El lío de la COVID

LBNL

No sé ustedes pero a mi alrededor hay mucha confusión sobre todo lo relacionado con la COVID. De una parte, mucha gente todavía no tiene claro que se contagia por vía aérea, es decir, también sentado en un bar, restaurante o no digamos ya, en una fiesta. Por más que todo el mundo esté vacunado y se haya hecho un test de antígenos, que reducen pero no eliminan la probabilidad de contagiarse. De otra, la gente no tiene claro qué hacer cuando ha estado en contacto con alguien que da positivo. Si no tienen síntomas muchos estiman que pueden hacer vida normal, y más todavía si el contacto positivo tampoco los tiene, pese a que todos sabemos que, afortunadamente, muchos infectados son asintomáticos. Lo cual no implica en modo alguno que aquellos a los que infecten los asintomáticos, también vayan a serlo. Para redondear, llevamos meses esperando y reclamando la vacuna para los niños y ahora que llegan surgen las dudas sobre los posibles riesgos de administrársela.

La gente no es tonta pero necesita claridad, y no hablo de España solo. Tengo un amigo que acaba de volver de EE.UU. tras pasarse una semana allá con COVID. Para mi sorpresa, el médico le dijo que podía salir de la habitación del hotel a pasearse, lo cual hizo. Y para mi total asombro, al remitir los síntomas le dejaron embarcar de vuelta a su país de residencia sin exigirle una PCR negativa. Asombro porque tengo un conocido que se pasó un par de semanas dando positivo tras desaparecerle todos los síntomas. Y otra que, con su marido encamado y positivo, se planteaba ayer si acudir a una reunión de trabajo con otras quince personas durante varias horas porque el protocolo no dejaba claro si estaba prohibido. Afortunadamente su oficina la ha eximido de la obligación de hacerlo pero conozco un caso de una limpiadora de residencias de ancianos a la que su empresa la obligó a seguir trabajando pese a que su marido tenía COVID. ¡¡Limpiadora de residencias de ancianos!! Y tengo otro amigo que pasó la enfermedad hace un año – quizás me contagié esa noche que pasé bailando salsa en el tugurio debajo de mi casa, me contó – y que como fue leve y está vacunado, sostiene que las medidas actuales son completamente exageradas excepto para la tercera edad, porque de los demás no se muere nadie.

Y es cierto, afortunadamente la mortandad en edades inferiores es nula a efectos estadísticos o muy baja. Pero el peligro del COVID no es solo morirse y son muchos más los que tienen que ser ingresados, incluso en la UCI, o lo pasan de pena en casa durante una semana larga y, no es infrecuente, mantienen efectos secundarios durante un tiempo más largo. Y sabemos a ciencia cierta que existe riesgo de reinfección, especialmente – parece – con la nueva variante Ómicron. Y además está el lío asociado a la enfermedad: tener que aislarse en casa, dejar de trabajar, no poder viajar, avisar a los contactos que uno haya tenido, no poder hacer vida normal, hacerse tests hasta que te salga negativo…

Yo no me he contagiado hasta la fecha. Puede ser que tenga mucha suerte y no haya estado en contacto con ningún infectado. O que las precauciones que adopto sean efectivas. O las dos cosas. Suerte desde luego porque tengo un hijo de corta edad que está expuesto en el colegio pero no ha habido ningún brote hasta la fecha. Y algo he puesto de mi parte porque si bien he hecho vida prácticamente normal desde el principio – tenía autorización para acudir al trabajo durante el confinamiento – he sido bastante disciplinado y no he bajado la guardia.

Por ejemplo, asisto a reuniones de varias horas con grupos de varias decenas de personas, casi un centenar. Todos llevan mascarilla cuando circulan pero en cuanto se sientan – a distancia de metro y medio unos de otros – se la quitan en su gran mayoría. Yo no me la quito y además porto FFP2 o, aún mejor, FFFP3 a diferencia de la mayoría que llevan quirúrgicas o de tela. No cuestan tanto más y te protegen a ti frente a la mera protección para los demás de las quirúrgicas. Yo asumo que todo el mundo lo sabe pero todavía hoy hay gente que se sorprende y da a entender que no sabe qué es eso de las FFP2-3.

“Hay que vivir”, “la gente está harta”, me dicen a veces cuando hablo de esto con amigos. Por supuesto que hay que vivir pero soy egoísta y quiero vivir bien, ahorrándome las complicaciones y los riesgos de dar positivo. Aunque tenga que bajar el paso cuando recorro terminales de aeropuerto con el filtro más grueso de las mascarillas que me protegen. Y cuando voy a un restaurante o un bar, claro que me la quito para comer o beber, pero antes y después la mantengo puesta. Ayer me decía un amigo que veía ridículo entrar al bar con mascarilla y luego pasar dentro dos horas sin ella. Totalmente de acuerdo, por eso me la pongo entre trago y trago de cerveza. Lo cual, al parecer, parece ridículo o incluso importuna porque hace una semana una clienta de otra mesa me dijo que me la podía quitar, que los pocos que quedaban a esas horas en un bar de mala muerte al que me llevó un amigo estaban todos vacunados, algo evidente dado que exigían el pase COVID para entrar. Acabaramos…

Para empezar, a mí me pusieron dos dosis de Astrazeneca y cada vez está más claro que a los pocos meses, su eficacia decae drásticamente, razón por la cual ya no la usan para el refuerzo. Y siguiendo con que las vacunas anti COVID – también las de ARN de Pfizer y Moderna – no son idóneas porque mitigan sensiblemente los efectos de la infección pero no inmunizan por lo que te puedes infectar y puedes transmitirla, aunque se supone que con menor virulencia.

