El poso positivo

Marc Alloza

Es difícil estos días no pensar a menudo en el Covid19. De la manera en la que ha irrumpido en nuestras vidas y de la forma que las ha trastocado. Es difícil no pensar en si ha venido para quedarse, si será pasajero o a partir de ahora cada año tendremos brotes. Es difícil no caer en el miedo cuando todo lo que nos rodea nos recuerda al Covid19. Pero creo también que poco a poco saldremos de esta pandemia: a fecha 6 de Abril en España hay 135.176 diagnosticados y 40.437 recuperados, casi un 30% del total de casos.Cada día a las 20:00 en punto los vecinos nos asomamos a ventas y balcones a aplaudir a todos aquellos que velan por nuestra salud, por nuestro abastecimiento, por la salubridad de las calles, por la recogida de residuos, por los que nos informan. En general se reconoce a todo aquel que con su trabajo permite el que se pueda llevar a cabo el confinamiento, a pesar del riesgo de exposición al virus que esto le comporta. En estos 5-6 minutos o a veces más, dependiendo del acierto del DJ, aprovechamos para cruzar miradas y gestos a modo de saludo y de fuerza. Algún comentario de ánimo, preguntar por la familia etc… Esto último lo podemos hacer porque mi calle es estrecha, no al punto de que la OMS recomiende salir con máscara a la ventana pero casi. Los bloques son de 4 alturas por lo general por lo que está poblada pero tampoco es Hong Kong. Aun así estos días me ha sorprendido descubrir a nuevos vecinos, familias enteras a las que no había visto nunca y que por lo visto llevamos toda la vida viviendo los unos delante de los otros. Cuando acabe todo igual no nos vemos más pero, si nos encontramos, seguro que nos reconoceremos aunque vayamos sin chándal y con el pelo más corto. Y nos saludaremos, porque estos días hemos estado juntos todos los días a las 20:00 con un mismo propósito y con la misma intención.

Hasta el día anterior al decreto de alarma los trabajadores y clientes en los supermercados y tiendas en general iban sin mascarilla ni guantes. En las cajas, nos amontonábamos en las colas para pagar. Allí, todo producto que el cliente adquiría, pasaba por las manos desnudas de un empleado o empleada tras haber pasado previamente por las del cliente sin más. Cuando se vuelva a la normalidad no creo que cambie o igual si, el gel desinfectante y/o los guantes igual quedan como pasó en los hospitales con el gel tras la gripe A, o fue de antes, ya no recuerdo. Quizás el tema aforo se controla un poco más, que tampoco estaría mal.

El otro día tres calles más al centro se daba la paradoja de que la UME con sus trajes de protección tipo los de la peli Estallido, realizaba un trabajo de desinfección en una residencia de la tercera edad ubicada justo encima de un supermercado. Los trabajos se ejecutaron con meticulosa diligencia ante la atenta mirada de los empleados y empleadas del supermercado, pertrechados con sus mascarillas caseras y sus guantes spontex. También me pareció un poco chocante que durante estos días, mientras comercios de barrio cerraban o decidían no exponer a sus transportistas al virus, otros comercios por internet seguían vendiendo productos a discreción fuera de los de primera necesidad como pegatinas, juguetes etc… Repartidos por personas, que no drones, sin más EPI (Equipo de Protección Individual) que el uniforme de siempre y una braga gruesa del Barça para la cara. Tras la pandemia, e incluso antes de que se dé por finalizada, estoy seguro que en supermercados, comercios, reparto de mercancías y otro lugares de atención al público, se proveerá a los empleados de mascarillas y guantes homologados uniformizados. También estoy seguro que si se permite el comercio electrónico de todo tipo de mercancías, se crearan plataformas para que los pequeños comercios tengan la posibilidad de continuar su actividad por internet.

Otro tema que seguro que con más previsión se enfocará de otra manera es el restringir más tiempo las actividades no esenciales aunque por motivos económicos se relajen las máximas restricciones. Es difícil compaginar el #quedateencasa por tu bien y por el de todos con el ir a trabajar para una actividad no esencial.

