Carlos Motbau
En 1930 Sigmund Freud publicaba su libro “El malestar en la cultura” obra que superaba los límites de la psicología y el psicoanálisis y se instalaba en la disciplina de las ciencias sociales. En este libro Freud reflexionaba sobre la constitución, manteniendo y desarrollo de la familia, sociedad y en general, de cualquier organización social. Su tesis era que al individuo y a la sociedad no le resultaba gratis convivir en sociedad sino que debía de renunciar a sus pulsiones primarias y aceptar unas reglas. Esta renuncia a los deseos propios, tanto a nivel personal como nacional, generaba neurosis y malestar en el individuo y en las sociedades, según el autor. Esta dialéctica no siempre se resolvía de manera satisfactoria para la convivencia social y en algunos casos este exceso de narcisismo, de pulsión de muerte, thanathos, vencía a la pulsión de vida. Pocos años después de editarse este libro, Adolf Hitler llegaba al poder y la segunda guerra mundial era un hecho una década más tarde.
Estos días se ha representado en el Teatre Nacional de Catalunya la obra teatral “Europa hierve” donde se relata la inoperancia de los países europeos para acometer el tema cultural de una manera conjunta, más allá de los propios intereses “chovinistas” del propio país. Conforme la obra avanza vemos como la mirada hacia uno mismo, hacia los intereses de cada una de las naciones, se va imponiendo a un bien común o a los intereses generales europeos. Finalmente, se consigue realizar una acción conjunta “cultural” que consiste en la celebración de la mayoría de edad de la moneda euro que es representada como una hostia. Todos los países engullen el cuerpo de Cristo pero a unos países, en concreto los “PIGS”, se les indigesta la moneda y les genera reacciones orgánicas de rechazo.
Los resultados electorales de Gran Bretaña la semana pasada y los posibles buenos resultados de los populistas de derechas en Italia y Francia en los próximos meses parece que nos lleven a pensar que esto poco a poco se va acabando. Las fuerzas centrífugas, thanatos, pueden ahora mismo a las fuerzas centrípetas y parece bastante claro que el repliegue nacional va a ser una constantes en los próximos tiempos. Esperemos que la intensidad y la duración no sean lo suficientemente fuerte para descabezar un proyecto que todo y sus incompetencias en ámbitos como la fiscalidad compartida, la tiranía alemana y una miopía para hacer cómplices a un mayor porcentaje de habitantes de la Unión Europea, a muchos aún nos parece una organización social que puede salvaguardar el Estado de Bienestar y una mayor inclusión social que en cualquier otro lugar de nuestro planeta.
Yo creo que ahora mismo podamos hacer mucha cosa para conseguir un cambio de rumbo o de rasante. Una parte importante de la ciudadanía está asustada, y siente amenazado su estatus social actual, aunque se trate de defender migajas, especialmente la clase media y trabajadora. Seguramente deberemos colisionar con algunas situaciones dramáticas para que la lectura que haga la mayoría de la población sea distinta de la actual. Esperemos que los daños frontales y colaterales de la colisión no sean excesivamente fuertes.
Uno. En este famoso ensayo, Sigmund Freud ponía de relieve la necesidad de encauzar esas pulsiones mediante los canales ordenados de una nueva civilización burguesa a la que siempre representó . Junto con “Totem y tabú ” y ” El porvenir de una ilusión » forma parte de esa colosal crítica que inicia Nietzsche contra las limitaciones que imponía la tradición al libre desarrollo de la modernidad .
2.- El Brexit , conducir con el volante a la derecha o tomar el té a las cinco no obedece a pulsiones centrífugas sino a la desconfianza histórica de los ingleses respecto al continente representada en este caso por extravagantes miembros de su clase política.
Corbyn , alguien de otra época , no ofreció nada , solo más pusilanimidad y dudas con recetas extraídas de una mina.
3. El artículo de Maestre que nos trae es un refrito de contradicciones , una mezcla de resentimiento imaginario propio de una clase obrera inmutable , cuyos miembros sienten ( y padecen sobre todo ) unas estructuras de poder -siempre las mismas – que impiden progresar.
4.- Decir que Alemania es una tiranía junto a la visión de una irresponsable y anárquica Italia trufada de mafias regionales y enfangados servicios públicos como víctima , forma parte del programa kitch de la nueva izquierda mendicante.
5.- Los proyectos tienen dueño. Y el diseño de la UE ni es , ni podrá ser producto del encanto cazurro de la sabiduría popular.
El populismo es atraso y opresión.
Varios miembros de la dirección peneuvista en Álava han sido condenados a severas penas de prisión por la gravedad de sus delitos , constituyendo un grupo organizado para delinquir. El PNV a través de Urkullu y el Presidente del partido ha pedido perdón. Por supuesto no sabían nada de nada. Recordemos que se sumaron a la moción de censura contra Rajoy por motivos similares.
Ahora bien , lo espectacular es la posición del increíble y menguante PSE , hoy colocado por el PNV para complementar su inminente retiro :
« El Correo .- Los socialistas, muy medidos, han optado por remitir una nota. En ella muestran su «total confianza y respeto a la sentencia», así como al trabajo desarrollado por los órganos judiciales y la Ertzaintza a lo largo de todo el procedimiento. También del propio Gobierno vasco, «con la puesta a disposición de la Justicia de toda la información en su poder». Sin citar en ningún momento al PNV, los socialistas muestran su «satisfacción por el hecho de que conductas reprochables desde el punto de vista ético, además de delictivas» se vean «sancionadas y expulsadas del ámbito político e institucional», al tiempo que reiteran su «rechazo a cualquier forma de corrupción y clientelismo».
Falta añadir que agradecen también al Sol que salga cada día.
Que toda una organización provincial , esposas incluidas , roben y exijan comisiones a empresarios y que el partido no sepa nada , sencillamente no me lo creo , máxime cuando tiene en su poder la hacienda pública y la policía. Pero no sabe nada. En un país que formalmente es de ellos y que presume de que aquí nos conocemos todos.
Otra alegría para moralizar la vida pública.