Crímenes económicos

Lobisón

 El 29 de marzo Lourdes Benería y Carmen Sarasúa publicaron una tribuna en El País (Crímenes económicos contra la humanidad) cuyo título habla por sí mismo, y en la que se lamentaban de que ‘en general, quienes han provocado la crisis no solo han recogido unas ganancias fabulosas, sino que no temen castigo alguno. Nadie investiga sus responsabilidades ni sus decisiones. Los Gobiernos los protegen y el aparato judicial no los persigue’.

Ese mismo día Paul Farrell, colaborador habitual del Wall Street Journal, publicó en la sección Market Watch de ese diario un artículo (Tax the super rich now or face a revolution) en el que denunciaba el escándalo de la concentración de la renta en Estados Unidos y reclamaba que los ricos volvieran a pagar impuestos. Los recortes de Bush les pusieron a salvo de tales obligaciones, y Obama no ha podido eliminarlos por el chantaje republicano que impedía acabar con esos recortes sin eliminar a la vez las deducciones para la clase media y la extensión de los subsidios de desempleo.

Tras haber recibido críticas muy favorables, el documental Inside Job, de Charles Ferguson, se lanzó en España la semana pasada de forma muy limitada. El lunes se supo que se iba a duplicar su presencia en salas, lo que parece indicar la existencia de una curiosidad por verla. La película es un reportaje sobre cómo los responsables de la crisis global han ganado y ganan más que nunca, y siguen teniendo posiciones de máxima influencia.

En su momento (13 de julio de 2009) ya mencioné aquí el artículo de Matt Taibbi en Rolling Stone en el que apuntaba directamente a la todopoderosa Goldman Sachs como responsable de un gran número de dislates económicos antes y durante la crisis de 2008, y se subrayaba su enorme influencia en el gobierno de Estados Unidos. Y es sobradamente conocido el papel de Larry Summers, director del National Economic Council de Obama en 2009-2010, en la decisión del gobierno de Clinton de no regular los derivados financieros.

Todo esto probablemente clama al cielo, y no es raro que haya quienes —como Farrell— ven venir una insurrección popular contra este orden de cosas. Además, las explosiones sociales en los países árabes han puesto de nuevo de actualidad las movilizaciones de los jóvenes: para este jueves ya hay convocada en Madrid una manifestación de ‘Jóvenes sin Futuro’, el libro Indignaos de Stephane Hessel goza de una gran popularidad y suscita amplia simpatía.

Ahora bien, el ansia de colgar a alguien no garantiza necesariamente una política más adecuada para cambiar el mundo, sobre todo si las grandes opciones políticas están desacreditadas por su gestión de la crisis. No es fácil explicar que la culpa de la crisis la tienen los mercados desencadenados desde los años noventa y a la vez hacer ajustes para satisfacer las exigencias de los mercados. Este debería hacer sido el momento en el que la Unión Europea demostrara capacidad para dar una respuesta coherente a la crisis y hacer frente a los embates de los mercados, pero no lo ha sido.

Lo paradójico es que en las últimas elecciones han ganado los malos, que han vuelto a aplicar políticas de recorte incluso cuando eran innecesarias y contraproducentes (el Reino Unido) o bloquean los intentos de Obama de racionalizar la fiscalidad y la inversión. Cómo estarán las cosas que algunos echamos de menos a Schroeder en Alemania (de Helmut Kohl mejor no hablar para no sucumbir a la melancolía). Habrá que esperar, quizá demasiado, para que el actual malestar social se traduzca en un impulso positivo.

9 comentarios en “Crímenes económicos

  1. Menos mal que aquí, que aún siguen gobernando los buenos, no se para todos los días de tomar medidas necesarias y eficaces. …………… Vamos a dejar al mundo de los malos pasmaos.
    Se venden tirantes rojos ….. oiga!

  2. Buenos dias Lobison,caballeros callejeros y cabelleras al viento:

    Una cosa está clara que los responsables de la crisis global estaban acostumbrados o mejor dicho tienen asumido en su ADN que para ganar hay que perder,por eso han ganado y ganan más que nunca, y siguen teniendo posiciones de máxima influencia.
    No se si su inteligencia demuestra que la maldad fabrica dinero y que los limpios de corazon escasean en los mercados,pero siempre me pregunto por qué los estafadores no dejan de serlo.
    Por eso el partido popular se presenta ante su electorado como el que bajara los impuestos ,porque si les dejas respirar un poquito a las clases trabajadoras que al fin y al cabo son las que mas pagan impuestos ,durante ese tiempo no se daran cuenta de que los ricos son mucho mas ricos al pagar menos impuestos.
    Dile a un pobre que no tiene que pagar y veras a un rico como gana dinero.

