Julio Embid
Ayer abriendo el periódico, leí que esta semana tuvieron lugar las primarias del Partido Republicano para el Senado, que tendrán lugar este noviembre de 2022, las llamadas mid-terms. En Ohio el ganador fue el escritor J.D. Vance el cual fue apoyado vía twitter por el ex presidente de EEUU Donald Trump. Vance es el autor del superéxito “Hillbilly, una elegía rural”, el cual les recomiendo profundamente. Básicamente lo que intenta explicar Vance es por qué los blancos pobres de clase trabajadora de Los Apalaches que antes votaban masivamente al Partido Demócrata, ahora lo hacen por el Partido Republicano. Vance, que antes criticaba a Trump ahora es uno de sus más fervientes partidarios. Y a cambio ha recibido su apoyo, el de la diputada demente ultraderechista Marjorie Taylor-Greene o el del billonario dueño de Paypal Peter Thiel.
Frente a Vance el candidato demócrata será Tim Ryan, diputado del congreso estatal de Ohio, el cual se presentó incluso a las primarias presidenciales de 2020 y se hizo famoso por decir que la culpa de que se perdieran la mayoría de empleos industriales de Ohio era de China. Las asociaciones de americanos de origen asiático le acusaron de racismo y le pidieron que rectificase. Un amigo me pasó el spot oficial de Tim Ryan que les dejo a continuación.
https://twitter.com/timryan/status/1386648125889208320?s=24&t=LoJVC_Xgi2hMc3E83iXcHQ
Analizando el contenido y las imágenes de este spot vemos que la izquierda norteamericana no tiene nada que ver con la izquierda europea. Vemos a un político que desayuna en su casa unifamiliar con jardín con toda la familia y el perrete (¿Olerá a leche?), sale de la misma con su hijo pequeño de siete años y le lanza las llaves del monovolumen de alta gama y le dice: -Hoy conduces tú. Y empieza a contarle una película: el éxito de los EEUU es gracias al trabajo duro.
Aquí a mí, el trabajo duro me escama mucho, porque trabajar mucho sólo es garantía de cansarse mucho. El éxito y la riqueza no siempre van unidos al esfuerzo. Nadie se esforzó más que los esclavos que remaban en las galeras. Nadie se esforzó menos que los comisionistas que se llevaron unos millones “pa la saca”. Y la mejor forma de ser rico es nacer hijo de padres ricos.
Volvamos al spot. Ryan lleva a su hijo, en coche, a otra casa unifamiliar con jardín y le dice: Esta era la casa de mi madre y aquí crecí yo. Y como no está conforme con la lección, lleva al chico, otra vez, en coche, a una tercera casa unifamiliar con jardín: -Esta es la casa de mi abuela y aquí veníamos a cenar los domingos-. Que importante es la familia. Luego se lo lleva al instituto donde Ryan jugaba como pasador al football, el americano, el de siempre, el que se juega con las manos y no con los pies. –¿Quieres un consejo hijo mío? Si quieres ganar al fútbol, entrena mucho y trabaja duro. De nuevo, una apelación al trabajo duro cuando es inevitable que su hijo vivirá en una casa unifamiliar con jardín como sus padres, como sus abuelos y como sus bisabuelos.
Y ahora viene lo industrial, viaja a una empresa, plano amplio de una bandera estadounidense ondeando al viento en una rotonda y de nuevo en coche, a un polígono industrial a enseñarle al chico unas naves abandonadas. –Esto no puede ir de trabajadores contra empresarios. Hay que colaborar. -Tenemos que re imaginarnos todo esto y llenar estas naves de trabajadores. Llega la primera y única mención progresista a los empleos de energías limpias y mágicamente la fábrica se llena de trabajadores con una bandera enorme. Y aquí vienen las dos frases principales del spot: “Nunca apuestes contra Ohio” y “hagamos que Ohio trabaje de nuevo”.
Quizá ese eslogan final les suene familiar. En lugar del “Make America great again” de Trump, llega “Make Ohio work again”. Todo son apelaciones al pasado glorioso imperial o fabril de una hiper-potencia en decadencia. Cuéntame, cómo te ha ido y si has conocido la felicidad.
