Juanjo Cáceres
«Lo veníamos diciendo, lo veníamos anunciando…», palabras que varios años atrás salían de la boca de un popular locutor deportivo para referirse a algo que acababa de producirse tras muchos avisos previos. Y es que la semana pasada Pedro Sánchez finalizó su proceso de enroque mediante la no convocatoria de una nueva investidura y, por lo tanto, la celebración de unas nuevas elecciones generales, que serán las cuartas en cuatro años, a contar desde las celebradas el no tan lejano 20 de diciembre de 2015.
De tanto anunciarlo y decirlo nos podemos ahorrar ahora el realizar una descripción somera de las condiciones adversas en que estos comicios llegan para varios partidos, empezando por el del presidente: fuertes tensiones abstencionistas ante la decepción social por la no formación de Gobierno, desmovilización del voto de izquierdas, hostilidad abierta entre los líderes que tras prometer un pacto no han conseguido ponerse de acuerdo, oportunidad de oro para el Partido Popular de recomponerse electoralmente… Espero que todo el mundo esté satisfecho de haber llegado hasta aquí.
Y como las alegrías nunca vienen solas, el domingo nos fuimos a dormir con la noticia de que Íñigo Errejón también soltará su marca en el ruedo electoral, una noticia que no nos sorprende demasiado, considerando que, en buena medida, todo lo acontecido estos meses ha ido dirigido a debilitar la posición de Podemos y a rehacer el esquema bipartidista, reduciendo a la condición de satélites de poco tamaño al resto de partidos. En efecto, como hicieron con otros antes que él, el aparato mediático lleva meses situando a Errejón como la alternativa sensata y de orden al Partido Socialista ante los votantes. Ese indisimulado apoyo y el talento tanto de Errejón como de su equipo propiciaron que Íñigo le diera el sorpasso a Podemos en las pasadas elecciones a la Comunidad de Madrid, si bien con el efecto adverso de volver a poner en manos de la derecha el gobierno de la Comunidad. Toda una premonición de cara a esta nueva pugna.
Y si todo esto no fuera lo bastante halagüeño, estoy en condiciones de asegurar que aun puede empeorar más. Queda mes y medio para la celebración de las elecciones, en los que podemos asistir a un volumen insospechado de menosprecios, insultos o chulerías varias. Un mes y medio en el que a ciencia cierta conoceremos la sentencia del juicio del Procés, momento en que el tablero electoral se pondrá patas arriba y en que las encuestas saltarán de nuevo por los aires. Entretanto seguirán llegando frentes borrascosos que seguirán alertando de un enfriamiento de la economía, lo que sumado a la inestabilidad institucional tiene un buen potencial para generar una importante alarma social. Pero es la suma de todo lo que puede suscitar decisiones aun insospechadas en un electorado que, se presupone, está algo hastiado de las dinámicas de bloqueo.
Y con todo este panorama, ¿puede arrojar alguien un rayo de esperanza? Sí se puede, si remarcamos que las condiciones en que llegamos a esta nueva cita con las urnas abren amplios espacios de denuncia de la deriva institucional que ofrecen partidos que siguen siendo considerados piedras angulares de nuestro sistema político. Si se puede, si recordamos que queda pendiente revertir años de recortes y reactivar las políticas sociales, una cuestión crucial en el momento en que los riesgos de enfriamiento económico son más que obvios, y que el compromiso de hacerlo está muy claro donde se sitúa. Sí se puede, si señalamos que la inteligencia social es mucho mayor que la inteligencia política y la inteligencia que se ha aplicado a la gestión del escenario post-electoral.
Con esto, y para que no se diga, arrojamos algunos rayos de esperanza ante el incierto panorama. Pero, cuidado, que tras los rayos vienen los truenos: ¡no vayamos a encontrarnos una respuesta atronadora!