  3. Le pregunto a Melchor Millares, vía twitter, si conocía que los documentos que ha publicado sobre Iván Chaves eran robados. Me dice que sí, que lo conocía. Es decir, se está acusando a alguien (¿al padre. al hijo, al espíritu santo..a quién?) sobre la base de un delito previo, cuyo autor se encubre. Yo creo que entestepais nos hemos vuelto locos todos en algún momento. Que es así me parece evidente, sólo hay que ver la realidad en la que nos movemos, lo que me falta saber es el porqué. En qué momento se jodió el Perú, varguita.

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    Sobre crímenes económicos yo me hubiera conformado con que hubiera dimitido alguien enestepais. Ya no pido que intervenga la fiscalía, pues en un país donde se acusa con documentos robados o no se legaliza a un partido por *razones* preventivas, tal cosa es una quimera, pero al menos que hubiera dimitido algún responsable de la CAM o Caja Madrid por cuestiones estéticas. Qué menos si han metido mano en nuestra cartera. Creo que no era mucho pedir.

  4. 1) Como dice Polonio(6) http://www.debatecallejero.com/?p=3438#comment-51484 Aquí tampoco a dimitido nadie. No hay que olvidar que una parte del problema Aquí son las cajas y su furor hipotecario, de las que muchas son ex-dirigentes políticos en un dulce retiro. Siempre pienso en Narcís Serra y su Caixa de Catalunya.
    2) «No es fácil explicar que la culpa de la crisis la tienen los mercados desencadenados desde los años noventa y a la vez hacer ajustes para satisfacer las exigencias de los mercados». Hombre hubo decisiones políticas también detras de darle más poder a los capitales o a los mercados,llámele como quieran. Insisto una vez más, en el tema Maastrich. A los que apoyaron en su momento este tipo de tratados, facilito la vida a los mercados o a los ciudadanos.
    3) En el caso de Aquí, hay una relación muy importante entre la crisis y el sector inmobiliario. ¿Alguien me puede explicar las medias políticas de todos los gobiernos desde FG (y Boyer), JMA y ZP para garantizar, o facilitar el acceso a la vivienda? ¿Quien ha ido desregulando y haciendo dejadez de funciones?
    4) El famoso, y pesado MAFO ¿que estaba haciendo todos estos años? ¿En vez de preocuparse tanto para mal de los contratos y el derecho al trabajo, él le llama mercado de trabajo, que hizo para supervisar a las entidades financieras?

  5. Yo creo también que nos ha atacado un virus de locura. ¿Alguien vio el otro día en el telediario a Amedo declarando en la Audiencia Nacional? ¿Alguien entiende algo? Yo nada. ¿Eso no pasó hace mucho tiempo y está juzgado y pagado? Amedo en la AN, Mario Conde pontificando noche tras noche en la tele. El otro llamando nazi al doctor Montes y diciendo que lo hace para animar las tertulias, el logo de eta sobre las caras del Presidente del Gobierno y del MInistro del Interior…….

  6. Escribe Lobisón: «No es fácil explicar que la culpa de la crisis la tienen los mercados desencadenados desde los años noventa y a la vez hacer ajustes para satisfacer las exigencias de los mercados». Entre la economía centralizada con planes quinquenales y el capitalismo con escasa regulación en que cada entidad crediticia debe autorregularse, se debe establecer una mayor regulación que permita evitar burbujas que enriquecen a unos y empobrecen a otros.
    Lo cierto es que ni en EEUU, ni en los principales paises europeos se han establecido regulaciones suficientes. No es que no se haya hecho nada, pero lo que se ha hecho se ha quedado corto. En EEUU, los republicanos y una parte de los demócratas han puesto trabas a una regulación eficiente. En Europa, en cada país se han reforzado reglas de comportamiento bancario que suponen una mejor garantía, pero no la suficiente para que una nueva burbuja no acabe en una nueva recesión. Los bancos, después de haber sido salvados con dinero público, vuelven a enriquecerse aprovechando los resquicios no regulados.
    Todo esto es cierto, pero también hay que evitar convertir a «los mercados» en el nuevo maligno de la sociedad actual. En la edad media eran los judios o los herejes, además del demonio y las brujas. Después fueron los masones, después los comunistas y anarquistas para unos y los capitalistas y fascistas para otros. El ser humano siempre ha consagrado en su interior a un ser culpable de los males que aquejan a la sociedad. Es más fácil no creer en Dios que no creer que existe un enemigo al acecho para cargarse el bienestar de la mayoría. No demonicemos a «los mercados». La burbuja inmobiliaria ha tenido terribles consecuencias, pero no hay que olvidar que actualmente el equipamiento de viviendas e infraestructuras, consecuencia de esos años de expansión, está permitiendo que muchísimas más familias tengan una vivienda y que las comunicaciones – economias externas para todos – sean mucho mejores. Con planes quinquenales no se habría logrado el equipamiento actual. El maligno se ha enriquecido y creado mucho paro y desahucio, pero algo positivo ha quedado para la comunidad.

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