Viva la Constitución Española

Arthur Mulligan

La Ministra Pilar Alegría sonríe, conjuga mal un verbo, crítica al Tribunal Supremo porque, en su opinión, anular un Real Decreto del Consejo de Ministros que nombró al Presidente del Consejo de Estado no respeta la separación de poderes, a pesar de no cumplir los requisitos. Es decir, no se entera de nada, porque ella se fija en que debe nombrarse libremente pero no atiende a la condición simultanea de que sea un/a jurista de reconocido prestigio, algo que no cumple Magdalena Valerio.

Por otra parte, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha anulado el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de sala (la máxima categoría de la carrera) que realizó el Gobierno en octubre de 2022, por considerar que supuso un ejercicio de “desviación de poder” por parte del Fiscal General. La sentencia que emite ahora el Supremo considera acreditado que la finalidad buscada por el Fiscal General del Estado fue «asegurar a doña Dolores Delgado García su promoción a la máxima categoría de la carrera fiscal, tratando de llenar lo que, en opinión del proponente, es una carencia de la legislación en vigor». Además, considera que la resolución de convocatorias para estas plazas debería proveerse «con arreglo al criterio del mérito».

De modo que todos los poderes están sometidos al imperio de la Ley, algo que disgusta a Sánchez y a los ministros de Sánchez, algunos de los cuales carecen de formación y se les nota. Sigue leyendo

El del 24-F: el pactó del que había que sentirse orgullosos

Senyor G

Cómo decíamos hace un par de semanas en este mismo espacio cuando nos explicaban la resolución de golpe de estado se destacaba que se decidió sólo a castigar a los líderes militares del golpe y a un solo civil. De hecho se daba por sentado que la trama civil del 23-F nunca fue desarticulada y el mismo ministro de Defensa del momento se enorgullecía de no haber aplicado el Código Militar a rajatabla. Si no era una amnistía parcial tenía efectos bastante parecidos y no se recuerda la oposición de las asociaciones de diferentes ámbitos y sectores del derecho en su contra.

En su interesante comentario Juanjo Cáceres, nos apuntaba que “Sí que cabe reseñar que la exculpación de suboficiales y demás se encuentra estrechamente relacionada con el pacto del capó del 24F, que facilitó la salida del hemiciclo de los Diputados retenidos. Hay una interesante mini historia ahí…” Así que volví al “Diez años sin Franco. DESATADO y bien desatado” que El Periódico de Catalunya publicó en 1985 y en el que cuando escribía el artículo vi en diagonal el famoso Pacto del Capó:

«Condiciones: Salir la columna de la DAC y los últimos y por la zona donde apuntan los vehículos (no San Jerónimo). En columna motorizada y se entregará en El Pardo. – No responsabilidades de teniente para abajo. Lo último, suboficial. Ningún fotógrafo. – Itinerario despejado y dos motoristas conduciendo. – Teniente coronel Tejero Molina. – Quiere que venga general Armada Comyn. – Suboficiales y guardias, sin responsabilidad. – Algún oficial pide salir al extranjero. – Responsable: el teniente coronel Tejero. – Salir en coche y entregarse en la Dirección General de la Guardia Civil. – Los oficiales que se sancionen será en prisiones militares. – Firma ilegible. – Capitán de navío Camilo Menéndez Vives, las mismas condiciones que el teniente coronel Tejero, pero en el Ministerio de Marina.» Sigue leyendo

Ser un caballero

Carlos Hidalgo

En estos tiempos en los que los machistas de toda la vida se quejan de que “ya no se pueden tener modales”, me acuerdo siempre de dos conceptos que, siendo muy antiguos, no están para nada reñidos con lo que es el feminismo. Uno de ellos es tan antiguo como para ser mencionado en Macbeth, de William Shakespeare, cuando Lady Macbeth intenta que su marido cometa sus primeras fechorías y Macbeth, aún decente, responde para negarse: “Me atrevo a todo cuanto se atreva un hombre, y no es hombre quien se atreva a más”. Macbeth aquí usa “hombre” como equivalente a un ser humano básicamente decente y honrado, siendo menos hombre el que se comporta de manera egoísta, cruel y malvada.

Y el otro es concepto es “ser un caballero”, que la RAE define como hombre que se comporta con distinción, nobleza y generosidad. Si nos atenemos a la definición de la RAE, ser un caballero tampoco es algo que contradiga a los nuevos conceptos de masculinidad o que colisione con el feminismo moderno. Recuerdo una ocasión en la que yo, enfadado con las maldades permanentes que me dedicaba una persona, soltaba sapos y culebras para desahogarme con un amigo mío. Este amigo me miró muy serio y me contó una historia que aparentemente tenía poco que ver, pero que sí que tenía moraleja. En aquella época acaban de conceder el Premio Cervantes a Eduardo Mendoza. Un amigo de mi amigo le llamó para felicitarle y al parecer tampoco mostró un entusiasmo excesivo. “Se alegró”, contaron a mi amigo, “pero no mucho; como cuando hablé con él cuando se murió su mujer, que estaba triste, pero no mucho; es que Mendoza es un caballero”. Parece pues que los caballeros también se portan con mesura a la hora de expresar sus sentimientos y además de comportarse con “distinción, nobleza y generosidad”, también se comportan con discreción, moderación y consideración a los demás. Sigue leyendo