«Y como las alegrías nunca vienen solas, el domingo nos fuimos a dormir con la noticia de que Íñigo Errejón también soltará su marca en el ruedo electoral, una noticia que no nos sorprende demasiado, considerando que, en buena medida, todo lo acontecido estos meses ha ido dirigido a debilitar la posición de Podemos y a rehacer el esquema bipartidista, reduciendo a la condición de satélites de poco tamaño al resto de partidos. En efecto, como hicieron con otros antes que él, el aparato mediático lleva meses situando a Errejón como la alternativa sensata y de orden al Partido Socialista ante los votantes. Ese indisimulado apoyo y el talento tanto de Errejón como de su equipo propiciaron que Íñigo le diera el sorpasso a Podemos en las pasadas elecciones a la Comunidad de Madrid, si bien con el efecto adverso de volver a poner en manos de la derecha el gobierno de la Comunidad. Toda una premonición de cara a esta nueva pugna.»
( Uno lee párrafos como ese y entiende la decadencia imparable de Podemos. Viven en una realidad paralela )
Habrá que cerrar filas y organizar y organizar y organizar
Errejón es la amenaza que hara saltar por los aires las confluencias de Podemos el 10-N.
Compromis, Las Mareas ,Adelante Andalucía ,Equo no quieren ir a las elecciones con Pablito Churchix.
Y los tontos inútiles de IU ¿saltarán del barco?
Pero atendamos a las últimas descalificaciones de los independentista,a raíz de las detenciones de presuntos terroristas del ambiente mas clandestino de los CDRs
Vayamos por partes:
1 – Si para trabajar con pirotecnia,hay que estar cualificado ,pedir permisos y guardar las mas estrictas medidas de seguridad.¿Se podria decir que el detenido con productos «pirotecnicos» es por lo menos un insensato que ha puesto en riesgo su vida y la de sus familiares en su propia casa?.Si el alcalde de su pueblo,sólo ve una dura intervención de la Guardia Civil aterrorizando a los familiares del detenido que estaban en la casa ¿es de los que miran el dedo y no lo que señala? .
2 – Según los abogados de los detenidos ,el papel de las investigaciones policiales no es perseguir delitos futuros.Claro…hay que dejar que la gente cometa delitos…y ya vendran Los Mossos a «ejecutarlos extrajudicialmente»…como los acusaron los de La CUP.
Démosle la vuelta a la argumentación.
Los detenidos tendrían que haber hablado con sus abogados para que les informarán de las consecuencias judiciales de sus futuros actos,más que nada para que no tuvieran que requerir de sus servicios ,en el futuro,pero eso a los abogados no les interesa,ganan mas pleiteando.
3 – No hay dos sin tres.
Nadie ha dicho que las arengas del president de la Generalitat tengan como consecuencia que haya algunos CDRs que siendo de lo más pacíficos ..tengan un momento de enajenación mental…..a mi que me registren.
Ante mi doy fe.
AC/DC
firmado:…JA JAJA…que nervios.
Quisiera que leyeran este artículo de un *Catedrático de Derecho Procesal de la Universitat de Barcelona…..sin que acaben estirandose de los cabellos o como en mi caso que estoy medio calvo…riéndose hasta la extenuación
https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190923/jordi-nieva-articulo-proces-mentira-7648060
Lo diga Agamenón o su porquero, tener como presidente de la Generalitat a un señor que le pide explicaciones al presidente del Gobierno por la detención ( por orden judicial) de unos presuntos terroristas es un peligro para cualquier democracia. Cataluña cada día más cerca de otro 155. Estoy convencido que es lo que ha pesado en Sánchez para negarse a un gobierno de coalición con Podemos ( las declaraciones de Colau no tienen nada que envidiar a las de Torra).
Polonio te estas radicalizado,acabarás votando como Fernando ,a Ciudadanos…jeje.
Por cierto…la justicia parece que empieza a poner a esta nueva hornada de políticos descerebrados que estamos padeciendo.
En el Reino Unido han vapuleado al Boris Jhonson con su sentencia inapelable
En EEUU
La presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU anuncia la apertura del proceso de ‘impeachment’ contra Trump.
En Italia Derribar el legado de Salvini, objetivo del nuevo Gobierno italiano .
Bueno…poquito a poco…tiempo al tiempo.
Y en España…la justicia ha puesto en su sitio a Franco ,con Carmen Polo…joder…con lo tranquilita que estaba.