El horror de Gaza

LBNL

Lo de Gaza es un horror que no cesa. No cesa cuando no hay tiros – pobreza, escasez de agua, racionamiento de energía, sobre-población… – y escandaliza cuando sangran los palestinos muertos y heridos por los bombardeos israelíes. Sangre que lamentablemente tiene que manar en cantidad suficiente para que cese la violencia, también la de Hamás. Es un ciclo viciado conocido. En esta ocasión fue Hamás la que empezó bombardeando las ciudades israelíes con centenares de cohetes. En otras ocasiones fue Israel quien empezó las hostilidades. Tanto da, el resultado es el mismo: destrucción física, palestinos muertos y heridos, alto el fuego pergeñado por Estados Unidos cuando el horror es insoportable para la opinión pública occidental y calma, con Hamás pregonando su triunfo por haber sido capaz de golpear al agresor y resistir su ataque, e Israel pregonando su triunfo por haber sido capaz de infligir un daño considerable a los terroristas fanáticos que pretenden su destrucción. Nada nuevo bajo el sol abrasador de Gaza.

Es inevitable no posicionarse a favor de la población civil palestina e indignarse con su sufrimiento: muchos judíos del mundo entero, Estados Unidos incluido, lo hacen también. Pero conviene también empatizar con el sufrimiento de la población israelí, que en los últimos días ha visto volar sobre sus cabezas más de dos mil “cohetes”, la mitad de los cuales ha conseguido impactar en su territorio. Y también analizar por qué se repite indefinidamente este ciclo vicioso sin que se atisbe solución. Porque despotricar contra la violencia israelí y rasgarse las vestiduras por los derechos humanos de los palestinos reconforta las conciencias, pero un análisis objetivo más amplio es más útil para acercarse a una solución para el futuro.

Asumiendo que pudieran resolver sus problemas internos, la Unión Europea y, sobre todo, Estados Unidos, podrían presionar a Israel para que cesaran los bombardeos de inmediato y, todavía más importante, pusiera fin al “bloqueo” de Gaza, permitiéndole comerciar a través de un puerto y un aeropuerto construidos en el pasado con financiación europea pero destruidos por Israel durante la segunda Intifadah (2002). Estados Unidos solo tendría que condicionar sus alrededor de tres millardos anuales de ayuda y la Unión Europea condicionar su libre comercio con Israel a su cumplimiento de la cláusula de respeto a los Derechos Humanos del acuerdo bilateral de asociación. Ninguno de los dos puede hacerlo realmente por falta de cohesión interna.

En la UE tenemos varios problemas serios para actuar en el sentido apuntado. De una parte, Alemania tiene que tener un cuidado exquisito con todo aquello que pueda representar una amenaza para los judíos. O que se parezca a un boicot anti-judío. Por razones obvias. De otra, más acuciante, hay varios países europeos que apoyan sin ambages a Israel por motivos varios, pero todos malditos: coartada frente a su anti-semitismo visceral pasado e incluso presente (Hungría y Polonia principalmente pero en menor medida también Rumanía, Croacia, Lituania, Letonia…), afinidad con su línea dura contra los árabo-musulmanes (Austria) o comunión de intereses contra Turquía (Grecia y Chipre). Imposible recabar unanimidad para algo más que un comunicado salomónico.

En Estados Unidos los republicanos evangélicos son más pro-israelíes todavía que la derecha israelí, convencidos como están de que los judíos son el pueblo elegido cuyo dominio de Tierra Santa es condición indispensable para la llegada del juicio final. Suena ridículo pero es así. Y los demócratas siguen representando a la mayoría del voto judío y una cosa es pedirle moderación a Israel y otra bien distinta ponerlo contra las cuerdas.

Pero lamento defraudar a la audiencia: de poder ser adoptadas, tales medidas serían parciales, injustas y por tanto no resolverían el problema. Es posible que algún lector deteste tanto como yo a la extrema derecha israelí, pero difícilmente más que yo. Es muy probable también que haya quienes consideren tan intensamente como yo que Netanyahu es lo peor que le ha pasado a la democracia israelí desde su creación. Pero que, digamos un tercio, de la población israelí sea ultra y racista contra los árabes en general, y que Bibi haya jugado desde siempre a debilitar a la OLP y promover a Hamás, no convierte a Hamás en un socio potencial para construir algo que tengas visos de paz.