Pesos y contrapesos

Carlos Hidalgo

La separación de poderes, tal y como la entendemos hoy en día, se basa en que el Estado está dividido en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, y en que cada uno de esos tres poderes controla a los otros y les contrapesaba. El Ejecutivo se encarga de dirigir la acción del Estado, conforme a las leyes que dicta el Legislativo y controlado por el Judicial, el Legislativo elabora las leyes y el Judicial se encarga de hacer valer las leyes hechas por el Legislativo, pero a cambio sus órganos de Gobierno son dictados por el Legislativo y el Ejecutivo.

Se quejan parte de los jueces y la derecha en general de que el Ejecutivo y el Legislativo quieren acabar con la independencia del Judicial porque sus órganos de Gobierno, en un claro ninguneo a la Constitución, siguen en funciones y sin renovarse desde que el PP, tras su salida del poder, sabotea permanentemente las negociaciones de renovación, al negarse siquiera a facilitar una lista de candidatos o acordar con el resto del partidos una nueva composición del órgano de gobierno de los jueces: el Consejo General del Poder Judicial. Sigue leyendo

Lágrimas rojas

Arthur Mulligan

Una Moncloa lacrimógena no ha dejado pasar la ocasión de intentar cerrar una de las etapas más miserables de la política española mediante el recurso del melodrama y su cascada de lágrimas, alejándonos aún más de la admirable economía de gestos que rigen las costumbres en el Palacio Imperial de Tokio,

Lloraba Raquel Sánchez con gratitud dejando el Ministerio de Transportes a Oscar Puente quien ya se preparaba para cargar trenes con soldados; lloraba Yolanda Díaz dedicando sus lágrimas a quien más quería, no a su propia mismidad, como pensaban algunos, sino a su familia. También lloraba Irene Montero, emocionada por su ira contenida pero no Belarra, aunque ambas añoraban ya los días de cuchipanda a todo trapo de compras por Nueva York. Lloraba Dolores Delgado descabalgada de su alta Fiscalía con lágrimas de congoja y rencor, de tango arrastrado y vengativo. Lloraba en amargo silencio un solitario Álvaro García Ortiz, alguacil alguacilado maldiciendo su servil mansedumbre por saltarse el escalafón de los ascensos y el espíritu del cuerpo. Solo en la entrega de los Goya se llora de este modo; mamá, papá, ¡os quiero! Sigue leyendo

Pudiendo

Juanjo Cáceres

En esas circunstancias parece que todo se vuelve una cuestión de matar o morir. No hay término medio. La cuestión crucial es saber elegir el lugar y el momento del enfrentamiento final.”

Es martes 28 de marzo de 2023 en Debate Callejero. Ni el 28M ni el 23J han tenido todavía lugar, pero el polémico y enconado proceso de formación de la coalición andaluza ya ha dejado en evidencia hasta qué punto están deterioradas las relaciones entre el espacio de Yolanda Díaz y Podemos. Las sospechas de que en ese momento ya se ha atravesado un punto de no retorno están bien fundamentadas y el devenir de los ocho meses siguientes no hará más que demostrar todo el distanciamiento y encarnizamiento ya existentes.

Basta con asomarse a las redes estos días para comprobar cómo, parafraseando al locutor de radio José María García, un espacio que pretendía ser histórico, se ha convertido en histérico. Los principales referentes de la formación morada, con nombres tan conocidos como el de Pablo Echenique, emiten una y otra vez descalificaciones contra Sumar y contra el recientemente investido presidente del Gobierno. Hay relevantes cargos orgánicos autonómicos tuiteando compulsivamente con ese mismo objetivo. También la propuesta de designación de Nacho Álvarez como ministro, que ha acabado con su renuncia a ocupar cargos institucionales u orgánicos, denota dramáticamente que el deterioro de las relaciones entre los que hasta hace poco eran compañeros de proyecto o aliados políticos es del todo irreversible. Sigue leyendo

La del 23-F, la amnistía de la que había que sentirse orgullosos

Senyor G

Esta semana pasada jugó la selección Española (masculina de fútbol*) contra Chipre. Aprovecharon para rememorar que una derrota contra la misma selección (*) produjo el despido de Javier Clemente como seleccionador nacional (*), y que eso fue hace 25 años. ¡25 años! No hubiese dicho que hacía tanto tiempo. Eso fue en 1998, y a mí casi me parecía que fue ayer. Así las cosas, no son como las recordamos, y nos hemos quedado hasta cierto punto congelados en nuestra juventud, en mi caso a finales del siglo XX, soy de 1975, justo el año que murió Franco, no llegó al par de meses, pero puedo decir que mientras él vivió yo no hablé ni pude votar ni opinar, sólo llorar como queja.