También quedará la importancia de contar con un adecuado abastecimiento de mascarillas, respiradores, trajes de protección para tratar adecuadamente a enfermos, sanitarios, personal de residencias de ancianos… Por lo que trasciende del tema de los respiradores de Navarra y Castilla León que estuvieron retenidos en Turquía y lo que se entiende de las ruedas de prensa de las Administraciones, es que todos los países del mundo con sus estados o comunidades autónomas compiten de forma caníbal por lo mismo en los mismos mercados. En el futuro ya habrá experiencia en aliviar esta tensión mediante centrales de compras a nivel estatal, gestión de stocks y la reconversión de empresas para la elaboración de estos equipamientos. También se habrá podido profundizar en una estrategia público-privada para hacer frente a este tipo de emergencias de forma rápida y eficaz. Será interesante conocer el número de empresas que se han reconvertido para suplir este tipo de productos. Se ha publicado que Seat realizará unos respiradores homologados, Inditex donará 300.000 mascarillas a razón de 10.000 por semana… Quizás apostar abiertamente por esta polivalencia y adaptabilidad, en cierta medida autárquica podrá ayudar no sólo a España si no al resto de países.

La intervención forzosa de gobiernos autonómicos en residencias de la tercera edad hará replantear la normativa, la gestión y el negocio de este sector, que requerirá reformas de calado.

También se tendrá claro que ante este tipo de pandemias altamente contagiosas contar con test de detección ágiles es una ventaja estratégica que debe entrar en funcionamiento a las primeras de cambio.

Otro de los posos positivos de la crisis será el teletrabajo y la consiguiente mejora de la conciliación familiar que supone. Esta crisis ha roto el hielo para la implantación de esta modalidad como una normalidad que debe permanecer.

Finalmente desearles a todos que estén bien y un bratzo, que diría Radomir.

3 comentarios en “El poso positivo

  1. “ Casi sería mejor que el Gobierno proporcionase a los periodistas las respuestas para que añadiesen a continuación las preguntas. ”
    Una frase genial para unas conferencias de prensa detestables.
    Veamos , la facción de Podemos en el gobierno, la gran apuesta de Sánchez , es el gran perturbador para abordar lo necesario y la principal fuente de desconfianza del Ejecutivo. El propio Sánchez no lidera sino que arrastra con pena y con rencor las críticas razonadas de sus decisiones. No habrá pactos de la Moncloa con Podemos en el gobierno , es un imposible.
    Se tumbarán los decretos sociales que afectan a la producción ( PNV ) y a la retención de parte de las partidas de FP transferidas ( PNV , de nuevo) . Pero sorprendentemente , el PNV declara que no dejará caer al Ejecutivo.
    Sigue la inercia de ayer , la del manual de resistencia , la del rencor hacia los Consejos Federales del PSOE , de las alianzas Frankestein.
    Claramente , la figura de Sánchez , es un factor de división y de falta de liderazgo.
    Detestado por los empresarios , que nunca perdonarán la humillación procedente de la arribista familia Iglesias .
    También por los medios de referencia , que le reprochan su enclaustramiento y falta de encaje en los hábitos democráticos.
    De los sindicatos , que se fían de él por persona interpuesta.
    De la UE , que recela de su insignificancia de maniquí.
    El PSOE necesita una reacción para que su deriva de los últimos tiempos deje de sucumbir en la gravedad tóxica del maelström podemita y sus agostados terminales internos.
    Puede obtener la confianza del país para la ingente tarea de liderar una etapa fundamental en la definición y liderazgo de los próximos años ; una etapa de sesgo dominante socialdemócrata , pero sobran dos nombres , dos estilos que se retroalimentan para el mal de la nación : Pedro y Pablo .

  2. Hecho de menos un gobierno del PP. El blog estaría menos aburrido y el mono de goma harto de leña.

  3. Estoy con el articulista que las cosas variaran en un futuro como resultado de la pandemia y sus posibles consecuencias.

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