Arthur Mulligan
“La Ley es el poder de los excluidos del poder, de los sin poder, nuestra garantía contra el despotismo. La civilización.”
(Félix Ovejero, discurso en la mañana del 29 de Octubre de 2017 Ciudadanos, mestizos de pura cepa)
No habrá amnistía, ni referéndum de autombligo, ni nada que contradiga nuestra Constitución, y el solo hecho de especular sobre su posibilidad por esa banda de ignorantes, de alterar el sentido de la representación del Estado mediante una Vicepresidenta del Gobierno que se pavonea humillando nuestro sistema judicial resultante de un esfuerzo colectivo después de reunirse con un fugitivo, inhabilita de facto a todo el gobierno.
No, nada de lo que pretenden ocurrirá; en esta ocasión se han pasado. De la misma forma que han intentado volver a recontar los votos en Madrid sin que mediara denuncia a pie de urna rechazada una y mil veces por los distintos niveles de la Junta Electoral, la amnistía y el referéndum que pretenden no tienen cabida en nuestro ordenamiento jurídico y por eso lo vamos a defender con uñas y dientes.
Hoy, para que una ley sea válida, es necesario que no solo sus formas, es decir, los procedimientos de formación de los actos legislativos, sean conformes, sino también que su sustancia, esto es su significados o contenidos, sean coherentes con las normas constitucionales que disciplinan su producción.
Resulta dudoso que Francina Armengol conozca mínimamente las reglas políticas de la Constitución en lo relativo a su papel en la investidura, o que sea capaz de sacar a la institución de la función protocolaria a la que sus sucesivos integrantes la han abocado. El precedente de Meritxell Batet y su primera decisión en torno al uso de las lenguas cooficiales auguran, caso de darse, una legislatura más polarizada y dividida que la anterior, que ya es decir.
Y todo en nombre del progresismo, un invento insostenible hasta la náusea con estos mimbres.
Quien construye comunidades en nombre de una identidad acaba defendiendo la desigualdad, y por eso mismo su contrario -la igualdad- es ahora nuestra bandera.
El modelo que pusimos en marcha en 1978 en España pretendió salir -como otras democracias europeas- al paso del debate que Kelsen y Schmitt tuvieron hace casi un siglo: únicamente el compromiso, el diálogo y el acuerdo entre partidos pueden hacer perdurar no solo el sistema político, sino la propia Constitución.
Ante una ley de amnistía, que abre un proceso destituyente, es importante dejar algunas cosas claras para los que van sin frenos, apoyados en el decisionismo y la lógica mayoritaria importados del Procés: el poder es una cosa distinta a la democracia. El primero busca el dominio; la segunda la integración.
A pesar de los esfuerzos de un partido como el PSC por vendernos que España es una patología a la que se someten con humor variable, lo cierto es que se encuentra contaminado por las veleidades nacionalistas del entorno y en consecuencia resulta poco confiable desde la época de Pascual Maragall para mantener una acción sostenida de resistencia, abandonándose a la retórica que les ha permitido ganar elecciones a la primera de cambio con una política de alianzas desgraciada «levantemos barreras para que no vengan los de fuera» (Pacto del Tinell 14.12.2003, se incluía una cláusula que excluía la posibilidad de cualquier pacto de gobierno o establecer acuerdos de legislatura con el PP, tanto en la Generalidad como en las instituciones de ámbito estatal)
La elección de Francina Armengol, como presidenta del Congreso, tiene una especial transcendencia histórica, puesto que se trata de la primera vez que la tercera autoridad del Estado ha sido seleccionada y bendecida por alguien que se ha declarado enemigo de la España constitucional.
Proveniente de Baleares, su currículum es muy mejorable. Su labor al frente del Govern balear ha consistido en una claudicación sin paliativos frente al nacionalismo. Militante en su juventud del Bloc d’Estudiants Independentistes, se ha dedicado a reinventar la historia del PSOE en las islas. La ligereza a la hora de manejar los protocolos en el Congreso produce bochorno.
