El líder que pasaba por ahí

José S. Martínez

La combinación de la crisis económica más grave desde 1929 con Rajoy al frente del PP está produciendo una situación que podemos considerar de casi experimento natural. La forma más sencilla de contar lo que quiero decir es mediante una situación contrafáctica: qué hubiese pasado si en 2008, en el Congreso de Valencia del PP, otra persona se hubiese hecho con la dirección del partido. Probablemente ahora tendría la misma ventaja frente al PSOE, pero estaríamos diciendo que la derecha española logró un líder preclaro, que la rescató tras dos derrotas y una situación de gran división interna.

Pero no, apoyado por el amigo del alma Camps, Rajoy se hizo con el partido. Un partido que no fue capaz de pacificar tras ese congreso, sino cuando quedó patente la estrategia ganadora: esperar a que la crisis se agravase. Las cualidades de Rajoy no son las que se espera de un líder, pues de un líder se espera que afronte los problemas, que tenga propósitos claros y que dirija a la gente hacia esos propósitos, tras ganar su apoyo. Pero el apoyo de Rajoy fue el dedo de Aznar, su forma de afrontar los problemas es dejar que se pudran o se resuelvan solos, y sus propósitos, por lo menos declarados, no van más allá de unas vagas intenciones conservadoras, que no son más que reflejo de su carácter.

El caso de Rajoy nos sirve para relativizar considerablemente el papel del liderazgo, y ayuda a presentarlo en un contexto donde, más allá del valor intrínseco de la persona al frente de una organización, puede ser la propia situación la que haga que cualquiera que esté al frente quede como un buen líder. No quiero minusvalorar la importancia de las personas, sólo discrepar de la mística del individuo que rodea a la ideología capitalista, que tiende a olvidar las condiciones sociales en que las personas toman sus decisiones. Si me permiten exagerar el argumento, aunque el PP tuviese como candidato a la presidencia a una papelera, ganaría, dado el deterioro progresivo de la economía mundial.

Esta mística del liderazgo se exalta considerablemente en el entorno empresarial, pues es una de las coartadas para que creamos que una hora de tiempo de una persona puede tener el valor de una hora de tiempo de miles de personas. Sin esta mística del liderazgo y del valor excepcional de unos seres humanos frente a otros, no se podrían justificar las crecientes desigualdades sociales que ha generado el capitalismo en los últimos años en muchos países.

Algunos estudios estadísticos[1] muestran que en muchas ocasiones el liderazgo excepcional no consiste en nada más que estar al frente de la organización cuando se produce una buena oportunidad. Leonard Mlodinow cuenta casos concretos de personas que pasan por empresas que logran resultados exitosos, que se deben a las acciones de los directivos previos, pero quien se lleva el mérito es la persona que estaba al frente en ese momento.

Además, este énfasis por los individuos hace que dejemos de pensar en las posibilidades del liderazgo colectivo. El movimiento del 15M, por ejemplo, está desarrollando una estructura organizativa que dificulta el surgimiento de líderes, dada la desconfianza que sienten por las élites. Si el liderazgo colectivo les parece una utopía “perroflaútica”, piensen en Hamás. Es una organización de liderazgo colectivo, a la que le va bien. Este liderazgo colectivo no se ha producido por motivos ideológicos, como en el 15M, sino que saben que si en la franja de Gaza destaca un líder, al día siguiente será objetivo de Israel. Un caso un poco más discutible puede ser el partido comunista chino, que, aunque tengan un número uno en su estructura organizativa, algunos analistas consideran que su poder es muy limitado, y se refieren al régimen chino como “dictadura deliberativa”. Esta forma de organización es el resultado del aprendizaje colectivo: con Mao ya tuvieron líder de sobra por muchos años.

Esto no quita que los líderes sean importantes. Por lo que sé, el olfato para combinar innovación y marketing de S. Jobs al frente de Apple puede haber sido muy relevante, por ejemplo. Pero si me permiten un razonamiento escabroso, ¿hasta qué punto Jobs ha sido víctima de su firme creencia en las cualidades individuales de su liderazgo? Lo digo porque, según cuentan, cuando le diagnosticaron el cáncer pensó que con su fuerza de voluntad y métodos naturales podría vencer a la enfermedad; así perdió unos meses muy importantes en la lucha contra su enfermedad.

Es posible que las características de los líderes se hagan notar más ante ciertas situaciones y organizaciones que otras. Siguiendo el ejemplo de Jobs, ante situaciones de mucha incertidumbre (el nacimiento de ordenador personal), en organizaciones dinámicas, con personas seleccionadas por el líder, etc. puede que una persona pueda marcar muchas más diferencias que ante situaciones estables, al frente de organizaciones con mucha inercia.

Resumiendo, el liderazgo importa, pero la ideología dominante lleva a centrar demasiado el éxito en factores individuales, y a esconder los aspectos estructurales y colectivos que posibilitan ese liderazgo. Como no es fácil medir el valor añadido por el líder a la organización, la ideología dominante lleva a atribuir todo el valor y todo el fracaso a quien está al mando de la organización.


