Culebrones presupuestarios

Carlos Hidalgo

Este año he hecho el esfuerzo consciente de no escarbar en busca de las medidas más reseñables de los futuros Presupuestos Generales del Estado y ver qué me llegaba a través de los medios y de las redes.

Y no me ha llegado nada. Como audiencia debo ser bastante malo.

Lo que me ha llegado es el constante runrún de si el PSOE se echa en brazos de Bildu o no. Y si Ciudadanos consigue dar relevancia a sus diez diputados o no. En mitad de la crisis provocada por la pandemia, gobernados aún por los presupuestos de Montoro, lo único que me llega es ruido y el culebrón de a quién quiere más cada líder político.

Y no es culpa exclusiva de los medios, ojo. Este ruido llega de la maquinaria del PP, dedicado a insistir en el tema una y otra vez, y de las torpes tácticas de Podemos, que deben creer que son los únicos que filtran cosas a la prensa.

No sé nada de ayudas a las personas a las que se le acabe el subsidio de desempleo. No sé nada de las ayudas a empresas y familias. Nada sobre la pobreza infantil. Nada sobre mejorar la progresividad del sistema fiscal español. Nada sobre cómo se piensan gestionar las ayudas de Europa, ni de cómo se va a abordar el disfuncional mercado de Trabajo en España.

Lo que me llega son clamores contra ETA, cuando la banda está disuelta. Y que los profieren, en su mayoría, personas que no asomaban la cabeza cuando los asesinos estaban activos, pero que dan lecciones a quienes estaban amenazados por ellos. Incluso a quienes han sido víctimas de ellos.

También me llega lo que los políticos opinan de otros políticos, pero no lo que opinan de sus políticas. Y eso, como ciudadano, me tiene bastante desorientado.

También, por parte de ciertos medios de comunicación, me llegan voces de alarma acerca del peligro que supone este gobierno “socialcomunista” y ahí sí que me sale la risa floja. Para ser un gobierno al que pintan poco menos como el de la URSS, resulta que se gobierna con los presupuestos de Montoro, como dije antes, con la reforma laboral de Rajoy y también con la Ley Mordaza. Pero debo inferir que, de nuevo, me están llegando opiniones acerca de personas y no sobre las políticas que están llevando a cabo.

Para estar en pleno auge de los asesores de comunicación, los spin doctors, los adictos a Borgen y los estudiosos de los discursos de Kennedy, la comunicación que llevan a cabo partidos y Gobierno es más que mejorable. Mucho ruido y pocas nueces. Se habla mucho, se dramatiza mucho y sucede más bien poco. Como en un culebrón, con su misma lamentable cadencia y con su mismo histrionismo.

Cuando quiera ver culebrones, me los buscaré en el canal correspondiente. Pero no es lo que quiero ver cuando veo, escucho o leo las noticias.

2 comentarios en “Culebrones presupuestarios

  1. Muy muy certero. Por qué no se habla de lo que importa que es el contenido de los presupuestos? Incluso para lo de Bildu lo que importa es si a cambio de su apoyo se hacen concesiones que no debieran hacerse. Tampoco se habla de eso, o de las que se hagan a Esquerra. En fin…

Deja una respuesta