Las encuestas están muy igualadas. En la web Realclearpolitics (que recoge todas las encuestas publicadas) ponen en cabeza por poco a los republicanos pero veremos en noviembre. En mi caso no tengo dudas de que votaría por el mal menor (Ryan), pero tengo serias dudas de que aquellos que viven en pisos en Cleveland, Cincinnati o Toledo de Ohio, tengan mucha ilusión por el candidato demócrata.
Ohio siempre fue considerado el estado mediano y quien ganaba en Ohio siempre ganaba en EEUU. Solamente en una ocasión desde 1960, quien ganó en Ohio perdió las elecciones presidenciales. Fue en 2020, Donald Trump ganó por 7 puntos en Ohio y perdió a nivel general. Y vinieron los chamanes con cuernos a tomar el Parlamento durante el debate de investidura para no reconocer la victoria de Biden. Si alguien tuvo buenos tiempos durante su juventud, que sepa que estos no volverán porque lo único cierto es que cualquier tiempo pasado fue anterior. Y con la prohibición del aborto que va a establecer el Tribunal Supremo, ya vemos que no sé mira hacia delante.
Pensar solo por un instante que el Partido Demócrata en USA pueda representar valores de izquierda homologables con los europeos es absolutamente contrario a la tradición política americana , como sin duda conoce el articulista .
Si se trata de ganar elecciones allí , el anuncio me parece excelente , bien narrado , técnicamente irreprochable y muestra claramente las propuestas que desea para su comunidad apoyada por valores morales anclados con fuerza en el imaginario que refleja cualquier guión de Hollywood amable , muy al estilo del popular Frank Capra .
Como contraste , imaginen el dinamismo contagioso de un Ángel Gabilondo paseando por el Retiro madrileño.
En el fondo del artículo palpita un sentido homenaje a la siesta , que por cierto no es culpable de nada y por el contrario , es algo muy conveniente para la salud solo que mejor desprovista del gusano del casticismo que corroe cuanto toca.
Vicente Verdú , el desaparecido ensayista , lo decía muy bien en su premiado y sugerente “ Planeta Americano ” :
« A lo largo del siglo XX se han creado muchos mitos, pero hay uno, ahora que otros han muerto y el siglo declina, que se alza sobre los demás: Estados Unidos. Estados Unidos es ya algo más que esto y aquello, el cine o los automóviles, la música, los westerns, los multimillonarios, los rascacielos, Calvin Klein o la NBA. Cada elemento de este surtido ha dejado de ejercer fascinación como elemento aislado: el fenómeno ahora consiste en que es la totalidad norteamericana la que se importa como un lote completo. No sólo los modos de vida sino el contenido de la vida; no sólo la manera de divertirse sino la diversión; no sólo un estribillo sino una lengua; no sólo una receta sino la comida; todo, en fin, el espíritu familiar, las formas de comprar, las formas de amar, de vestir y de cenar, los planes de estudios y de jubilación y hasta las sectas, es de naturaleza americana. Da lo mismo que se atienda al fenómeno en Gran Bretaña, en Francia, en Italia o en España: bajo el pensamiento único, el mercado único y la aldea global se hacen a la americana, desde Indonesia hasta Chile pasando por Pekín. Este libro se ha escrito con el propósito de mostrar cómo los contenidos sociales, políticos o económicos que se están expandiendo son coherentes con los ideales fundacionales de ese país y su idiosincrasia peculiar, pero no por ello tienen que sentarnos bien a todos. Ni siquiera a buena parte de sus propios habitantes les hace ya provecho. Ahora que el mundo parece desarmado de ideologías reaparece una idea fuerte en nombre de la libertad, la calidad de la vida humana y el bienestar de la cultura: no rendirse a la fatalidad de un planeta americano »
Gran artículo de Habermas en EL PAÍS
https://twitter.com/nicolahobbes/status/1523129659629613056?s=21&t=AxVpILat_bh4rMXYEDlb_Q
Artículo interesante ….. creo yo.
https://www.lavanguardia.com/vida/20220508/8245093/claves-nuevos-lideres-pospandemia.html