Hamás no quiere el cese del bloqueo de Gaza: pretende recuperar todo el territorio que Israel le arrebató a los palestinos, obviando que Palestina no existía como Estado cuando las Naciones Unidas decidieron dividir la Palestina británica – y antes otomana, que no árabe – en dos, partición que fue aceptada por los judíos – no sin grandes dificultades (Ben Gurion tuvo que disparar algún tiro contra sus ultras) – pero no por los árabes; no tanto los moradores locales palestinos sino los países vecinos, que inmediatamente invadieron Gaza y Cisjordania sin que se les pasara por la cabeza durante los veinte años siguientes crear un Estado palestino.

Hamás pretende arrebatarle el liderazgo nacional a Fatah, la principal facción de la secular OLP, dirigida por una casta de caciques esclerotizados liderados por un anciano que ha demostrado su incapacidad para forjar nada solido desde la muerte de Arafat en 2004. Ni siquiera ha conseguido ser re-elegido tras su elección en 2005, ni que se celebren nuevas elecciones parlamentarias desde que Hamás ganó las de 2006, principalmente por la desunión de Fatah.

Desde entonces Fatah está todavía más dividida y Hamás pretendía reeditar su triunfo en las urnas este año pero la Autoridad Palestina canceló las elecciones generales aduciendo que Israel no permitía el voto en Jerusalén Este. Era cierto pero tampoco lo permitió en las anteriores y se encontraron fórmulas creativas para solventar el obstáculo. Pero la cosa no pintaba bien para seguir al mando del chiringuito en Cisjordania y pensaron que mejor posponer.

No para Hamás, que ante la pasividad de Fatah frente a las amenazas de desahucio contra varias familias palestinas en Jerusalén Este y los disturbios subsiguientes en Jerusalén cuando los ultras israelíes se manifestaron en una de las fiestas sagradas del Ramadán, vio una oportunidad y se largó un sorpresivo ultimátum al estilo de ETA cuando secuestró a Miguel Ángel Blanco. Y en menos de 24 horas, empezaron a volar los cohetes sobre las ciudades israelíes, a sabiendas de que las represalias israelíes retrotraerían Gaza al horror y destrucción de ocasiones anteriores.

Israel presume de intocable y cualquiera que sea capaz de hacerle pupa gana muchos puntos ante la “calle árabe”. Que medio Israel tenga que correr cada poco a esconderse en refugios anti-aéreos es indudablemente un triunfo “político” para Hamás, con independencia de que un tercio de los cohetes caigan sobre la propia Gaza y otro tercio sea destruido por el escudo israelí Iron Dome. Y que media Gaza sea destruída no cuenta porque al fin y al cabo su existencia es tan mísera que tienen poco o nada que perder: morir matando es mal consuelo excepto si tu vida es morticera…

¿Alguien más aparte de Hamás sale ganando con este horror? Si, indudablemente. Netanyahu, que está dando palmas con las orejas. Asediado por tres casos de corrupción en los juzgados pese a lo cual se ha negado a dimitir, y tras no conseguir una mayoría suficiente en cuatro elecciones anticipadas en los últimos dos años – ríanse de España, ¡cuatro elecciones generales en dos años! – estaba completamente contra las cuerdas, con todos sus oponentes políticos de derecha e izquierda ultimando un gobierno alternativo. Pero los ultras israelíes y Hamás vinieron a su rescate. ¿Casualidad o previsión ajedrecística?

La realidad sobre el terreno es muy compleja. No hay blanco y negro aunque si buenos y malos, pero transversales. Los ultras israelíes y palestinos son para echar de comer aparte y el margen de negociación con ellos es prácticamente inexistente. Pero la mayoría de los israelíes y la mayoría de los palestinos son buena gente, que no merecen semejantes dirigentes, dispuestos a anteponer sus intereses propios a los de sus pueblos. Y una coexistencia pacífica entre ambos pueblos sobre la base de un reparto mínimamente equitativo de los recursos, es perfectamente posible. Si hubiera voluntad política por ambas partes.

