiva única el mandato de José María Aznar a poco tiempo de su finalización, que sobrevendría un año después con el relevo fallido de Rajoy, los atentados de Atocha y la victoria en las urnas en el año 2004 de José Luis Rodríguez Zapatero.

Entre los diferentes apartados que recorría el libro, había uno dedicado al fútbol: “Del nacionalfubolismo al nacionalcatolicismo”. Manolo recordaba en él que el expresidente Aznar intentó en todo momento vehicular su imagen a través del imaginario deportivo y que lo hizo principalmente mediante dos dimensiones: como jugador de paddle y como aficionado del Real Madrid y de la selección nacional. En su análisis de la relación entre “aznaridad” y fútbol, recordaba cómo en los años 1990 había surgido en el Real Madrid la necesidad de recuperar su condición de equipo representativo del Estado ante los prolongados éxitos del cruyffismo, lo que logró con éxito consiguiendo tres nuevas copas de Europa entre 1998 y 2002, mientras el Barça se adentraba en un periodo cada vez más tenebroso. En un aspecto distinto, hay otra reflexión que merece ser recordada: “Tenemos que asumir con resignación los desastres épicos de nuestro deporte, a la vista de que la selección de fútbol jamás será otra naranja mecánica, ni siquiera una naranja mecánica”. Sigue leyendo

De ola a ola

David Rodríguez

Prácticamente no hemos acabado de salir de la segunda ola de calor de este verano y ya tenemos activados nuevos avisos de peligro para estos días. Para quién todavía pueda pensar que esto es algo normal, hay que recordar que, a nivel de España, se considera ‘ola de calor’ un episodio de como mínimo tres días consecutivos, en el que al menos un 10% de las estaciones meteorológicas registran temperaturas máximas por encima del percentil 95 respecto a la serie comprendida entre 1971 y 2000.

La primera ola de este verano llegó en junio y fue la más intensa en este mes desde que se tienen registros, superando la de 1981. La segunda ola se acaba de producir a mediados de julio, que según los datos provisionales de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) ha sido la más intensa y una de las más duraderas de la historia. Durante las jornadas presentes volvemos a padecer episodios de calor extremo en muchas provincias de España, aunque técnicamente parece que no va a tener la consideración de una ola independiente, y puede ser que se compute como una continuación de la anterior. Sigue leyendo

Héroes y dioses

Julio Embid

El pasado fin de semana fui a ver la nueva película de superhéroes “Thor Love and Thunder” protagonizada por el australiano Chris Hemsworth y dirigida por el neozelandés Taika Waititi. Más allá de que sea la cuarta película de este superhéroe y de que, desde la compra de Marvel Comics por el conglomerado The Walt Disney Company en 2009, se produzcan pelis y series como churros, puedo decir que me gustó.

El argumento, sin contar spoilers, está recogido en las sinopsis y trailers: Un loco extraterrestre llamado Gorr (interpretado fantásticamente por Christian Bale), tras rezar mucho y ver como su hija moría de hambre, decide tras ser ninguneado por los dioses, acabar con ellos planeta por planeta y matarlos a todos con la ayuda de una espada mágica, para que a ningún mortal se le vuelvan a reír los seres todopoderosos e inmortales. Sigue leyendo