El infierno del trabajo

Carlos Hidalgo 

Adoro trabajar. También tengo la suerte de poder trabajar en algo que me gusta y de tener una jefa decente. Pero no siempre he tenido esa suerte. Durante la carrera tenía que estudiar para pagarme los estudios y sostenerme por mí mismo en Madrid. Y recuerdo lo que me costó aprobar Derecho del Trabajo. Simplemente no me podía creer que aquello que estudiaba fueran leyes, porque la realidad no se correspondía para nada con las leyes que tenía que memorizar. Hasta que no logré abstraerme lo suficiente para distinguir entre ley y realidad, no pude aprobar esa asignatura. 

El Estatuto de los Trabajadores y las leyes laborales son algunas de las leyes que menos eficacia tienen en la realidad. Los derechos laborales sólo tienen tímidas oportunidades de cumplirse en las grandes empresas que tienen representación sindical. Y España, que es un país de PYMES y de micropymes, es también un país en el que la ignorancia y la no aplicación de las leyes campan a sus anchas. Unamos a eso una Inspección de Trabajo escasa y saturada de trabajo, unos sindicatos débiles, una jurisdicción laboral sobrecargada y escasa voluntad política. Así que las jornadas laborales abusivas, las horas no pagadas y los despidos arbitrarios forman parte de la vida cotidiana de millones de españoles y españolas.  

Además existen pequeñas triquiñuelas, como la no obligatoriedad de registrar las horas de trabajo, que hacen que, incluso con inspecciones y denuncias, hacen que no se puedan demostrar los abusos. 

Por otro lado, España tiene la mala costumbre de hacer los ajustes en las crisis a través de la destrucción de empleo y la devaluación salarial. Cada crisis aumenta el paro estructural y condena a demasiadas personas a no volver a encontrar trabajo en su vida.  

En España hay 12 millones de personas que están en situación de pobreza o exclusión, o que están en riesgo serio de estarlo. Uno de cada tres niños tiene carencias materiales severas y el poder adquisitivo de las familias aún no ha llegado a los niveles anteriores a la crisis.  

Que España sea el tercer país europeo en pobreza infantil y, a la vez, la cuarta-quinta economía de la Unión Europea, es algo que desconcierta e indigna a partes iguales.  

Mientras nuestros políticos, nuevos y viejos, se afanan por hacer propuestas programáticas que sean “trending topic”, se está condenando a generaciones enteras a ser pobres. Ser pobre de niño te da un 80% de posibilidades de ser un adulto pobre.  

Por otro lado, mientras nos preocupamos de las pensiones, sólo un 16% de personas mayores tienen privaciones materiales severas frente al doble de niños: el 33,4%.

 Mientras, los sueldos bajos en casi todos los sectores crean hornadas mayores de trabajadores pobres. Y los 2,4 millones de horas extra semanales que no se paran suponen una merma en las arcas de la seguridad social, en los bolsillos de los trabajadores y en nuestra productividad.

 Los efectos del estrés en el trabajo y de las jornadas demasiado largas provocan agravamientos en las dolencias que ya se padecen, mayor propensión a tener accidentes de trabajo y han situado a los infartos y a los derrames cerebrales como primera cauda de muertes laborales en España. Todo ello en un año en el que ya hay más accidentes mortales laborales que en el año anterior.  

Las grandes cifras macroeconómicas dicen que hemos salido de la crisis. Las cifras pequeñas, como que la mayor parte de los asalariados en España cobran menos de 900€ mensuales, no parecen importar en los hemiciclos y las escandalosas tertulias televisivas.  

La izquierda, olvidadiza, busca fotogénicos ejemplos de protección de identidades amenazadas y a la derecha le da francamente igual.  

Hoy he leído que lo último en propuestas políticas es legalizar la marihuana. Muy bien.

4 comentarios en “El infierno del trabajo

  1. Leo en Adecco :

    “ En 2017 la remuneración media europea era de 1.934 euros mensuales. El incremento del 3,3% interanual, unido a la estabilidad del salario español (+0,2%), ha hecho que la brecha entre ambas magnitudes se amplíe en el último año en 2,6 puntos porcentuales, ya que un año atrás el salario español era un 15,4% inferior al europeo (298 euros mensuales). Ahora, como acabamos de ver, queda un 18% por debajo (361 euros mensuales)”.

    “España se sitúa a mitad de la tabla con 1.639 euros mensuales, lo que nos lleva a ocupar el puesto 13. Además de estar por debajo del promedio comunitario (es un 18% más baja), nos superan los países nórdicos y las cuatro grandes potencias económicas del Viejo Continente. Por debajo, en cambio, están todos los países del Este, Portugal y Grecia.