Pero lo más dramático y estúpido en estos momentos es el silencio de las negociaciones con el indigno golpista Puigdemont en Bélgica, porque, al parecer, no tenemos nada que ver y ningún derecho a entender al no ser un asunto que nos incumba.
La voluntad nacionalista de lograr un impulso confederal para la actual estructura territorial de España manifestada por Urkullu en un detestable artículo dice mucho de la debilidad en la que se encuentra Sánchez, su furtiva manera de ocultarse y su obsecuente incapacidad para discernir la gravedad de lo que hace y de lo que no dice.
Hoy mismo, el historiador Benoît Pellistrandi advertía en una página de El Mundo sus impresiones sobre la crisis española:
«¿Dónde está el respeto que inspiraba el Tribunal Constitucional cuando lo presidía alguien de la talla de Francisco Tomás y Valiente? El PSOE bien puede echar en cara al PP que no ha cumplido con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, pero ¿qué le dirá a Junts y a ERC, que rechazaron la autoridad del TC en el otoño de 2017? ¿Y qué puede contestar el PSOE cuando se valoran los últimos nombramientos que se han hecho en el TC a propuesta suya?»
Y concluía:
«Lo grave de todo eso es que el fenómeno no es estrictamente español. Es una crisis generalizada de nuestras democracias. Basta con mirar a EEUU o a Francia, donde la Constitución está cada vez más forzada en un sentido antipolítico. No debemos resignarnos a ver fragilizado nuestro legado más importante. Debemos exigir a los que pretenden representarnos que cumplan con sus deberes constitucionales.»
Termino por donde empezamos, con Félix Ovejero en esa memorable ocasión:
«No importa dónde nacimos, vengamos de donde vengamos, todos somos ciudadanos. Aquí, en Barcelona, como en Sevilla, en Cuenca, en Madrid, en Vitoria, ciudadanos de pleno derecho. Nadie es más que nadie ni nadie es dueño de un territorio que, por ser de todos, no es patrimonio de nadie. Esa es la impresionante conquista de las revoluciones democráticas, la nuestra, también, como ciudadanos españoles, la que nos han querido desbaratar. Esa es nuestra realidad más inmediata.
Nuestra aspiración, la de cualquier persona decente, es que mañana podamos decir lo mismo en el sentido más pleno en París, en Berlín o en Roma. Que nuestros derechos políticos y sociales, nuestra condición de ciudadanos libres e iguales, se extienda a cualquier rincón de Europa. Para empezar.
Ahondar la democracia y la justicia. Lo dicho: la civilización.»
Sinceramente, creo que Sánchez no se atreverá y tendremos nuevas elecciones.
Y yo que no encuentro nada que objetar a lo que dijo Ovejero, que reconozco no saber quién es, y sin embargo no veo ninguna relación entre la amnistía o despenalización del Procés con el fin de España, el estado de Derecho, la democracia y la libertad. Debo tener un problema de intelecto serio.
¿Qué más me da a mí lo que piense en su fuero interno Urkullu, o Puigdemont? Lo que importa es lo que se puede y lo que no se puede hacer juntos. Desbordar la Constitución no se puede hacer, porque no se tiene el poder para ello, y además sería pernicioso. Pero despenalizar el Procés, que además de evitarnos segundas elecciones y facilitar un gobierno de progreso (sí, de progreso, frente la reacción de la «derogación del Sanchismo» que no se sabe bien qué es pero huele fatal), seguiría desarmando a los indepes, no desborda la Constitución. Así que miel sobre hojuelas.
Muy de acuerdo por lo expuesto por el articulista y por lo aportado como referencia por opinadores externos.
Totalmente en desacuerdo con LBNL sobre la idea que despenalizar el Procés es algo que «seguiría desarmando a los indepes». Ni yo lo creo ni parecen creerlo muchos destacados políticos socialistas que opinan muy en contra de esa posibilidad.
Yo sigo a la espera de que Pedro Sánchez se pronuncie sobre la imposibilidad de la amnistía y la imagen que tengo es que cuando lo haga será movido por el rechazo generado y no de motu propio.
