El collar de la Reina

Arthur Mulligan

Aunque no lo echaba de menos, pensaba que había desaparecido como género. En el origen de mi antipatía por los espadachines están las trapezoidales vestimentas de los mosqueteros, sus botas con tacones imposibles hasta la cadera, sus sombreros emplumados, sus cabellos o pelucas acaracoladas, que por sí mismas constituían un horror para la vista, una falta de seriedad y predisposición para la aventura. Con esos tipos perdí al bueno de Alejandro Dumas por el camino. La furia creció en intensidad hasta el ridículo máximo, una Pimpinela Escarlata que coronaba el género.

Pues bien, cuando parecía que todo había terminado definitivamente aparece un culebrón con todos los ingredientes novelescos: un asunto que se quiere privado (amoríos espasmódicos) termina por cobrar relevancia pública mediante intrigas que afectan a la política de la época por la notoriedad de uno de sus integrantes. La importancia transvaginal del asunto -algo racial por lo visto – es señalada con alborozo por la abogada Marta Flor, íntima a su vez de un brillante fiscal que se esconde bajo el nombre de Ironman.

« Si una tarjeta no es mía la devuelvo », decía el juez del caso a Dina, esa íntima asesora de Pablo Iglesias cuya tarjeta de teléfono móvil fue robada, posteriormente devuelta por el director de un medio a Pablo y retenida por éste durante meses.

Los hechos demuestran que Dina cambió de versión varias veces, según distintas declaraciones e indicaciones de Iglesias ¿existió el robo del móvil? ¿ha habido concertación de estrategias entre la fiscalía anticorrupción y la abogada Marta Flor? (¡qué nombre para el culebrón!).

Pablo no dice nada al igual que nada dijo de aquellas manifestaciones sobre sus gustos de azotar a mujeres hasta hacerlas sangrar en sus fantasías sexuales.

Todo en él gira como asumiendo su papel de macho alfa : ¡vuelve el hombre!

Entonces exige sacrificios que premia mediante nombramientos: dirigir un medio de propaganda «La última hora».

Es evidente a estas alturas del curso la confusión entre vida pública y privada del histrión de Galapagar. Para él, todo es privado. Su séquito es suyo. Pero mira tu por donde, un abogado de Unidas Podemos, un tal Calvente, expulsado por Iglesias bajo la acusación de haber acosado a Marta Flor, ya había declarado en su día que no había caso.

¿Dónde quedaron Laclau, Marx y el socialismo del siglo XXI? Por lo que vamos viendo han sido sustituidos por la más profunda y abyecta vocación de hacer el ridículo.

Una comedia que contemplan sin rubor los miembros socialistas del gobierno que no creen al vicepresidente y que, al parecer, son mayoría.

Un rosario de escándalos que contrariamente a lo que pueda pensarse no debilita al gobierno y sí a sus bufones.

Todo apunta a un final de género, a un final de ciclo en el que acorralados por sus audacias, rectificaciones, incompetencias, purgas y cataclismos electorales, los votos morados formarán parte de ese trasvase previsible – por su naturaleza estacional más propia de la trashumancia de ganado merino – hacia el PSOE, porque se sentirán avergonzados una vez más por haber creído en lo que nunca estuvo allí.

Como en las novelas de capa y espada en que no puede detenerse la acción, la situación actual exige que fluyan los hechos con la aceleración que permita instalarse la censura inscrita en el tiempo, que se genere una nueva y muy distinta situación, que surja una sorpresa, por ejemplo, que la geometría variable parlamentaria choque de frente contra un bloque de prestamistas bruselenses encorajinados.

Algo nuevo y extraño a la política que permita recomenzar la historia de un modo parecido a: « …y dando un salto felino, la Pimpinela Morada saltó por una de las claraboyas de estribor para llegar a nado hasta la Isla de la Infamia, en donde junto a John Silver y otros filibusteros de la teoría política habría de planear nuevas aventuras para asaltar los cielos ».

4 comentarios en “El collar de la Reina

  1. Buenos días Mr Mulligan,caballeros callejeros,cabelleras al viento sin coletas y a lo loco, cazadores de bulos varios con mascarilla y guardando las distancias:
    España es un país de arroces,caldoso,paellas.
    Mis arroces preferidos son las paellas de arroz negro con tinta de calamar…con un buen «sacurrat» y con un toque al horno.

    Así que muy rico el arroz con tinta de calamar de Mr Mulligan.
    Ante mi doy fe.
    AC/DC.
    ..JAJAJA…que nervios.

  2. Una pregunta a los que entienden de causas penales y vericuetos jidiciales:.
    ¿La Fiscalía puede acordar con los abogados de la acusación la estrategia ,en un procedimiento judicial,aportando pruebas en contra de los acusados ?

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