Entretanto, conviene saber que obligar a Israel a ceder ante Hamás es, además de poco realista, pan para hoy y hambre para mañana, e Israel es muy consciente de que si vienen mal dadas no tendrá una segunda oportunidad. Pero obligar a los palestinos a aceptar de buena gana ser parias en su tierra tampoco es realista y seguirá provocando estallidos cíclicos de violencia en los que los palestinos seguirán muriendo en mayor número pero la democracia occidental israelí volverá cada vez a asemejarse a un régimen tercermundista genocida.

3 comentarios en “El horror de Gaza

  1. Brillante artículo que el autor limita en su complejidad pero que salva muy bien en sus constantes y reproducibles consecuencias. Nadie que se acerque con honestidad a este conflicto puede prescindir de la hondura de las advertencias morales que describe LBNL. A partir de su verdad – para mí incuestionable – se puede elaborar una opinión que pretenda una validez entre otras igualmente válidas o no , pero animadas por el mismo fervor de contribuir a una solución que se parezca lo más posible al criterio de nuestra concepción ( qué si no ) occidental del derecho , su experiencia y su aplicación y consecuencias.

    En cada uno de los hitos del conflicto , se amplía la extensión de la soberanía del estado de Israel , el número de bajas de sus adversarios y la fragmentación de lo que resta vivo del territorio palestino mediante el cerco de los colonos.

    El abastecimiento criminal por parte de Irán y otras naciones de cohetes en número y potencia de fuego , capaces de eludir una vigilancia de seguridad , no ofrece una salida moderada al conflicto.

    Pero el mapa del drama no deja de volcar la humillante imagen de la reducción constante del territorio.

    Y como es un problema internacional por sus implicaciones ¿ no debería ser su justa resolución, la imposición por parte de la comunidad internacional , lo más importante , lo que prevalezca , frente a los actores en conflicto , por mucho que Israel disponga del arma nuclear disuasoria o justamente por ello ?

  2. El artículo de LBNL es muy imparcial respecto a los 2 enemigos irreconciliables que ocupan la región de Palestina. Es bastante completo también, sobre todo, sobre las diferencias entre Hamás y Al Fatah.
    Quiero añadir unos sucesos poco mencionados por las agencias de noticias y que explican como se pasó tan rápidamente de una situación de paz al resurgir de los odios acumulados por ambas partes.
    El 13 de Abril el Presidente de Israel se propuso dar una conferecia o meeting muy cerca de donde está lá mezquita Al Aqsa. Iba a ser por la tarde y, alguien advirtió que el cántico convocando la la oración del Muecín desde la mezquita que se expandía por megáfonos situados en la explanada de la mezquita podía coincidir con la conferencia. La policía israelí solicitó que no se activaran los megáfonos a los responsables de la mezquita. pero estos conte4staron que eso nunca se había solicitado y como recinto sagrado musulmán no se puede exigir que se desconectase. El dia de la conferencia, la `policía volvió a subir a la explanada y cortó los cables que surtían a los altavoces.
    Al poco tiempo de esto, los israelies querían conmemorar la conquista de la parte palestina de Jersusalen en la Guerra de los 6 dias, con una enorme marcha por el barrio palestino de Jersualen. La autoridad debería haberla prohibido, pues era claro que los jovenes de ambos bandos se acabarían pegando, máxime cuando ese mismo dia, los musulmanes celebraban el fin del Ramadán. No lo hicieron, el enfrentamiento se produjo, pero la policia sobre todo detuvo a jovenes palestinos. ¿Qué mas podía desear Netanyahu? Una prueba más de que los palestinos son violentos, no dejando a los isrelies pasear por las calles de su capital. Le viene muy bien para intentar ganar las nuevas elecciones que hay que hacer. Pero además,al dia siguiente la policia israelí entró en la explanada de la mezquita para disolver una manifestación palestina en la explanada como protesta por la supresión violenta de la audición de la oración anterior. ¿Qué mas puede desear Hamás? Que gran ocasión para poner en acción el ataque con miles de cohetes que lleva preparando en sus túneles durante muchos años y fuente de dar trabajo a tantos palestinos de Gaza. Todo a costa de dejar en ridículo a los ancianos de Al Fatah . No tiene razón LBNL de que puesto que Gaza vive muy pobremente, no importa demasiado que el bombardeo israelí la arrastre a una mayor miseria. Es lo que quieren evitar los ancianos de Al Fatah.

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