En cualquier caso llegué a la edad adulta, aunque joven con una estructura (o relato hilvanado) de la historia de España (y occidental o mundial) determinado. Es curioso cómo ha ido cambiando la percepción de nuestra propia historia en algunos temas de los últimos tres siglos, pero debo centrarme en el hilo al que quería ir. En esos últimos años del siglo XX aún se hablaba de la transición y del Rey (ahora emérito) de una determinada manera. Aunque algunos tuvieron y tienen sentido, también se hicieron lugares comunes algunos aspectos que sí han llegado a nuestros días y que con dos minutos de reflexión mínimamente crítica no aguantarían mucho. Fue la época de la serie de La Transición en RTVE de Victoria Prego, de suplementos y libros de El País y otros. Sigue leyendo

Frutas, amenazas, silencio

Carlos Hidalgo

Cuando el entonces concejal Daniel Vicente Viondi dio unas palmaditas en la cara al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida Navascués, el PSOE exigió inmediatamente su acta y sus disculpas. Y Viondi ya no es ni concejal, ni el número 2 del PSOE de la Ciudad de Madrid.

Cuando la presidenta de la misma comunidad, Isabel Natividad Díaz Ayuso, llamó “hijo de puta” al presidente del Gobierno desde la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados, no solo no se la reprendió, sino que en el PP madrileño se hacen camisetas con la cínica mentira que el departamento de prensa de Ayuso puso en su boca: “Me gusta la fruta”. No solo no les parece grave, sino hasta divertido. Pero es que el Presidente le dijo algo muy grave, dicen los repentinos partidarios del insulto. Pero ningún socialista preguntó si Almeida le había dicho algo antes a Viondi. Porque esas cosas no debe hacer falta ni preguntarlas.

Ahora vemos las cínicas no-condenas de la violencia. Ni contra la sede federal de PSOE en Ferraz, ni contra las agrupaciones locales, ni contra su militancia. Esas condenas que recuerdan tanto a los cínicos “lamentos” por la violencia que hacía Batasuna en su día. Esos “sí, pero” tan cínicos y farisaicos. Sigue leyendo

Algunos apuntes sobre la investidura

David Rodríguez

Pedro Sánchez acaba de ser elegido nuevamente como presidente del gobierno de España, tras una sesión de investidura que ni mucho menos pasará a la historia por presentar un debate razonado sobre los problemas que afectan a este país. No podía ser de otra manera en los tiempos de política con minúsculas que nos ha tocado sufrir. Sin embargo, la pobreza del debate no debe ser obstáculo para señalar algunos aspectos destacados sobre la situación política presente, que pretendo resaltar de manera sucinta en estas líneas.

En primer lugar, creo que cabe reseñar que la capacidad de supervivencia de Pedro Sánchez ha superado todos los registros conocidos. Hay que recordar que hace unos meses luchaba por evitar una más que previsible victoria por mayoría absoluta de las derechas extremas en las elecciones. Lo logró contra todo pronóstico, y cuando gran parte de los analistas preveían la inevitabilidad de una repetición electoral, ha conseguido alzarse con la presidencia gracias a los votos de alguna fuerza política que hasta ahora había mostrado una hostilidad más que evidente hacia cualquier acuerdo con el gobierno de España. Ahora podemos pensar que la legislatura nace con dificultades, que caminará por senderos sinuosos y que puede verse abortada en cualquier momento, pero creo que lo más honesto es dejar de realizar pronósticos negativos sobre la capacidad de Sánchez para mantenerse en el poder. Sigue leyendo

Protestas, investidura y hemeroteca

Juanjo Cáceres

Muchos miles de personas tomaron el centro de Madrid durante el fin de semana en un acto de protesta contra el Ejecutivo. Según los promotores del acto, un millón y medio; según la Delegación del Gobierno, 166.000. Nos encontramos en junio de 2005, en una manifestación en la que familias, obispos y relevantes dirigentes del PP rechazan la aprobación de la ley homosexual. “Queremos que el matrimonio sea lo que ha sido siempre y lo que es en todo el mundo, en todo, salvo en dos países”, asegura el día anterior Mariano Rajoy, cuando aún faltan cinco años para que se convierta en presidente del gobierno.

Fueron tiempos convulsos. Días de protestas que vinieron precedidos un año antes por la inesperada victoria en las urnas de José Luis Rodríguez Zapatero, en unas elecciones celebradas tres días después de los atentados de los trenes de Atocha. Aquellos atentados propiciaron importantísimas movilizaciones en protesta por la autoría difundida por el gobierno en funciones de José María Aznar, así como las célebres palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba en el día de reflexión: “Los españoles se merecen un gobierno que no les mienta”. No fueron esas unas movilizaciones inéditas, excepto por las terribles circunstancias en que se produjeron, sino que tuvieron como antesala el intenso ciclo de manifestaciones contra la invasión de Irak del año 2003. Sigue leyendo