Cada día Pedro Sánchez se me parece más a Rubiales.
Vale, venga ,dale don dale,mientras el PP prepara una «nosequeseyo» moción de censura en la calle,antes del debate de investidura de Feojóojóo ,para presentar en publico ,la guillotina con la que vsn a ajusticiar a Pedro Sánchez causante de todos los males habidos y por haber.,merecedor de que ser amarrado por los pies y arrastrado por caballos y colgado boca abajo en la Plaza de ¡¡EESSSPAAAAÑAA!!.,como aviso a aquelos que pretendan quitarle el poder al PP..
Ya les adelanto que el grito más jaleado en esa nosequeseyo :“Reunión de pastores, ovejas muertas”….será:
¡¡¡¡AYUSO!!!,¡¡¡¡AYUSO!!!!¡¡¡¡AYUSO!!!!!.
¡¡(PRESIDENTA!!!¡¡¡PRESIDENTA!!!!
Editorial El Periódico.
La movilización convocada por el PP para el domingo 24 de septiembre en Madrid contra la amnistía a los implicados del ‘procés’ que aparentemente les va a conceder Sánchez sorprende por diversos motivos. El primero, sin duda, es el sinsentido que supone ejercer la oposición en la calle a un futuro Gobierno de Sánchez a tan solo dos días del inicio de la sesión de investidura en la que Alberto Núñez Feijóo pedirá el apoyo del Congreso de los Diputados precisamente para desalojar al líder del PSOE y ser él el próximo inquilino de la Moncloa. Nadie confía en que ese intento de investidura vaya a prosperar, pero que el propio interesado se sume a una movilización que implícitamente le dé por perdedor de antemano no deja de ser significativo y suscita la duda de para qué se presenta (o de con qué intereses se convoca). Tan llamativo como que incluso se adelante a una hipotética investidura de su rival dando por sentado que este la conseguirá con concesiones que considera inadmisibles –muchos lo hacen, no solo en el PP–. Más allá de que se le atribuya a Sánchez, puede que a veces merecidamente, una ambición sin límites y a cualquier precio, es arriesgado proyectarse de esa manera en el futuro, por inmediato que este pueda parecer.
No es la primera vez que se dan este tipo de movilizaciones preventivas, dando por sentadas cesiones que luego no se produjeron, para ejercer la oposición a un Gobierno socialista. Ocurrió en febrero de 2019, con la manifestación de la famosa foto de Colón, con los líderes del PP (Pablo Casado), Cs (Albert Rivera) y Vox (Santiago Abascal), cuando se atribuyó a Sánchez haber cedido a las 21 peticiones del
entonces presidente Quim Torra: la autodeterminación para Catalunya o el relator internacional, entre ellas. Se había producido antes, en 2006, en la campaña organizada por el PP contra la reforma del Estatut, que fue acompañada de una recogida de firmas que solo contribuyó a polarizar y a generar en amplias capas de la población española animadversión contra Catalunya y los catalanes.
El independentismo también tiene precedentes del coste de haber excitado la calle cuando llega el momento de hacer política en lugar de agitación.
Una iniciativa como la del 24 de septiembre es más propia del sector del PP que más radicalmente defiende la idea de una España uniforme y que menos dispuesto está a abrir un debate sobre, por ejemplo, el encaje de Catalunya que sí menciona Feijóo. De imponerse esta posición, se bloqueará el necesario como difícil consenso sobre la cuestión territorial española.
Hay posiciones divergentes sobre la conveniencia de una amnistía y sobre si esta puede justificarse a cambio de una investidura y sin contrapartidas de los beneficiarios, como la renuncia a la unilateralidad.
Pero hay pocas dudas sobre la necesidad de seguir avanzando en la desinflamación y la normalización de la situación en Catalunya y para eso, además de las decisiones que ha ido adoptando el Gobierno en la última legislatura, convendría contar con las aportaciones del PP. Al menos, con su participación constructiva en la búsqueda de soluciones y en el modo de aplicarlas.