Por último, ayer una amiga preguntó en un chat sobre poner o no la vacuna a los hijos, ahora que la Unión Europea ha empezado a distribuirlas. Todos – es un chat muy ilustrado – respondimos que por supuesto pero ella no las tenía todas consigo y ni es tonta ni completamente lega en cuestiones científicas. Claro que no se han probado suficientemente en niños y que no existe una certeza al cien por cien de que ningún niño no vaya a desarrollar una reacción negativa igual o incluso superior a la de los adultos. Pero que no se pueda demostrar que es cien por cien inocua no implica que no lo sea. Ya pero como los niños apenas se ponen malos… Ya pero contagian a sus padres y volvemos a la casilla de salida. A lo de que el riesgo de no sé qué era muchísimo menor que el de las píldoras anticonceptivas, la respuesta fue que los niños no las tomaban…

Claro, inocular una vacuna a un niño es más arriesgado que no hacerlo, excepto cuando no haciéndolo asumes un riesgo mucho mayor, axioma que también vale para los niños. Mi mujer, que es igualmente inteligente y sensata, lo tiene claro y aún así prefiere que a nuestro hijo le vacunen cuando ya la hayan recibido muchos otros niños, lo que será el caso por cuestión de edad, así que nos hemos ahorrado una charla más detallada sobre el asunto.

En fin, no pretendo ir de sobrado ni culpabilizar a quienes se contagian. Allá cada uno con cómo se protege y las decisiones que toman. Eso sí, me gustaría que lo hicieran contando con información sólida y clara. Y la hay. A disposición de todos. El otro día el amigo que ya se infectó y ahora le parece todo exagerado me respondía que desearía que le dieran una estadística sobre la mortandad por edades. Se la mandé a los tres minutos. Es decir, que si quieres la encuentras, sin demasiado esfuerzo porque yo no estoy todo el día devorando noticias sobre el COVID.

Y si a alguien le ayuda mi experiencia, habrá valido la pena transcribir mi experiencia.

10 comentarios en “El lío de la COVID

  1. Si los vacunados casi no se mueren, ¿porqué ponerse una mascarilla en un bar? Si pese a todo hay que ser disciplinado y reducir al mínimo el riesgo, ¿por qué ir a tomar una cerveza? Y si se va, ¿por qué quitarse la mascarilla del todo al tomar un trago?, ¿no se podría subir por la parte de la boca y mantenerla puesta cubriendo la nariz? Si la información estadística está disponible, que cada uno haga lo que le de la gana (que puede incluir no dejar entrar en su bar o en su país a quien no está vacunado). Tal vez la única posición equilibrada y razonable no sea la de LBNL. La del que se fue a bailar salsa y la del que no se ha tomado una cerveza en un bar en casi dos años son posiciones igualmente respetables. Esta Noche Vieja no iré a una macro-fiesta. Nunca me gustaron de todas formas, y ya estoy un poco mayor.

  2. Precisión: yo no digo que mi posición sea la única razonable. Ni siquiera que sea razonable. Digo que lo tengo bastante claro y a mí me ha funcionado, hasta la fecha. Y que dure.

  3. Yo tengo un amigo a quien le funcionó infectarse y después siguió yendo de bares para refrescar la memoria del sistema inmunitario. A otros no les funcionó y murieron, por desgracia. En España 5 millones se han recuperado del Covid, algunos no del todo, y han muerto 88.000 personas (un 1,76% de quienes se sabe que se han infectado). Muchas ya muy mayores, pero algunas más o menos jóvenes o sanas.
    Ahora estamos en otra etapa. Tal vez lo mejor para los vacunados es intentar infectarse antes de que el efecto de la vacuna comience a disminuir. Igual si busco una macro-fiesta en Nochevieja. Creo que estoy en mi momento de máxima protección, y dentro de unos meses puede decaer y será peor infectarse entonces… tal vez sea el momento para un pequeño chute de ómicron. Puede que no suene razonable, pero tal vez lo sea… o no.

  4. Lo que sí recuerdo es que en algún momento me dijeron que no estaba mal que los niños pequeños estuvieran expuestos a la suciedad (o al menos revolcase un poco en los parques) para desarrollar defensas contra virus y bacterias que les durarían toda la vida, y no era bueno sobreprotegerles. Una vez que estamos vacunados, tal vez algunos se estén sobreprotegiendo. La partida no ha terminado.

