Oscar de la Torre
La década de 2010 se recordará como una década marcada por la recesión económica mundial, una década de austeridad, recortes, de persecución de inmigrantes y desempleados como cabezas de turco por las desgracias causadas por el sector financiero. Y si hablamos de los líderes mundiales que coparon la atención mundial en esta década, el número uno sin discusión es, por supuesto, Donald Trump.España tiene un político con una trayectoria y unas ideas muy similares: Albert Rivera. Rivera es, con permiso de Pablo Iglesias, el mayor outsider de la política española en los últimos años. No viene ni del PSOE ni del PP, por lo menos formalmente, ni de otras formaciones convencionales. Ni siquiera de la difunta UPyD. Y como buen outsider, Rivera se presenta igual que Trump: como el candidato del cambio, el único capaz de regenerar un sistema politico corrupto y alejado de la ciudadanía. Drain the swamp es lo mismo que regeneración democrática.
Como Trump, Rivera apela a la clase media como su base política natural («Albert Rivera defiende importancia de la clase media ante liberales europeos,» La Vanguardia, 2/12/16). Aquí conviene aclarar que mientras que en Europa se ve a Trump como un supuesto adalid de los pobres, nadie, o casi nadie, se llama a sí mismo pobre en Estados Unidos. Es decir, aunque se mueven en mundos políticos diferentes, ambos líderes políticos apelan a la clase media para evitar hablar de clase trabajadora. Esto es más fácil para Trump, porque es moneda corriente en EEUU, que para Rivera, quien actúa en un contexto en el que todavía se habla de trabajadores. No obstante, para ambos líderes la conciencia de clase es una rémora trasnochada e inservible, cuando no una peligrosa doctrina marxista y autoritaria.
Pese a esta retórica de clase media, ambos líderes de alinean con las élites empresariales y financieras. La reforma fiscal de Trump ha dejado este hecho bien claro, al proporcionar jugosas rebajas fiscales a las rentas más altas de EEUU. Rebajas mucho más modestas que para las clases populares. De manera exactamente igual, la rebaja que Ciudadanos pactó con el PP a mediados de 2017 contemplaba importantes rebajas fiscales para todos los tramos de renta. Así, 4 de cada 10 euros contemplados en dicha rebaja fueron a repercutir en las familias de renta alta («El 40% de la rebaja fiscal pactada con Ciudadanos no está reservada a rentas bajas,» ElDiario.es, 6/17/17).
Asimismo, ambos políticos sintonizan con los sectores políticos conservadores, pero al mismo tiempo andan a la greña todo el tiempo con esos mismos sectores. Naturalmente. Sin esas discusiones mediáticas, no podrían mantener el papel de outsider. Estas discusiones contribuyen asimismo a mantener una cierta aura de imprevisibilidad y misterio en torno a la figura de estos candidatos. Y ese aire es parte de su atractivo. Nadie sabe qué dicen Albert Rivera y su partido exactamente sobre las pensiones. Mejor no decir nada, no sea que Ciudadanos quede mal con alguien y rompa el misterio de su programa {«Silencio absoluto de Ciudadanos por las movilizaciones de los jubilados,» ElPlural.com, 18/02/18).
Finalmente, ambos exhiben un nacionalismo sin complejos. Trump con sus banderas, el America first, sus sanciones a Corea, y su añoranza de cuando EEUU «ganaba guerras.» Rivera con su orgullo de ser español que no pide perdón, y con su propuesta de aumentar el gasto militar y reforzar la participación de España en las misiones bélicas exteriores («Ciudadanos aplaude a Marta Sánchez por cantar el himno de España con letra y reivindica el «patriotismo civil,» ElDiario.es, 19/02/18). Puede que sea viejo y gordo, y el otro joven y flaco, pero a ambos les apasiona agarrarse los machos ante la bandera, el himno, y el desfile militar.
«Puede que sea viejo y gordo, y el otro joven y flaco, pero a ambos les apasiona agarrarse los machos ante la bandera, el himno, y el desfile militar»
( gensanta, que diría Forges)
Mi Yo,Yo Mismo y mis Dos Neuronas ,Una y Otra
Hacia tiempo que no leíamos una paja mental de tal calibre.
La libertad de expresión es una cosa muy seria.
iMadre mía!….JAJAJa….que nervios.
Tiene el articulista mucho valor de criticar a Rivera, que es el «Macron español» hombreyá, a quien se le ocurre….. y Vaspaña! por supuesto.
Es evidente que no , de ninguno de los modos y juegos de lenguaje que señala el autor del post. Y , de la misma manera que no significa lo mismo Oscar de la Torre que La Torre de Oscar , aunque el significante contenga las mismas palabras , como la clase media en el primer caso.
Se puede discutir las políticas de C’s , pero así no.
Este artículo supongo que estaría previsto que saliera el 28 de Diciembre. Se debió de traspapelar en su día.