De lo contrario, a falta de un amplio consenso, las medidas serán siempre de parte, con el riesgo de ser revertidas si cambia el Gobierno y, por tanto, inestables. No parece, lamentablemente, que la arenga del expresidente Aznar y la subsecuente movilización del 24 vayan en esa dirección..
……
Editorial de EL PERIÓDICO..
Coincido con parte de la opinión expuesta en el editorial de periódico y discrepo también de otras consideraciones expuestas.
¿Como se distingue si algo que se anticipa que tiene ne visos de ocurrir y es denostado por gran parte de la opinión pública y finalmente no ocurre no lo es gracias a esa contestación? Pues simplemente aclarando desde el principio.. Es ese silencio de Pedro Sánchez el que alimenta la opinión de que está dispuesto a ceder en algo que se sabe contrario a la Constitución y que está buscando el camino de sortear lo insostenible por puro interés personal. Entiendo como insostenible una reforma del calado que se puede considerar que va contra la constitución, contra la opinión mayoritaria de la ciudadanía, contra la mitad del arco parlamentario, y eso incluyendo a los partidos separatistas, y contra propios dirigentes del PSOE, por muy fuera de la gestión política que hoy puedan estar.
Pase lo que pase, el relato que pueda hacer sobre el resultado de la controversia ya lo tiene perdido. Si cede, malo, si no cede no va a poder desligarlo de la contestacion ciudadana que le tuerce la mano.
Lo de Redondo Terreros tampoco creo que le beneficie mucho al PSOE actual y si cree que eso va a servir de escarmiento, se equivoca.
Por otro lado resulta enternecedor ver los intentos de descalificar a Nuñez Feijo y considerarlo marioneta de Ayuso o de Aznar. La descalificación forma parte de una estrategia estéril y que no tiene influencia alguna.
Acabo de oír a Pedro Sánchez decir que respetará » la letra y el espíritu» de la Constituciín. ……. pues que se aclare ya sin esperar a que Puigdemont lo aclare por él.
Reunion de urgencia del servicio inteligencia OMD del Partido Popular..
…..
Uyuyuyi en Colón no podemos manifestarnos porque vendrá Abascal a chupar cámara.
En la Plaza de España.hay demasiado espacio y cualquier claro sin manifestantes será interpretado como un fracaso.
Por lo tanto el Partido Popular debe elegir un espacio mas pequeño como la plaza de Felipe II, (que la mera referencia a este rey causa dentera a los catalanes independentistas), para realizar el acto que celebrará el próximo 24 de septiembre en Madrid.
Descartamos que este acto institucional de Feojóojóo para conseguir los votos de los socialistas buenos e intentar que los votantes de VOX vuelvan a nuestro redil,descartamos que está manifestación se celebre en las puertas de la sede nacional del PP en Genova;para evitar que se recuerden o se comparen con las manifestaciones a favor de Díaz Ayuso y en contra de Pablo Casado.
Creo que lo que quiere la carcundia político y mediática es que la solución al desafío independentista ,sea adoptar las leyes japonesas como referencia,sobre todo la que los japoneses llaman:
«Justicia de rehenes «..
Si tienen un momento ,aquí les dejo el enlace donde se habla de ella.
https://youtu.be/GeVkOZ9_MHw?feature=shared
Pedro Sánchez lo que tiene es que estar agradecido a la oposición y resto de discreoantes con una solución indeseable e indeseada el que le estén ayudando a negociar con los independentistas en mejores condiciones que las que tendría si no puede esgrimir el ……… es que no me dejan y me obligan a ir a nuevas elecciones si no cedeis.
Demoledor articulo de Cayetano Gonzalez en Libertad Digital sobre la expulsión de Nicolás Redondo Terreros.
Perdon, el articulo al que me refiero es el de Cristina Losada …. También en Libertad Digital
https://maps.app.goo.gl/q9WwAZS7HCKmtLrg8
He visto la foto en Facebook de Siscu Baiges de la esquina y he ido a comprobarlo. Que encrucijadas hay en Madrid