  5. ¿ Qué va a pensar la gente , las gentes , del COVID , cuando todo un Presidente de Gobierno sale triunfal y dice que hemos vencido al virus ? ¿quién crea el lío y multiplica el desconcierto? ¿ quién es el liante de la cogestión , la polinformación y el despiporre ?
    Dice que la gente no es tonta pero lo cierto es que desgraciadamente hacemos tonterías como se puede comprobar cualquier día al entrar en un restaurante con la mascarilla para quitárnoslas poco después en un gesto que tiene más de saludo respetuoso , algo parecido a levantar el sombrero .
    Personalmente he consultado a mi médico si con mi historial debo o no debo ponerme la tercera dosis sabiendo perfectamente que me iba a decir que sí , porque ¿ qué otra cosa podría decir ?
    No es microbiólogo , carece de formación en biología molecular , tampoco es epidemólogo , nada sabe de mecanismos de las reacciones químicas y en Euskadi para colmo recibe instrucciones de un comité en el que está el inefable Jonan Fernández ( Jonan el Bárbaro para sus incondicionales ) que éste sí , es experto en intrigas y luchas populares con amedrentamiento incluido.
    ¿ Qué decir de los farmacéuticos expertos en abrir cajitas a comisión o los obstáculos al acceso a la sanidad primaria ?
    Pues la gente se forma una opinión porque no es que sea tonta o no , es que no sabe y el miedo es libre.
    Ahora bien , sabe lo que es el palo y la zanahoria , sabe que sin pasaporte COVID se restringe su acceso a locales de ocio o no puede viajar .
    Y entonces tiene una revelación ¡ vamos a vacunarnos ! lo mismo que antes , cuando se exigía estar vacunados para escolarizar a sus hijos o certificados médicos de no padecer enfermedades infecto contagiosas etc etc.

  6. A mí lo que me parece más razonable es exponerme al máximo entre las dos semanas y los cuatro meses después de la pauta completa o la de recuerdo. Pero lo que a mí me parece razonable, a otro le puede parecer una gilipollez.
    Buscando así por encima, no he encontrado datos del tiempo que ha pasado entre la vacunación y el ingreso de los vacunados. Lo que parece (parece) es que las personas mayores que se habían vacunado hace seis meses empiezan a estar menos protegidas. El gobierno lo está haciendo fenomenal con la dosis de recuerdo.
    Y por cierto, los que clamaban porque España estaba a la cabeza de muertes por Covid por millón de habitantes al principio de la epidemia, ahora se abstienen de congratularse de que haya bajado al puesto 36 y siga en descenso (para que felicitar a un gobierno que no es de nuestra cuerda aunque sea por evitar muertes). Para haber salido en última posición (o primera, según se mire) no está nada mal.

  7. Más de lo mismo. Y por cierto , los que machacaron a Madrid , Sanchez incluido , hora se abstienen de etc.etc. Vean Navarra , La Rioja , Euskadi , y sus estremecedoras cifras .
    El gobierno ni hace ni deshace , ni fenomenal ni es un fenómeno , actúa como un distribuidor farmacéutico y si delega la crisis en las CCAA , pues eso , queda delegada la responsabilidad y el mérito.

    Si ha existido algo más que una máquina de propaganda averiada que enmudece sentencia tras sentencia.

    Algún día se establecerá una comisión que analizará la pandemia y su administración pública y privada , con datos fiables y documentados , no con apelaciones a un comité de expertos inexistente ¿ recuerdan ?

  8. Por dejarlo claro, a mí me parece que gran parte de la confusión se debe a la ausencia de una política gubernamental clara. Aunque las autonomías tengan la competencia de sanidad me parece de cajón preparar una guía sobre lo que sí y lo que no se debe hacer y según qué casos, e ir enmendándola a medida que se va sabiendo y que todo el mundo esté hasta los huevos de verla en todas partes. Esa ausencia sí se la achaco al gobierno, además de cualquier declaración triunfalista, por supuesto.
    Y claro que la gente no es tonta pero cuando hay confusión desde los poderes públicos, pues se lía, sobre todo si está harta. Y luego está hifernando que innova buscando contaminarse siguiendo el equivalente al método Ogino 😉

  9. Ja,ja.ja , muy bien traído lo del método Ogino , utilizado por la Iglesia como un método natural ¡ sí , natural ! y diferente al método barrera del benemérito condón ,más íntimo y eficaz pero que deja residuos contaminantes .
    Ogino , un intento bienintencionado , como el de su colega Knaus , para dominar la naturaleza hirviente como los volcanes isleños sin utilizar dinamita o asimilados, pero que resolvió un problema de origen oriental motivado por el desagrado de hechiceros y sacerdotes ante la felicidad evocadora de un paraíso anterior a su presencia en nuestras fiestas y la contradicción manifiesta de los defectos del Creador : unir en su obra el basurero y la felicidad intensa de un parque de atracciones.

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