Albert Sales
En su lugar también lo harías. Si tuvieras un piso de tu propiedad y pudieras alquilarlo a mil euros al mes, no lo alquilarías a 500. Y si fueran dos o tres viviendas también intentarías sacarles el máximo rendimiento. Que la vida está complicada y hay que saber optimizar los recursos.
En su lugar también lo harías. Si tuvieras un negocio y necesitaras ser competitivo tampoco actualizarías los salarios de las trabajadoras por más que los precios suban y que la vida cada vez sea más complicada. Tu también pensarías que son ellas, las trabajadoras, las que deben administrar su dinero, y que ya haces suficiente generando empleo y dándoles la oportunidad de ganarse la vida honradamente.
En su lugar también lo harías. Si dirigieras una gran empresa y pudieras subcontratar tu producción a una fàbrica de Bangladesh no ibas a desaprovechar la oportunidad. Que las obreras de ese país cobren poco menos de 30 euros mensuales y a duras penas cubran su alimentación y una habitación en la que dormir hacinadas no sería tu culpa. Los negocios son así.
Pero no estás en su lugar. No tienes ninguna vivienda en propiedad. Ni la tuya. No tienes negocio, ni grande ni pequeño. Tampoco te has labrado un imperio empresarial. Debes entender las presiones a las que “el sistema” somete a las personas con dinero. Debes entender que sus decisiones son las correctas, las que hacen funcionar el mundo, las únicas posibles. No hay moralidad. Hay dinero.
En su lugar harías lo mismo. Tú, que hace meses que consultas a diario el saldo de tu cuenta bancaria para controlar el ritmo al que se evaporan tus ahorros, que pagas cada mes el alquiler mientras buscas desesperadamente un empleo con un salario que te permita sobrevivir, debes entenderles. Igual que ellos, que todos, entienden tu situación. La entienden tanto que todos saben lo que harían en tu lugar. En tu lugar, recortarían gastos y no malgastarían ni un euro. Se formarían y se reinventarían y enviarían mil currículums.
En tu lugar, ellos no se tomarían esa cerveza con una amiga que te permite respirar, no le comprarían un regalo a su hijo el día de su cumpleaños, no comprarían ropa, no pondrían la calefacción… pero tampoco perderían la esperanza. Ellos sabrían que los sacrificios son temporales, porque su talento y su capacidad de emprender acabarían por dar frutos, ¿verdad que sí?
Ese tú resolutivo que conmina y corresponsabiliza en un mal melodramático no deja indiferente , amigo Sales.
La soledad ante el sufrimiento, tampoco.
Y tienes razón , mientras la gente sufra , no podemos, y no podemos nunca , abandonar a quienes se alejaron del progreso por fuerza .
Las políticas sociales , de carácter permanente , deben incorporar a los desheredados de la fortuna. Creo que nadie tiene una respuesta política ante los diversos daños de la globalización.
Perdió de lo que sí estoy seguro es que debemos intentarlo.
Ejem….no entiendo lo que quiere decirnos Mr Sales….es como oír a Junkereiterar Ass decirle al juez :
“Soy creyente y la violencia me parece fuera de lugar”.
Como si los que somos ateisima mente agnósticos convencidos pero que veneran a Ziluminatius sobre todas las cosas ,no viéramos fuera de lugar la violencia que han engendrado sus palabras dichas como Dios manda.
Ejem…ya lo se Mr Sales tu no tienes la culpa de que no entienda tu artículo. ..Ejem.