[1] Leonard Mlodinow (2008): El andar del borracho: cómo el azar gobierna nuestras vidas. Editorial Crítica

9 comentarios en “El líder que pasaba por ahí

  1. Gracias, José S.

    Si, como dices, hasta un cesto al frente del PP podría ganar las próximas elecciones (algo con lo que estoy de acuerdo), el correlato negativo es que cualquier candidato del PSOE las perdería.

    Es cierto que son las condiciones objetivas de la crisis que atravesamos las que han hecho posible este panorama. Sin embargo, yo creo que el estilo del liderazgo sí importa, y mucho. ¿Cuánto? Difícil de determinar. Necesitaríamos a alguien que haya hecho un curso de IESE para que nos lo mida.

    Me interesa la idea al respecto que formuló el actual Presidente del Gobierno: al poco de ser elegido, dijo algo así como «cualquier español puede ser Presidente». Ello refleja una concepción muy democrática del poder y un saludable alejamiento del mito del líder carismático que tan caro puede resultarle a países u organizaciones. Pero, a la vez, marca a mi juicio una concepción pobre del dirigente y de su papel. Cuando han venido mal dadas, las cualidades personales de Zapatero (sus incuestionalbes honestidad, bonhomía, cercanía, etc.) no han contrapesado sus evidentes carencias. Otro líder, con otra preparación técnica y otra capacidad de percepción, tal vez no se hubiera emperrado en negar la crisis; tal vez hubiera sabido movilizar con más eficacia apoyos en Europa; tal vez hubiera sabido comunicar mejor sus decisiones; tal vez hubiera podido, en el momento de aplicar el giro de mayo de 2010, galvanizar el país o comprender la necesidad de acudir al electorado.

    La aniquilación del PSOE será, en definitiva, en gran parte consecuencia de la crisis; pero también debe atribuirse al menos en parte a su todavía Secretario General.

    Es asombrosa la bobería que rodea a los liderazgos, en cualquier nivel. Cuando un jefe es inescrutable se le atribuye profundidad; cuando inoportuno, se dice la tontería esa de que «sabe medir los tiempos»; cuando despótico, se admira su autoridad… Todo queda en nada en el momento del abandono del poder.

    Abrazos para todos.

  2. Totalmente de acuerdo con José M

    Recuerdo que en un debate radiado, Manuel Delgado (antropólogo de la UB), dijo que el lider no es el que «mueve las masas» sino aquel que se situa en el punto justo en el momento exacto que la masa empieza a caminar. O el que escribe mejor el cartel de la mani. Por lo tanto deberíamos relativizar los marianos y alfredos y buscar la culpa en los idiotas, los tontosdeloscojones, los demagógos y demás fauna que empuja al lider.

    En defensa de Rajoy, debe decirse que su fuerza, su liderazgo se basa en calmar a la fiera situada a su derecha. No hace falta hacer nada más. Hay que ocultar la espada que el PSOE se desangra solo.

    No solo HAmás: recuerdo tambien que cuando les preguntaron a la Plataforma de defensa del Ebre sobre su éxito, hablaron del liderazgo colegiado. Así, entre otras cosas, evitaban las críticas a la persona, la saña contra el lider. Un sistema como otro para atacar el movimiento. Cuando lo de Pilar MAnjón y el 11M, me acordé de ellos. O cuando la ILP antitaurina que tenía como portavoz un catalán nacido en Argentina. A caldo lo ponían. Se olvida tambien de las consultas soberanistas en Catalunya, tambien sin líderes claros, autoorganizadas

    Algo parecido con la izquierda abertzale? La ausencia de un lider claro. Quiero decir que la ley de partidos obliga a cambiar el nombre, los líderes, etc. Otegui está en la carcel y, aun sacan el 10% de nulos, y estan a punto de pasar al PNV en las próximas vascas.

    Lo de Jobs no es liderazgo, es Providencia, para los poseedroes de productos apple. No confunda

  3. Teoura, paso al frente (y que se aparte la Carme) 🙂

    La aniquilación del PSOE será, en definitiva, en gran parte consecuencia de la crisis; pero también debe atribuirse al menos en parte al PSOE.

  4. Si alguien se ha perdido a Javier Maroto, alcalde de Vitoria por el PP, en «Al rojo vivo», se ha perdido a un ejemplo de sensatez. También estuvo en «Los desayunos de TVE», programa que veré en diferido a través de internet.