    “ En Europa existen unas diferencias de sueldo tremendas. Tanto que un ciudadano de Dinamarca cobra de media nueve veces más que uno de Bulgaria o, dicho de otro modo, un búlgaro debe trabajar nueve meses para cobrar lo mismo que un danés en uno. Ambos países ocupan los polos del ranking de toda la UE. ”

    Estas cifras no aprueban su afirmación de que la mayor parte de los asalariados en España cobran menos de 900 €. No dudo de los abusos y violencias salariales , en especial entre jóvenes e inmigrantes , sobre todo si son mujeres.

    En su artículo falla algo, resulta demasiado sombrío después de confesarnos su adoración por trabajar con una jefa decente.

  2. Tiene un gusto especial Carlos Hidalgo por suscitar temas facilitos y poco controvertidos.
    Previamente a todo lo demás, el dato de que la mayor parte de los asalariados españoles cobra menos de 900 euros al mes es probable que sea erróneo, pero habria que verlo según la fuente, no sea que que estemos mezclando ahi al 18% de trabajadores a tiempo parcial y entonces la cosa se desvirtúe. En cualquier caso, sí, España es un país de salarios bajos.

    Y a partri de aqui, ya tiene usted la polemica servida. Según una parte muy importante del debate económico todo se arreglaria -no suelen decir cuanto- con reducir costes de despido, impedir la intervencion judicial en el mismo, impedir cualquier mecanismo de negociación colectiva y reducir (no dicen cuanto) las cotizaciones empresariales a la seguridad social. esto es un resumen extraordinariamente burdo, pero no falso.

    Otra gente pensamos que cuidao con eso, que ya veriamos cuantos arreglaba de hacer todo eso a la vez , y cuanto desarreglaba por otro lado. (De nuevo, dicho sea de manera muy burda).

    Parece bastante claro dos cosa, estas a nivel mundial: de la crisis se has salido en terminos de tasa de empeo, pero con mayores tasas de desigualda y con la aparicion bastanet persistente de tasas de pobreza laboral.
    La segunda, la parte que en el PIB corresponde a los salarios se reduce consistentemente desde hace decadas, al tiempo que las grandes organizaciones supranacionales no dejan de abogar por mercados laborales basicamente desregularizados. Esto es un hecho comprobado y hay papers y de todo.

    Hay mucho que decir, por ejemplo, sobre lo que es pobreza (60% de la mediana de renta por hogar, no tiene que ver con acceso material, y esto produce que por ejemplo, en Luxemburgo y en España haya una tasa similar de pobres, pero que no se parezcan nada entre ellos.) . Hay mucho que decir sobre lo de pobreza infantil etc, un niño no es pobre, sus padres lo son. También hay mucho que decir entre ese discurso que trata de ligar que las pensiones se deterioren menos con les ingresos salariales de los jovenes y tambien creo q deben acalrarse los analisis (o enriqeucerlos, o como se quiera decir ) sobre el papel de los sindicatos. basicamente son asociaciones de trabajadores que buscan, mediante su agrupación, tener fuerza negociadora delante de las empresas. Por muchos y molestos defectos que tengan, no veo como el renunciar a ellos peude proporcionar un mejor equilibrio entre beneficios y salarios en un negocio. No veo como, por ejemplo, mucha gente en la cabeza tiene quejas, perfectamente razonables sobre el estado de sus condiciones laborales, y a la vez renuncia, abjura y rechaza no solo del unico instrumento genuino contemplado en el sistema judiacila español para mejroaralas, sino, en general, de cualquier otra forma de aosciacion, todo lo que no sea quedar un día por twitter a manifestarse. En fin, que hay mucha tela que cortar, y que a lo mejor «la izquierda» -de partidos- dejo de preocuparse hace mucho de esto (ver social liberalismo, to know more) , pero que también las propias sociedades han dejado de contemplrse a si mismas en estos términos, adoptando una optica de sus condiciones laborales mas individualista: «si no me gusta me cambio», «ahora estoy mal pero este trabajo me posiciona para ir mejor», «ahor no es buen momento», «todo el mundo está igual», «me saco unas opos».
    Tema peleon

  3. Dada la incredulidad de los comentaristas, que no parecen concebir que la gente tenga problemas serios, me remito a los datos del INE. Donde el sueldo más frecuente en España oscila entre los 860 y los 980 euros al mes. Y aún están por debajo de los niveles de 2008. Si no me creen, compruébenlo con sus escépticos ojos.

  4. No sea usted injusto, que algun comentarista -sea el dato cual fuere- si que entró al tema pero bien, pero bien bien.

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