  5. José S. Martínez, «de un líder se espera que afronte los problemas, que tenga propósitos claros y que dirija a la gente hacia esos propósitos, tras ganar su apoyo», yo de un líder no espero nada, de lo que si espero es de la tecnología que puede transformar la sociedad dotándola de nuevas posibilidades antes impensable. Hay cosas que caen por su propio peso y como dice usted, si por allí pasa alguien y recoge el fruto, pues suerte ha tenido. Es la tecnología la que cambia el mundo, el líder debería ser responsable si desaprovecha las múltiples posibilidades que nos brinda la ciencia del pensamiento para acabar con el hambre. Los líderes de hoy en día dejan morir cada día de hambre a 22.000 niños. Son líderes asesinos. Tener la posibilidad de acabar con el hambre en el mundo, gracias a la tecnología y sus sistemas de pago electrónico pudiendo implementar el valor de la vida en las redes bancarias como un recurso de riqueza sostenible, y no hacer nada, de nada ,de nada, no tienen perdón. Si hay tontos del culo esos son los líderes asesinos.

    «una hora de tiempo de una persona puede tener el valor de una hora de tiempo de miles de personas» es cierto, José S. Martínez, com también es cierto que la persona tiene un valor humano que es el mismo para todo el mundo, un valor de salida, todos estamos hechos de la misma materia, otra cosa es a que dedica su tiempo y por cuanto lo vende. La condición humana del ser, aquí y ahora, posee un valor intrínseco que es el potencial de vida, la necesidad que tenemos unos y otros de vivir en sociedad. Sin los demás no seríamos nada, ni el líder. Resumiendo: http://www.monografias.com/trabajos78/capital-vida/capital-vida2.shtml

    Pero, en fin, me sabe muy mal, pero creo que es necesario difundir que no hay que confundir un líder con un chorizo. «Morrazo del día: Se prejubila con 520.000 euros antes de ser diputado» : http://iniciativadebate.wordpress.com/2011/10/25/otro-de-la-cofradia-del-morrazo/

    Muy buen articulo.

  6. Gracias por los comentarios. Teoura, la verdad que no caben los experimentos en ciencias sociales, así que no sabemos qué habría pasado si otra persona hubiese sido el presidente de España. Lo que sí podemos saber es que en otros países que tenían economías recalentadas como la nuestra (Italia, Grecia, Irlanda, Portugal, Islandia, EEUU…) la situación es muy mala. Quizá con otro líder tendríamos la prima de riesgo 10 ó 20 puntos más abajo… o 200, a saber… En cuanto a lo de medir, los del IESE dicen que lo q no se mide no se gestiona, pero no dicen que lo que se mide mal se gestiona peor, y que son muchos los procesos sociales relevantes q no se pueden medir.

    S. Fort cuando me refiero a la diferencia entre el valor del tiempo de las personas, me limito a constatar lo que «dice el mercado», y lo q quiero señalar es q tal hecho no es natural, sino social, y q la ideología del liderazgo intenta convencernos que es natural. Por otro lado, no veo tan claro el determinismo tecnológico. Sociedades con tecnologías similares pueden desarrollar sistemas políticos y sociales muy distintos, compare China con EEUU. O más exagerado, la Guerra de las Galaxias nos habla de un mundo más avanzado tecnológicamente, pero con relaciones feudales 🙂

  7. 8. Totalmente de acuerdo. Cada cultura es un mundo, pero esto que antes era tan evidente, con internet la cultura es global, la información está allí, traducible por Google, en la nube… la tecnología lo hace posible y podría hacer posible muchas otras cosas posibles como implementar el dinero electrónico básico de supervivencia, sería muy bueno para los mercados que son los que mandan pues podrían ampliarlos con todos los clientes que antes pasaban hambre y ahora han pasado a tener dinero electrónico básico para alimentos, como comprenderá. En mi opinión, hoy, lo que debe contar son las ideas reflejadas en un programa de futuro, con futuro, es decir pacifico, el líder como bien describe usted en su articulo, si tuviera la suerte de tropezar con el tema que propongo y se lo tomara en serio, no solo ganaría las elecciones, sino la gloria, sin merecérselo, ya que el líder solo pasaba por ese momento histórico en el que concidió con el tema tecnológico pertinente para implementar las políticas sociales. No creo que sea determinismo, creo mas bien, que también, que es posibilismo, somos nosotros con nuestras voluntades quienes lo hacemos posible. La economía tiene que modernizarse como ya lo han hecho otros sectores del conocimiento e incorporar nuevos conceptos de valor adaptables a las estructura del sistema. Aunque parece mentira los mercados también sufren, detrás del dinero hay humanos que sufren, no hay nada que vaya mejor a los mercados que la estabilidad en el crecimiento, no le parecería bien, también, aliviar a estos pobres adinerados que sufren por sus pertenencias; pues hay motivo para ello. Lo mire como lo mire la tecnología permite implementar el Valor Capital Básico en las redes bancarias a nivel global, desde cualquier punto del planeta. Esa posibilidad existe. Y este principio de posibilidad acabará siendo posible, pues yo aún creo en el ser humano y en los programas en beneficio de los ciudadanos y de los mercados compuesto por ciudadanos. Sin ellos no se aún en que época feudal viviríamos. ¡Viva la evolución! siempre acaba llegando…

    Manel al Palau de la Música – Al Mar: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=iYUFx6CYd6M

Deja una respuesta